tag:blogger.com,1999:blog-38659470444843843082024-03-14T04:04:13.274-03:00Cuásar: ciencia ficción y literatura fantásticaLuis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.comBlogger96125tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-57964737185557574802023-12-22T20:25:00.000-03:002023-12-22T20:25:19.193-03:00<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAP7dvv-UKtoThP8CG7hkyiIjCfnLo8BG3rZ9lwwE84Gs_xzHPpINYLztLFCVFqarFqIRp0m5gMupsxYauEoMlokC1tL5CAipjuNM6nS1bZ_hcbokKxCoJmsZC-lQjG2YE2iXYbC2S51D9zQR7Xc4NwEh1vRH19UTBX35PITaCir54Ic4RWnjFhQpOCI0/s882/Cu%C3%A1sar55.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="882" data-original-width="635" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAP7dvv-UKtoThP8CG7hkyiIjCfnLo8BG3rZ9lwwE84Gs_xzHPpINYLztLFCVFqarFqIRp0m5gMupsxYauEoMlokC1tL5CAipjuNM6nS1bZ_hcbokKxCoJmsZC-lQjG2YE2iXYbC2S51D9zQR7Xc4NwEh1vRH19UTBX35PITaCir54Ic4RWnjFhQpOCI0/s320/Cu%C3%A1sar55.png" width="230" /></a></div><br />Se publicó
el número 55 de <i>Cuásar</i> después de 8 años de receso. Con 132 páginas, su
contenido es el que se detalla a continuación:<p></p>
<p class="MsoNormal"><b><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Cuentos<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“Dale mi
cariño a la familia”, de A. T. Greenblatt, premio Nebula 2020. Una historia que
rescata el tradicional sentido de la maravilla de la ciencia ficción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“El camino
de Jonás”, de Juan Simerán, ganador del último Premio Tristana de Novela
Fantástica. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“No
presente cargos y no demandaré”, de Charlie Jane Anders, premio Theodore
Sturgeon Memorial al mejor cuento de ciencia ficción de 2017.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“Madre”, de
Erick J. Mota, considerado como el mejor escritor cubano de ciencia ficción de
su generación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“El bosque”,
de Paula Ruggeri, una fantasía oscura que entremezcla los mitos y las leyendas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“El peso
del amanecer”, de Vylar Kaftan, novela corta ganadora del Premio Nebula,
ambientada en un mundo donde los Incas no fueron subyugados por los españoles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Artículo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“Un
panorama de la ciencia ficción argentina en los últimos años”, de Luis
Pestarini, una guía de lectura que repasa treinta y cinco libros del género
publicados desde 2018.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Cuasarianas<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“Angélica
Gorodischer” (1928-2022)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“Reediciones
de ciencia ficción argentina”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“<i>Más
allá: la generación que leyó el futuro”<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“Marcelo
Cohen (1951-2022)”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“Biblioteca
Popular Ansible”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">En venta en
Libros del Árbol, Combate de los Pozos 255, CABA, Lunes a viernes de 15 a 20
hs., o a través de Mercado Libre: <a href="https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-1395371051-cuasar-55-revista-ciencia-ficcion-y-literatura-fantastica-_JM#position=5&search_layout=stack&type=item&tracking_id=3d573e53-0f29-451a-8ee2-038d2df1df90">https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-1395371051-cuasar-55-revista-ciencia-ficcion-y-literatura-fantastica-_JM#position=5&search_layout=stack&type=item&tracking_id=3d573e53-0f29-451a-8ee2-038d2df1df90</a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Para ventas
al exterior contactar a luispestarini@gmail.com<o:p></o:p></span></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-57498624458618460282023-12-22T19:48:00.003-03:002023-12-22T19:48:46.001-03:00Las colecciones de ciencia ficción (IV): Ciencia ficción de Ultramar (primera parte), por Luis Pestarini<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju_Vy0S3wIL51TB8p6UEcj_zGlqE7QuzL0tVsIud7GWlkd4ict90AZHOHxwMpB3t9IXvGTOmsIYL82sgcX7rSOuf4flP2cosLHx6t-GMfJAX27YNsfJnNHZIAgZLjwWREZxxt62tQs7g2iCa5hd-TBTfSZLlvGVaQzV1DIlDCvAW5E8ITj2d-pserhJWA/s370/ultramarlogo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="58" data-original-width="370" height="50" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju_Vy0S3wIL51TB8p6UEcj_zGlqE7QuzL0tVsIud7GWlkd4ict90AZHOHxwMpB3t9IXvGTOmsIYL82sgcX7rSOuf4flP2cosLHx6t-GMfJAX27YNsfJnNHZIAgZLjwWREZxxt62tQs7g2iCa5hd-TBTfSZLlvGVaQzV1DIlDCvAW5E8ITj2d-pserhJWA/s320/ultramarlogo.jpg" width="320" /></a></div><br />A fines de
los setenta en España se estaba publicando mucha ciencia ficción en la
modalidad “colección especializada”: Super Ficción de Martínez Roca,
Ciencia/Ficción de Acervo, los libros de <i>Nueva Dimensión</i>, Libro amigo de
Bruguera, en particular la serie de antologías <i>Ciencia Ficción</i>, y varias
más. En este marco, la editorial Ultramar decidió sacar una colección de libros,
Maestros de la Ciencia Ficción que reeditó varios títulos de la argentina Emecé.
Pocos años después, en 1982, esta colección se transformaría en la subcolección
Ciencia Ficción de Grandes éxitos de bolsillo, donde se reeditarían nuevamente
todos estos títulos. La colección de amable formato pocket fue una de las de
duración más extensa en lengua española.<p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">A cargo de
esta nueva colección quedó Domingo Santos (1941-2018), que había participado
como director en varias de las series ya mencionadas, incluso en simultáneo, y
que por ende mostraba una amplia experiencia. A pesar de su labor de escritor y
traductor, es considerada su tarea como director literario la que mejor
desarrolló y más aporto a la difusión del género en España y Latinoamérica. En
esta primera entrega vamos a realizar una rápida reseña de los primeros veintiocho
títulos que conformaron la colección que los lectores conocemos como “los
libros de Ultramar”. El total de libros publicados fue de 124 aunque llegó a
publicar hasta el número 123. ¿Cómo se explica esto? Es que el número 69 se
repite en dos libros: <i>Los anales de los heechees</i> y una reedición de <i>Dune</i>,
que ya había salido con el número 8.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Muchas de
las traducciones, en particular en la primera etapa, son de Domingo Santos, lo
que no es una buena noticia. Después los traductores varían y la calidad
mejora. En cuanto a la selección de títulos, es muy variada. Seguramente por
razones comerciales de época hay una fuerte inclinación por las sagas, hay
varios libros de autores españoles y un par de latinoamericanos. Para
comprender algunos de los criterios de Santos, Ángel Torres Quesada cuenta </span><a href="https://www.ciencia-ficcion.com/autores/atq/lamemoria/me010-viajeultramar.htm"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">aquí</span></a><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> sobre
cómo le publicaron la trilogía de Las Islas del Infierno: en resumen, el
escritor andaluz envió la primera novela que da título a la serie a Santos,
quien le dijo que le había gustado, que cuántos libros pensaba escribir. Torres
Quesada le dijo que dos más. Santos le contestó que hasta que no estuviera el
segundo no publicaría el primero porque necesitaba que por lo menos estuviera
al mismo nivel. ¿Y sobre el tercero? preguntó Torres Quesada. Santos contestó:
Que hiciera lo que quisiera, total a los que les gustaron los dos primeros iban
a comprar el tercero y, en todo caso, si los decepcionaba se la iban a agarrar
con el autor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Este
criterio es bastante probable que se aplicara también en Estados Unidos porque
en la mayoría de las series, en particular las que fueron apareciendo en esta
colección, la calidad va francamente en descenso, a veces de manera muy
marcada. Prueba de esto son las series del Mundo del Río de Farmer o la Saga
del Exilio en el Plioceno de Julian May. Pero en contraposición la colección
incluyó títulos muy valiosos que difícilmente hubieran visto otra edición en
español, y en algunos casos fueron colecciones de cuentos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El primer
libro de la colección apareció en 1982 y el último, y curiosamente uno de los
mejores, <i>Crystal Express</i> de Bruce Sterling, en 1992. La distribución en
Argentina fue amplia hasta los últimos números, en que se volvió irregular. Hay
un volumen que nunca se distribuyó en nuestro país: el primer tomo de <i>Dhalgren
</i>de Samuel R. Delany. La extensa novela se dividió en tres partes, y los dos
tomos restantes sí se distribuyeron, lo que provocó que los lectores fueran de
librería en librería buscando un libro inhallable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Presentamos
aquí, entonces, una breve reseña de los primeros veintiocho libros, algunos de
ellos muy conocidos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFooter" style="margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoFooter" style="margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">1. <span style="mso-no-proof: yes;">Clarke, Arthur C. <i>Cita con
Rama </i>(Rendezvous with Rama, 1973) 1982. 247 p. Traducido por A. Gámez.</span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVlx6eegBk_Uwq7pMr3ki07HNQxb0Io14ZpHolALO7H9t-2VdlGJ7LF0m-tgpxaeqk0sLmq_LTYmhfJSVsPY_1pTl1IVqVo7ZwySodtjszVQDJX5UnFE4ezaQZ4GPr9vZVbMVyRLCNOstVUNW1xQGAxkhnaypqzsHk25rbWoXV8SZUPQArvoaalhpeveU/s1098/ultramar1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1098" data-original-width="720" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVlx6eegBk_Uwq7pMr3ki07HNQxb0Io14ZpHolALO7H9t-2VdlGJ7LF0m-tgpxaeqk0sLmq_LTYmhfJSVsPY_1pTl1IVqVo7ZwySodtjszVQDJX5UnFE4ezaQZ4GPr9vZVbMVyRLCNOstVUNW1xQGAxkhnaypqzsHk25rbWoXV8SZUPQArvoaalhpeveU/s320/ultramar1.jpg" width="210" /></a></div><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoFooter" style="margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">El primer título de la colección es la clásica
novela de Clarke. Ya había sido publicada por la misma editorial en la
colección que precedió a esta y, antes de eso, en Argentina por Emecé, en la
colección que reseñamos anteriormente. Tuvo varias ediciones en esta colección.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFooter" style="margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoFooter" style="margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">2. Farmer, Philip José. <i>A vuestros cuerpos
dispersos </i>(To your scattered bodies, 1971) 1982. 277 p. Traducido por
Domingo Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFooter" style="margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Otro clásico de la época, también una reedición
ya que tenía dos versiones previas, una argentina y otra española. Primera
novela de la serie “Mundo del Río”, en realidad es el ensamble de dos relatos
de los años sesenta. La historia es bastante conocida: unos seres desconocidos
reviven a toda la humanidad en las riberas de un río interminable rodeado de
montañas imposibles de escalar. Farmer se tienta y pone como protagonistas a
varios personajes históricos: Richard Francis Burton, Alice Liddell (la inspiración
de la Alicia de Lewis Carroll), Samuel Clemens (Mark Twain); Jack London,
Cyrano de Bergerac, mezclados con personajes ficticios de distintas épocas. La
historia, narrada mediante el muy efectivo recurso del </span><i><span lang="ES-TRAD" style="background: white; color: #202122; font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">cliffhanger</span></i><span lang="ES-TRAD" style="background: white; color: #202122; font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"> donde al final de cada capítulo
uno o varios personajes quedan en una situación crítica, tuvo éxito en su
momento y aún vale la pena. Y dio lugar a una serie de continuaciones no tan
exitosas que Ultramar publicó a continuación.</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">3. <span style="mso-no-proof: yes;">Farmer, Philip José. <i>El fabuloso barco fluvial </i>(The
fabulous riverboat, 1971) 1982. 293 p. Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">4. Farmer, Philip José. <i>El oscuro designio </i>(The dark design, 1977)
1983. 475 p. Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">5. Farmer, Philip José. <i>El laberinto mágico </i>(The magic labyrinth,
1980) 1983. 436 p. Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7Hai4bkJgSLXCLZjswOTdatANqSzep34hMXVRzotXINgfvfeQJyHDkjjsxWRJw4p9KMmvJqpDAMP3rg2FhNU3ciNnrwU7H1cUbayS-PKKRXWfYY8MkYwCw9frKeqWM6GzzZWohjiILfTa6BBAIgjDfQRBlQilZGzdXWhANEZi2P1kHrtOcb3fQ_V-B4c/s1346/ultramar5.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1346" data-original-width="894" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7Hai4bkJgSLXCLZjswOTdatANqSzep34hMXVRzotXINgfvfeQJyHDkjjsxWRJw4p9KMmvJqpDAMP3rg2FhNU3ciNnrwU7H1cUbayS-PKKRXWfYY8MkYwCw9frKeqWM6GzzZWohjiILfTa6BBAIgjDfQRBlQilZGzdXWhANEZi2P1kHrtOcb3fQ_V-B4c/s320/ultramar5.jpg" width="213" /></a></div><br />Los siguientes tres títulos de la colección son parte de “Mundo del río”,
el primero de los cuales, <i>El fabuloso barco fluvial</i>, ya tenía dos
versiones en español, mientras que <i>El oscuro designio </i>y <i>El laberinto
mágico</i>, eran novelas inéditas. <i>El fabuloso barco fluvial</i> no es una
continuación directa de <i>A vuestros cuerpos dispersos</i> sino que sigue a
Clemens en una aventura paralela, sumando más personajes, como sucede en las
otras dos novelas, escritas especialmente para aprovechar el éxito de la serie.
Como sucede con muchas de las sagas más conocidas, pasan muchas cosas, se suman
más personajes (en general poco conocidos o directamente creados por Farmer),
pero la trama avanza muy poco y nada sabemos de la cuestión de fondo: quienes
resucitaron a los humanos. Para peor, parece que las historias solo son
protagonizadas por estadounidenses más algunos franceses y uno que otro de
orígenes exóticos. Pero más allá de estas cuestiones bastante nimias, el
problema de fondo es que se nota cada vez más que Farmer y sus editores están
dispuestos a exprimir hasta la última gota a esta serie de éxito. Y todavía queda
un último libro.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">6. <i>Fuentes del paraíso </i>(The fountains of paradise, 1979) 1983. 301
p. Traducido por Edith Zilli.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Segunda edición de esta novela en distintas colecciones de Ultramar, sigue
la versión publicada por Emecé en 1980. Clarke lo consideraba su mejor libro.
Trabaja básicamente sobre la idea de construir un enorme ascensor que
comunicará la Tierra con el espacio, atravesando la atmósfera y evitando así el
trayecto más difícil del viaje espacial. Ambientada en el siglo XXII, el
proyecto tiene un primer problema: el lugar más apropiado para construir este
ascensor es en una montaña en Sri Lanka, un lugar sagrado donde existe un
monasterio. Hay un poco de todo en esta novela, hasta un breve contacto con
extraterrestres, y se lee con facilidad, pero en contra de la opinión del
autor, no es su mejor obra. Ganó los premios Hugo y Nebula.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">7. Gálvez, Pedro. <i>La hormiga</i>. 1983. 211 p.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Este volumen es el primero que no apuesta a lo seguro y, se sospecha, no
fue una elección original de Santos para la colección sino que ya estaría en
los planes de la editorial que decidió publicarlo aquí, algo que resulta un poco
inexplicable, al igual que el mismo libro. Compuesto básicamente por el diario
de una hormiga que ha leído filosofía y desea contar como es la vida de sus congéneres,
es básicamente un manual de entomología, no una novela, y menos de ciencia
ficción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFooter" style="margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoFooter" style="margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">8. Herbert, Frank. <i>Dune</i></span><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"> </span></i><span lang="EN-GB" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">(Dune, 1965) </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">1983. 702 p. Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">9. Herbert, Frank. <i>El
mesías de Dune </i>(Dune messiah, 1969) 1983. 305 p. Traducido por Domingo
Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">10. Herbert, Frank. <i>Los
hijos de Dune </i>(Children of Dune, 1976) 1983. 546 p. Traducido por Domingo
Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Si hay que apostar sobre
seguro, qué mejor opción que la reedición de los tres primeros títulos de la</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjic1kADaYwqnDw4z4KsLiKK5kMsWnZqXiwcfFUMJZpvhm9PHihxHPdPhte-MO6jm_zy4lvkXh4EGubBPVjqPYlzAbUnAtcIAXbUr__A95z6_hLH77uIyvr25JI4LqQ5d1q8BUUVAy5JvCguphQ2o7BDEAiP8vU4Rwd1p_lmr2mJylnGBHR6WJUZxzyENU/s1330/ultramarhijos.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1330" data-original-width="881" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjic1kADaYwqnDw4z4KsLiKK5kMsWnZqXiwcfFUMJZpvhm9PHihxHPdPhte-MO6jm_zy4lvkXh4EGubBPVjqPYlzAbUnAtcIAXbUr__A95z6_hLH77uIyvr25JI4LqQ5d1q8BUUVAy5JvCguphQ2o7BDEAiP8vU4Rwd1p_lmr2mJylnGBHR6WJUZxzyENU/s320/ultramarhijos.jpg" width="212" /></a></div><br />
serie Dune, que habían sido publicados pocos años antes por Acervo. No hay
mucho que se pueda decir del primero de los libros, un clásico inoxidable y ya
muy conocido. Vale resaltar que Herbert no subraya la tecnología sino más bien
cuestiones humanistas, y es pionero en estos libros en el tratamiento de la
ecología como una cuestión fundamental. Originalmente el autor pensó estos tres
libros como una tetralogía, ya que el primero fue publicado en dos seriales en
la revista <i>Analog</i> entre 1963 y 1964, y después los unificó en un único
volumen. Los volúmenes posteriores al tercero no fueron parte del plan
original. Vale señalar que la traducción deja mucho que desear y no fue
mejorada tras la edición de Acervo.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">11. Farmer, Philip José. <i>Dioses
del mundo del río </i>(Gods of Riverworld, 1983) 1984. 329 p. Traducido por
Domingo Santos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Esta novela cierra el ciclo
de la saga Mundo del Río, donde se explica finalmente por qué había renacido
toda la humanidad en las riberas de un río interminable y quién había provocado
este fenómeno. Durante cuatro libros se alimentó el misterio y estaba claro
que, o Farmer tenía un as en la manga pensado desde el comienzo, o la
resolución del enigma iba a ser decepcionante. Lamentablemente sucedió esto
último. Muy criticada en su momento, <i>Dioses del mundo del río </i>no está a
la altura de las expectativas pero tampoco es el desastre que se pretendió que
era. Es una entretenida novela más de ciencia ficción, con algunos momentos
logrados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">12. Farmer, Philip José. <i>El
mundo del río y otras historias </i>(Riverworld and other stories, 1979) 1984.
327 p. Traducido por Víctor Conill. Contiene: El mundo del río. J. C. en el
rancho turístico. El volcán. La patrulla del amanecer de Henry Miller. El
enigma del puente doliente... entre otros. Brass y Gold (o Caballo y Zepelín en
Beverly Hills). El Niño Podrido en la Jungla pasa de todo. La voz del sonar en
mi apéndice vermiforme. Monólogo. El arrendador de dos males. El fantasma de
las cloacas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Para extraer lo último que se
podía de Mundo del Río llegó esta antología que lleva el nombre de la saga como
título y que busca confundir al lector: incluye el relato original que dio
origen a toda la serie, de 1966, pero el resto de los cuentos son parte de la
producción más experimental de Farmer, entre los que hay varias imitaciones de
otros escritores como Henry Miller, una mezcla de los Burroughs (William y
Edgar Rice, o como hubiera sido Tarzán contado por el primero), y Malcolm
Lowry, entre otros. Es interesante la lectura de este libro porque permite
apreciar la gran variedad de registros que tenía Farmer, pero la mayoría de los
cuentos no pasan de ser ejercicios literarios, aunque de los buenos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">13. Harrison, Harry. <i>Catástrofe
en el espacio </i>(Skyfall, 1976) 1984. 279 p. Traducido por O. Sachs.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Otro título publicado diez
años antes por Emecé en la colección que ya reseñamos, pero aparentemente en
otra traducción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">14. Clarke, Arthur C. <i>2010:
odisea dos </i>(2010: odyssey two, 1982) 1985. 309 p. Traducido por Domingo
Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Otra novela que ya tenía una
versión en Emecé y había sido publicada por Ultramar en la colección Best
Seller en 1983. Pertenece a un período del género en el cual la industria
editorial tentaba a los escritores de ciencia ficción a hacer continuaciones
del obras famosas. El problema es que muchos de estos libros están pensados más
como best sellers. Algo de eso pasa con <i>2010</i>, pero con cierto barniz de
“novela filosófica”, como le gustaba a Clarke, aunque no tan pretenciosa como
otros de sus libros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFooter" style="margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoFooter" style="margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">15. Barjavel, René. <i>La noche de los tiempos </i>(La
nuit des temps, 1968) 1985. 287 p. Traducido por Claudia Martínez.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Esta
novela del francés Barjavel (1911-1985) tiene varias ediciones previas en
Argentina y España. Trata sobre una expedición a la Antártida que localiza los
restos de una civilización antiquísima y algunos seres conservados por una
máquina. La trama es bastante tonta y muy inverosímil, y tiene cierto tufillo a
los libros de Von Däniken y Berlitz que comenzaban a hacerse populares cuando
fue escrita.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimjVJrbXdADIL0My5vy17H3fLNEXirunOc1pMxSXnV7ftOfryBvrQNCCmPqh79i-m4LBVvKRK1asnDJjVPr_hQFqDOnym-Hm2opXGWEf9FLOzR_MuLSuHZ8NY5lGLjZdMbgGSy3FpzOx6FvnNHIuCkJHMHRMDwJEr7FzE16kvVBQ1qAIOxgaWzEnZn7Kc/s481/ultramar16.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="481" data-original-width="307" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimjVJrbXdADIL0My5vy17H3fLNEXirunOc1pMxSXnV7ftOfryBvrQNCCmPqh79i-m4LBVvKRK1asnDJjVPr_hQFqDOnym-Hm2opXGWEf9FLOzR_MuLSuHZ8NY5lGLjZdMbgGSy3FpzOx6FvnNHIuCkJHMHRMDwJEr7FzE16kvVBQ1qAIOxgaWzEnZn7Kc/s320/ultramar16.jpg" width="204" /></a></div><br />16. <span style="mso-no-proof: yes;">Herbert, Frank. <i>Dios emperador de Dune </i>(God
emperor of Dune, 1981) 1985. 561 p. Traducido por Domingo Santos y Monserrat
Conill.<o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Otra reedición en formato de bolsillo de una novela publicada en formato
grande. Es la primera de la serie Dune publicada tras la trilogía original.
Herbert está muy preocupado por contar sus opiniones sobre el devenir de la
raza humana y sus problemáticas más urgentes, a través de la transformación de
Leto II, hijo de Paul Atreides, en un gusano de arena. El autor siempre tuvo un
problema: cuenta mucho de la historia a través de diálogos interminables donde
no pasan demasiadas cosas, pero los lectores de la trilogía original
seguramente preferirán tener una opinión propia sobre este libro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">17. Herbert, Frank. <i>Herejes de Dune </i>(Heretics of Dune, 1984). 1985.
568 p. Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Quinta entrega de la saga, está ambientada miles de años en el futuro por
lo que las condiciones sociales necesariamente han variado. Herbert abusa menos
de los diálogos para contar la historia pero recurre nuevamente a la narración
coral. Llegados a este punto, seguramente los seguidores de la saga no
necesitarán una recomendación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">18. </span><span style="mso-no-proof: yes;">Uribe, Augusto, comp. <i>Latinoamérica
fantástica</i>. 1985. 298 p. Contiene: Los trepadores, Sergio Gaut vel Hartman.
El intermediario, Marcial Souto. Primera línea, Carlos Gardini. Vidas
ejemplares, Jaime Poniachik. Quiramir, Eduardo Abel Giménez. Una flor lnca,
Raúl Alzogaray. Entre gatos y medianoche, Graciela Parini. El negro, Fernando
Morales. El vendrá por mí a medianoche, Daniel Barbieri. Tesis para una nueva
literatura fantástica nacional, Daniel Croci. La casa abandonada, Mario
Levrero. El plumero, W. Gabriel Mainero. El manuscrito de Juan Abal, Elvio E.
Gandolfo. La sueñera, Ana María Shua. Mopsi, te odio, Eduardo Carletti. La
garra perpetua, Tarik Carson. El mudo, André Carneiro. Tres cuentos, Esteban
Sayegh. Acerca de ciudades que crecen descontroladamente, Angélica Gorodischer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">Primera antología y una auténtica curiosidad dentro de
la serie: una colección de cuentos de autores latinoamericanos o deberíamos
decir rioplatenses ya que todos, salvo Carneiro (brasileño) son argentinos o
uruguayos. Uribe es el seudónimo del investigador, crítico y coleccionista
español Agustín Jaureguizar (1935). Casi todos los textos fueron publicados
originalmente en revistas argentinas de comienzos de los ochenta, incluso en <i>Cuásar</i>.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">19. May, Julian. <i>La tierra multicolor </i>(The many
colored land, 1981) 1985. 494 p. Traducido por Domingo Santos.</span><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">Primer volumen de la Saga del Exilio en el Plioceno, que en su momento
hizo mucho ruido. Su autora, Julian May (1931-2017), era una activa miembro del
fandom que había publicado más de doscientos libros de divulgación para el
público juvenil con seudónimos pero apenas un puñado de cuentos. El disparador
de la trama es sencillo: inicialmente ambientada en un futuro de space opera con
una humanidad en contacto con otras razas extraterrestres, a aquellas personas
que no se adaptan a las nuevas condiciones sociales se les da la opción de
exiliarse seis millones de años en el pasado, llevando lo necesario para
sobrevivir en buenas condiciones pero sin posibilidades de regresar. Pero el
Plioceno es muy distinto de lo que esperaban. Novela entretenida sin mayores
ambiciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">20. </span><span style="mso-no-proof: yes;">May, Julian. <i>El torque de oro
</i>(The Golden Torc, 1982)<i>.</i> 1985. 483 p. Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">Continuación directa de la trama de <i>La tierra
multicolor</i>, no puede leerse de manera independiente. Sigue el recorrido de
los protagonistas en su devenir seis millones de años en el pasado de la Tierra
habitada por dos razas extraterrestres. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">21. Poe, Edgar Allan. <i>La ciencia ficción de Edgar
Allan Poe</i> (The Science Fiction of Edgar Allan Poe, 1976) 1985. 269 p.
Traducido por Julio Gómez de la Serna y otros. Contiene: Manuscrito encontrado
en una botella. La aventura sin par de un tal Hans Pfaall. La conversación de
Eiros y Charmion. Un descenso dentro del Maelstrom. Coloquio entre Monos y Una.
Una historia de las montañas Ragged. Revelación mesmérica. Breve charla con una
momia. El poder de las palabras. El método del doctor Alquitrán y del profesor
Trapaza. El extraño caso del señor Valdemar. Mellonta tauta. Von kempelen y su
descubrimiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">Otro volumen inusual dentro de la serie, uno de los
dos compuesto por textos del siglo XIX. Además, se recurre a traducciones de
mediados del siglo pasado. Más allá de que el libro no encaja en la línea de la
colección y de que siempre es bueno leer/releer a Poe, queda pendiente la
respuesta a la pregunta de si estos libros se publicaban únicamente porque no
se pagan derechos de autor. Ya había una edición de los cuentos de ciencia
ficción de Poe con un contenido distinto:<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Caralt, 1978. 215 p. (Ciencia-ficción, 21). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">22. May,
Julian. <i>El rey nonato </i>(The nonborn king, 1982) 1985. 506 p. Traducido
por Domingo Santos.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqCf2hCtR5_LgTpGdzAbQK4T0n6_wUaYQRvvxGCjQXiL9vOH_VCgvePmuuJcBuogTpUXnutRmDzeOb7Ue01g_1v7KazxBWlDin9vSn5dHrdSgWZEv2PIcd8mnNL-smL6GHSAWUd4KcbcjVYUUvawnlCJCODZdD5COny1AMivdLlBCRwdNQtE278hqdXlY/s500/ultramar22.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="327" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqCf2hCtR5_LgTpGdzAbQK4T0n6_wUaYQRvvxGCjQXiL9vOH_VCgvePmuuJcBuogTpUXnutRmDzeOb7Ue01g_1v7KazxBWlDin9vSn5dHrdSgWZEv2PIcd8mnNL-smL6GHSAWUd4KcbcjVYUUvawnlCJCODZdD5COny1AMivdLlBCRwdNQtE278hqdXlY/s320/ultramar22.jpg" width="209" /></a></div><br /> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-no-proof: yes;">23. </span><span style="mso-no-proof: yes;">May, Julian. <i>El adversario </i>(The
adversary, 1984) 1985. 588 p. Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">En estos dos últimos volúmenes de la primera parte de
la saga de la <i>La tierra multicolor </i>siguen las intrigas entre las
distintas razas que habitan el Plioceno, entre ellas la humana. Estos últimos
tienen como objetivo volver al siglo XXII y se abre una posibilidad para que se
concrete esto. May continúa con las mismas virtudes y defectos de los volúmenes
anteriores: la historia es atrapante pero los personajes son chatos y resulta
finalmente una lectura liviana, una saga bastante típica de los ochenta (y característica
de Ultramar). Hoy parece bastante anacrónica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">24. </span><span style="mso-no-proof: yes;">Silverberg,
Robert. <i>Sadrac en el horno </i>(Shadrach in the furnace, 1976) 287 p.
Traducido por C. González Ania.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">Otro de los
libros originalmente publicados por Emecé en su colección Ciencia-Ficción y
reeditado por Ultramar en la colección que precedió a esta en 1977. Se puede
leer una reseña en el artículo correspondiente en esta web sobre la colección
de Emecé más abajo, pero podemos señalar que es una novela menor de Silverberg
aunque pertenece a su período más destacado, entre 1966 y 1976, siendo la
última publicada antes de dejar de escribir por un período de cinco años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; tab-stops: 21.3pt;"><span style="mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; tab-stops: 21.3pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">25. Vance, Jack. <i>Los chasch </i>(City of the chasch, 1968) 1986. 222 p.
Traducido por Domingo Santos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; tab-stops: 21.3pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">26. Vance, Jack. <i>Los wankh </i>(Servants of the wankh, 1969) 222 p.
Traducido por Domingo Santos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; tab-stops: 21.3pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">27. Vance, Jack. <i>Los dirdir </i>(The dirdir, 1969) 1986. 215 p.
Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; tab-stops: 21.3pt;"><span style="mso-no-proof: yes;">28. Vance, Jack. <i>Los pnume </i>(The pnume, 1970) 1986. 192 p. Traducido
por Domingo Santos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 1.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.0pt; tab-stops: 21.3pt;"><span style="mso-no-proof: yes;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiRONPlGOg-ElQNB7VNiBL3eb9tgPTihmErauDaCVmFEVv77bkbzqYSJU8fVS8QtkRoSCU5qPkFe5fmZ2zNFvr6zPUTowP7QEx0U02lcNQhdlHFci1BQQ7NHh-64s8sM8_eZlo3V52HVgHjy8A5Pr3DxHxCU38cW3hxtAXp6B1K3r0H8DQ6Y2EiVaACQg/s991/ultramar26.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="991" data-original-width="686" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiRONPlGOg-ElQNB7VNiBL3eb9tgPTihmErauDaCVmFEVv77bkbzqYSJU8fVS8QtkRoSCU5qPkFe5fmZ2zNFvr6zPUTowP7QEx0U02lcNQhdlHFci1BQQ7NHh-64s8sM8_eZlo3V52HVgHjy8A5Pr3DxHxCU38cW3hxtAXp6B1K3r0H8DQ6Y2EiVaACQg/s320/ultramar26.jpg" width="222" /></a></div><br />Estas cuatro novelas breves de Jack Vance (1916-2013) componen el Ciclo de
Tschai. Ambientado en el planeta de ese nombre, sigue las aventuras de Adam
Reith, un humano que ha llegado en respuesta a un pedido de ayuda recibido
ciento cincuenta años antes. Cada uno de los títulos es el nombre de una de las
razas que habitan el planeta, que no son nativas, y que están en conflicto
entre ellas. Ademas, hay humanos que son tratados como esclavos o sirvientes,
según a quien sirvan. Colorida, entretenida, esta serie de aventuras no tiene
respiro. Casi todos sus personajes, ni hablar de los femeninos, son de cartón
pintado, pero aún así se puede leer sin pretensiones. No tiene reedición y son
casi inhallables.<o:p></o:p><p></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-16122764969132042972023-12-17T18:39:00.002-03:002023-12-17T18:39:36.009-03:00Minotauro: una odisea de Paco Porrúa, de Martín Felipe Castagnet, por Luis Pestarini<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh12QFv8ved3eVXpuF-W0m1HvrewoFkSv5KEhsRXJKDKvyFzQAYqh1emDUDIhJPxVtishOFM4AcOvwgmz877WCKV398HXFt1ppvmVAsU-KEc6T_QKXv5QV2qJCzQvB0SyenfIrANFSN9YKoCs3SHQ3KIW5X28YpLawh9envkkYmVcDPobSe7S5YoIonnio/s958/castagnettapa.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="958" data-original-width="600" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh12QFv8ved3eVXpuF-W0m1HvrewoFkSv5KEhsRXJKDKvyFzQAYqh1emDUDIhJPxVtishOFM4AcOvwgmz877WCKV398HXFt1ppvmVAsU-KEc6T_QKXv5QV2qJCzQvB0SyenfIrANFSN9YKoCs3SHQ3KIW5X28YpLawh9envkkYmVcDPobSe7S5YoIonnio/s320/castagnettapa.jpg" width="200" /></a></div><br />Cualquier
lector con un poco de experiencia en ciencia ficción sabe de la importancia de
Ediciones Minotauro que, desde su primer volumen, las <i>Crónicas marcianas </i>de
Bradbury prologadas por Borges, inició una operación de legitimación del género
que llevaría adelante durante décadas. Esta es la característica más notable
que tuvieron las publicaciones de Minotauro: traducciones y presentaciones muy
cuidadas de títulos <i>literarios</i>, que se diferenciaban claramente de los
que se publicaban en España en las décadas del cincuenta y sesenta. De allí
llegaban los libros de la primera Nebulae, más orientados a una ciencia ficción
más clásica, cercana a la <i>space opera</i>, en ediciones dignas, que se
mezclaban con las de Vértice o Cenit, francamente infames, aunque muchos de sus
títulos no lo fueran.<p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Minotauro
fue un proyecto de Francisco “Paco” Porrúa (1922-2014), español de nacimiento,
argentino por adopción, llevado adelante hasta fines de la década del setenta
en nuestro país, para trasladarse a España por la dictadura. En el cambio de
milenio Minotauro pasó a manos de Planeta, ansiosa por tener los derechos de la
obra de Tolkien. Previsiblemente bajo el Grupo Planeta el catálogo se desdibujó
hasta que se volvió irreconocible, al punto en que Porrúa pidió que no le enviasen
más ejemplares de cortesía porque le amargaba ver en qué se había convertido su
Minotauro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">No es
frecuente que se publique un libro sobre el devenir de una editorial, y menos
si se trata de una editorial especializada en ciencia ficción y literatura
fantástica, por eso resultó una agradable sorpresa el anuncio de la publicación
de <i>Minotauro: una odisea de Paco Porrúa</i>, un trabajo de investigación de
Martín Felipe Castagnet, publicado por Tren en Movimiento. Castagnet es autor
de una buena novela de ciencia ficción, <i>Los cuerpos del verano.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">El libro
está dividido en cinco partes. La primera de ellas es lo que habitualmente se
conoce como el “marco teórico”: presenta a la ciencia ficción, en particular a
la ciencia ficción contemporánea, la de los últimos cien años. Está
introducción está muy simplificada y hay algunos errores llamativos, como
señalar que Hugo Gernsback, el primer editor de una revista de ciencia ficción,
vivió 113 años, aunque tenemos que sospechar que se debe a un error de tipeo no
advertido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">La segunda
parte del libro es tal vez la más relevante, y describe el recorrido biográfico
de Porrúa. Castagnet tuvo acceso a documentación como cartas y archivos personales,
pudo entrevistar a familiares y colaboradores de Porrúa (y una vez al mismo
Porrúa) y sacó muy buen provecho de estos recursos. Leyendo estas páginas uno
se puede hacer una buena idea del personaje que fue el editor de Minotauro, de
su formación intelectual, de sus influencias francesas en los inicios
editoriales y de cómo construyó no solo un proyecto editorial único y
brillante, capaz de destacarse por sobre otras propuestas no solo en nuestra
lengua, sino en cualquiera, sino que contribuyó a instalar a escritores como
Julio Cortázar y Gabriel García Márquez.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Sobre el
catálogo de Minotauro se ocupa la extensa tercera parte de este trabajo de
investigación. Castagnet afirma que no hay ninguna bibliografía que cubra todo
lo publicado por Minotauro, lo que es cierto hasta donde uno sabe, pero hay
suficientes herramientas como para reconstruirla a través de la web. Por
ejemplo, se puede recurrir a las bases de datos de los ISBN de España o
Argentina que son muy completas (aunque no cubren el período completo de
existencia de Minotauro) o los catálogos de grandes bibliotecas, como el de la
de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, en donde, buscando por editorial
“Minotauro”, encontramos: <i>Casa tomada</i>, de Julio Cortázar, de 1969, en
una edición apaisada de 22 x 31 cm, donde el texto avanza página a página sobre
el plano de un departamento, a lo largo de 78 páginas. Que esta edición, la más
importante de Minotauro en estos términos bibliófilos, no esté mencionada en <i>Minotauro:
una odisea de Paco Porrúa</i>, opaca severamente este trabajo. Más allá de
esto, el recorrido que hace Castagnet es bastante preciso y clarificador,
aunque se le pasan algunos detalles. Por ejemplo, que en el quinto tomo de los <i>Cuentos
completos </i>de Dick se omite un cuento: “We Can Remember It for You
Wholesome”, algo que provocó bastante escándalo en su momento (2008).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">El
siguiente capítulo se detiene en los traductores y escasamente en las
traducciones. Devela lo que era vox populi: que la mayoría de los primeros
traductores eran seudónimos (heterónimos los denomina Castagnet) de Porrúa:
Manuel Figueroa, Ricardo Gosseyn, Luis Domenech, Gregorio Lemos, José
Valdivieso, etc. ¿Era Porrúa un gran traductor? Todos parecen sobreentender que
sí, incluso Castagnet. Me voy a remitir a dos experiencias personales. Hace
muchos años, traduciendo una cita de un cuento de Bradbury en un artículo para <i>Cuásar</i>,
decidí recurrir a la traducción canónica; el cuento estaba en <i>Las doradas
manzanas del sol</i>. Me costó bastante localizar el fragmento de la cita de
unas 70 palabras ¡porque Porrúa había cambiado la metáfora que encerraba la
cita, de manera radical! Por eso sería que García Márquez dijo que prefería
leer a Bradbury en español antes que en inglés. Otro ejemplo: trabajando en una
traducción anotada de textos de Lovecraft, por curiosidad revisé un par de
párrafos de <i>El color que cayó del cielo </i>en la edición de Minotauro:
párrafos medianamente largos, Porrúa los había podado hasta reducirlos a la
mitad. Entonces, aquí hay un debate no saldado sobre hasta donde puede
intervenir el texto un traductor. En el libro no se menciona nada sobre las
intervenciones de Porrúa sobre los textos originales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">La última
parte del libro es una de las más interesantes ya que analiza las distintas
etapas estéticas de las tapas (y en algunos casos interiores) de las ediciones,
que incluyeron no pocos artistas reconocidos hasta que Minotauro fue adquirida
por Planeta. Cierran el libro unas breves conclusiones, una extensa
bibliografía y un catálogo editorial que cierra en 2016, bastante incompleto en
los últimos años. Hay que agregar que incluye abundantes páginas en papel
ilustración color con numerosas tapas icónicas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Tal vez se
haya pensado este libro como una investigación definitiva sobre el fenómeno
Minotauro, en particular sobre la etapa desarrollada bajo la dirección de
Porrúa. No lo es, pero aún así es un trabajo imprescindible que aporta una
cantidad de información y análisis como ninguna otra publicación haya hecho en
español sobre una editorial tan singular como esta que, en sus primeras
décadas, se la puede contemplar en una terna al mejor catálogo del género a
nivel mundial. Para entender esta condición, una breve anécdota: a fines de los
ochenta, dos editoriales pujaban por la publicación de <i>Neuromante </i>en
español. Una, editaba varios libros de género mensualmente y ofreció mucho más
dinero por los derechos. La otra, Minotauro, apenas sacaba cinco libros por
año. Ya sabemos qué editorial publicó la obra de Gibson.<o:p></o:p></span></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-41124314810726240962023-05-06T17:52:00.000-03:002023-05-06T17:52:13.161-03:00Las revistas de ciencia ficción (VIII): Parsec, por Luis Pestarini<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje4iPyAAv9f8b2lgUxgu2UUA5yfUhqjA-RTqKTIKfp2DFx5lFAjMEPgSCLTgZWF5R0_OOqwuMLniScLFJDixkBFit21fhhAnIVxoKvTytR5FQZx1C38EdOFHH0uwo2OwTdR3xKE-yzSii7bSfh2ml95sXtXiAq2IzUyK8tFIrUKomWf7cLM8N-Ta5S/s600/parsec1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="450" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje4iPyAAv9f8b2lgUxgu2UUA5yfUhqjA-RTqKTIKfp2DFx5lFAjMEPgSCLTgZWF5R0_OOqwuMLniScLFJDixkBFit21fhhAnIVxoKvTytR5FQZx1C38EdOFHH0uwo2OwTdR3xKE-yzSii7bSfh2ml95sXtXiAq2IzUyK8tFIrUKomWf7cLM8N-Ta5S/s320/parsec1.jpg" width="240" /></a></div><br />En 1984,
bajo la recién reestrenada democracia, había en Argentina un ambiente cultural
muy dinámico, que se daba como respuesta a la represión que se vivió durante la
dictadura. Tuvo su eco en el campo de la ciencia ficción con la aparición de
varias revistas en pocos meses, la mayoría de ellas no eran publicaciones
comerciales sino de aficionados, lo que conllevaba a una circulación y una
producción más restringidas. Entre ellas estuvo <i>Cuásar</i>. La revista <i>Parsec
</i>compartía ambos mundos porque su producción se acercaba bastante a las de
las revistas de aficionados, pero tenía una presentación y una distribución
comerciales.<p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Entonces <i>El
Péndulo</i>, modelo entre las revistas de género, estaba en una pausa entre sus
segunda y tercera etapas, mientras que <i>Minotauro </i>estaba en activo. La
vara estaba muy alta en cuanto a contenidos literarios y presentación. En ese
marco hizo su aparición <i>Parsec ciencia-ficción</i>, una revista más modesta
pero cuidada, que publicó seis números mensuales entre junio y noviembre de
1984. El contexto económico no le era muy favorable. Para tener una idea, el
precio del número 1 era de $a 120 y el de la última edición, la sexta,
publicada seis meses después, se vendió al triple: $a 460.- Ediciones
Filofalsía, la editorial que estaba detrás del proyecto, no pudo sostener la
revista, que no cumplió con las expectativas en cuanto a ventas. Pensemos la
sideral diferencia de Filofalsía con Ediciones de la Urraca, que publicaba <i>El
Péndulo </i>y la revista <i>Humo®</i>, una de las publicaciones más exitosas en
ventas e influencias de Argentina en el pasado siglo, y Editorial Sudamericana,
una de las tres editoriales más importantes de ese momento en nuestro país, que
estaba detrás de <i>Minotauro</i>. En otros rubros se hablaría de competencia
desleal, pero no podemos inclinarnos por esta opción este caso: <i>Parsec </i>fue
una propuesta que no fue bien pensada comercialmente, pero con independencia de
esto dejó su marca en las publicaciones periódicas del género.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">A cargo de
la dirección editorial, o sea de los contenidos, estuvo Sergio Gaut vel
Hartman, quien además estaba editando su propia revista, <i>Sinergia</i>. La
fórmula de la revista era bastante sencilla: cuentos de autores anglosajones
renombrados junto a uno o dos relatos de autores rioplatenses, más una sección
de correo buscando recuperar la mística que tuvo aquella sección de <i>Más Allá</i>,
y otra de información. Hubo una prueba previa: <i>Parsec Antología 1</i>, una
selección de relatos con detalladas presentaciones realizada por Gaut vel
Hartman. El libro estaba a mitad de camino entre una publicación comercial y
otra <i>under</i>, y lo sostenía la misma fórmula que después se aplicaría a la
revista: grandes nombres de la ciencia ficción anglosajona pero con relatos
menores.<i> </i>Es que este esquema tenía un problema: el director editorial no
sabía inglés y durante un tiempo cayó en el error (que hemos cometido muchos)
de pensar que si un cuento estaba firmado por una figura como Bester o
Sheckley, tenía que ser bueno. Así, el primer número de <i>Parsec </i>es una
constelación de estrellas: Wolfe, Disch, Zelazny, Leiber, Sheckley, más
Gorodischer y el flojito francés Hubert. Pero casi todos aportan obras menores.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyY-YBSUoTFhN-cfukA1SRIOwY-QnjYM3r5GS0f-eoUKubmyGz77JeJ_qw9a48v48kAQfDKvMg2E4KXi5BMKF99dUZWJcrmoXzcU1yhkJUEpbi57JyiWE6fRLz_UwQAfFUz8wKNgwmi09fseJbptWNz6vubOqeQ_Y-g1C0sWh_rYxidM1Fs8475Ax7/s259/parsec3.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="259" data-original-width="194" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyY-YBSUoTFhN-cfukA1SRIOwY-QnjYM3r5GS0f-eoUKubmyGz77JeJ_qw9a48v48kAQfDKvMg2E4KXi5BMKF99dUZWJcrmoXzcU1yhkJUEpbi57JyiWE6fRLz_UwQAfFUz8wKNgwmi09fseJbptWNz6vubOqeQ_Y-g1C0sWh_rYxidM1Fs8475Ax7/w150-h200/parsec3.jpg" width="150" /></a></div><br />
<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Con el
correr de las ediciones, este problema se fue corrigiendo gracias a las
propuestas de algunos colaboradores, apareciendo en sus páginas obras notables
como “La cruz y el dragón” de George R. R. Martin (n° 3). Entre los relatos de
autores hispanoparlantes la situación fue menos despareja, sin baches
profundos, destacándose la novela corta “Un paseo por Camarjali” de Eduardo
Abel Giménez (n° 3, 4 y 5), y “Mopsi, te odio”, de Eduardo Carletti (n° 4). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Parsec </span></i><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">tenía un formato de 20 x 14 cm y 98
páginas por número. El diseño de la revista estuvo a cargo Omar Comin, y no estaba
nada mal, y las profusas ilustraciones de los cuentos eran realizadas
mayormente por el mismo Comin y Pablo Ruina. En los números 3 al 6 también se
publicó una historieta de corte experimental, “Ident”, con dibujos de Comin y
textos de Miguel Doreau, seudónimo de Daniel Rubén Mourelle, que aparecía como
director ejecutivo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">En el
último número de <i>Parsec</i>, el sexto, publicado en noviembre de 1984, se
anunciaba que ya no tendría distribución comercial, que se vendería por
suscripción o retirándola en la oficina de Filofalsía. Previsiblemente, esto no
iba a funcionar y el nivel de suscriptores no alcanzó ni remotamente para
editar un séptimo número. Los cuentos que ya estaban seleccionados pasaron a
integrar una sección en la revista <i>Clepsidra</i>, que también publicaba
Filofalsía,<i> </i>que mezclaba cuentos, poesía, filosofía, ensayos literarios,
entre otras cosas, a partir del número 4 y aproximadamente hasta el 12. En 1986
también apareció la antología <i>Parsec XXI</i>, preparada por Mourelle con
cuentos de autores argentinos, pero parecía más un desprendimiento de <i>Clepsidra
</i>que de <i>Parsec.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYgM75GIkq9fy4J3dtR-5SwyvHGNo97O-OqfpOJ0EJLUe2A0iqQZCnQGsDdOMTkmgsNGUSGSmGndRfK00i5TxWwR5IAMrDPmNgZGJ4I-qyP6cqff3VlL76-1WYXtFn05bEPEA6fkFvBZZkPsbXnlDJf8li-L_ri8dDyDYpUI3lTTfJCOG5P5Rn6msz/s259/parsec6.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="259" data-original-width="194" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYgM75GIkq9fy4J3dtR-5SwyvHGNo97O-OqfpOJ0EJLUe2A0iqQZCnQGsDdOMTkmgsNGUSGSmGndRfK00i5TxWwR5IAMrDPmNgZGJ4I-qyP6cqff3VlL76-1WYXtFn05bEPEA6fkFvBZZkPsbXnlDJf8li-L_ri8dDyDYpUI3lTTfJCOG5P5Rn6msz/w150-h200/parsec6.jpg" width="150" /></a></div><br />Está claro
que <i>Parsec </i>no tuvo suerte en el momento en que se publicó. La revista
podría haber tenido una sobrevida mucho mayor si las condiciones de la economía
argentina hubieran sido más estables. Pera también es cierto que no se calculó
con realismo las posibilidades del mercado editorial para una publicación de
sus características. También hay que mencionar que tuvo problemas de
distribución, como toda producción independiente, y que fue pésima la impresión
de varios números, al punto en que había que revisar cada ejemplar porque se
podían encontrar páginas en blanco, repetidas, faltantes, invertidas, etc.
Cuando se saldó años después la mayoría de los ejemplares estaban fallados. Hoy
se pueden encontrar los seis números en el mercado de usados sin demasiada
dificultad y a precios accesibles. <o:p></o:p><p></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-33216907882427594142023-01-24T20:32:00.002-03:002023-01-24T20:32:55.019-03:00Las colecciones de ciencia ficción (III): Emecé, segunda parte, por Luis Pestarini<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_hsHsWblwOHeSXlXC9iF_mfWHnlcSJ2zsRpoa358KwSLGQI7S0kIUR8HzUr1Bz7P-840s80_loCdcpWwTCF0PLoLRAQlKAGzUjOA0qQge4HoON6O0KSrYhWhhUTdT19qb-3dQvP4cHkS6t3-8T2_ylfanTC-wSM2fPeWjqMfeRU3UJ5_V-gvIFBIK/s267/emec%C3%A9%2015.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="267" data-original-width="189" height="267" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_hsHsWblwOHeSXlXC9iF_mfWHnlcSJ2zsRpoa358KwSLGQI7S0kIUR8HzUr1Bz7P-840s80_loCdcpWwTCF0PLoLRAQlKAGzUjOA0qQge4HoON6O0KSrYhWhhUTdT19qb-3dQvP4cHkS6t3-8T2_ylfanTC-wSM2fPeWjqMfeRU3UJ5_V-gvIFBIK/s1600/emec%C3%A9%2015.jpg" width="189" /></a></div><br /><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt;">15. </span><span lang="ES" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt;">Asimov, Isaac. <i>Lo mejor de Isaac Asimov: elegido por
Isaac Asimov </i>(The best of Isaac Asimov, 1973) 1976. 338 p. Traducido por
Clive N. Hibbert. Contiene: Varados frente a Vesta. Al caer la noche. Tobogán
C. A la manera marciana. La profundidad. Cómo se divertían. La última pregunta.
El pasado muerto. La noche agonizante. Aniversario. La bola de billar.
Espejo-imagen.</span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">La obra de Asimov
(1920-1991) está considerada como la quintaesencia de la ciencia ficción, con
lo que él mismo estaría de acuerdo, pero el paso del tiempo ha dejado sus
marcas y la va ubicando en un lugar más modesto. Esta selección reunida por el
mismo Asimov es una excelente muestra de su talento y una muy buena puerta de
entrada para neófitos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">16. <span style="mso-no-proof: yes;">Herbert, Frank. <i>Proyecto 40 </i>(Hellstrom’s hive,
1973) 1976. 291 p. Traducido por Thamara Hormaechea.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">Aunque
poco conocida, esta novela está considerada como la obra más elaborada y
lograda de Herbert (1920-1986) después de la serie “Dune”. Curiosamente el
título bajo el que se publicó en español es el mismo bajo el cual se serializó
en la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Galaxy</i>, y no el de la
edición en libro. Presenta una suerte de experimento entomológico con una
colonia humana subterránea<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que vive de
acuerdo a los principios de un panal de abejas, donde la comunidad es más
importante que el individuo. Según señala John Clute en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Encyclopedia of Science Fiction</i>: “La novela señala las
contradicciones de una sociedad que, en sus propios términos, es una utopía
exitosa, pero desde un punto de vista humano externo es horrorífica”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL_FCb8gHcPAYHzbsFHVS3HIYSUPmubgw4fTwFhg0Jr6e-qyp_AhOLYbVMeQzGiux9TNyLYvltDAdJDlI-rEQ_RQtLImITLJXOxiLt88j7ZMLsRAUFiGnulccD42vUZJLPo1NTdtAjpHdsrecnw1xpVOaIR5A-OmBbnMvJ0-pZ8nGUCQg4tXStlR72/s500/emec%C3%A9%2017.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="337" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL_FCb8gHcPAYHzbsFHVS3HIYSUPmubgw4fTwFhg0Jr6e-qyp_AhOLYbVMeQzGiux9TNyLYvltDAdJDlI-rEQ_RQtLImITLJXOxiLt88j7ZMLsRAUFiGnulccD42vUZJLPo1NTdtAjpHdsrecnw1xpVOaIR5A-OmBbnMvJ0-pZ8nGUCQg4tXStlR72/w135-h200/emec%C3%A9%2017.jpg" width="135" /></a></div><br />17. Sturgeon,
Theodore. <i>Nuevamente Sturgeon </i>(Sturgeon is alive and well..., 1971)
Buenos Aires: Emecé, 1976. 299 p. (Ciencia ficción, 17) Traducido por Thamara
Hormaechea. Contiene: De aquí y el caballete. Escultura lenta. ¡Eres tú! Hay
que cuidar a Joey. El cajón. La muchacha que sabía lo que querían decir. El
punto débil de Jorry. ¡No es nada! Zapatos marrones. El tío Fremmis. El esquema
de Dorne. Suicidio.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">La carrera literaria de
Sturgeon (1918-1985) entró en franca decadencia a comienzos de los años
sesenta, período al que pertenecen casi todos los relatos de este volumen. A
pesar de ello, “Escultura lenta” ganó los premios Hugo y Nebula, probablemente
un reconocimiento más a toda su carrera que a este relato en particular. Para
leer a Sturgeon en versiones cortas mucho mejor comenzar con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Regreso </i>o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La fuente del unicornio</i>, donde se muestra en todo su esplendor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">18. <span style="mso-no-proof: yes;">Clarke, Arthur C. <i>Alcanza el mañana </i>(Rearch for
tomorrow, 1956) 1976. 200 p.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Traducido
por Alberto L. Galimidi. Contiene: Partida de rescate. Un paseo en la
oscuridad. El enemigo olvidado. Error técnico. El parásito. Los fuegos
interiores. El despertar. Problema con los nativos. La maldición. Flecha del
tiempo. Júpiter Cinco. Los poseídos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">A
mediados de los setenta, Clarke estaba en pleno ascenso de popularidad gracias
a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">2001, Una Odisea Espacial</i> de
Kubrick y al éxito que había conseguido con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cita
con Rama</i>, por ende cualquier libro que lo tuviera como autor tenía
garantizada buenas ventas. Esta es la explicación por la que se publicó este
libro, que ya tenía más de dos décadas en su edición en inglés, que no incluye
ninguno de los cuentos memorables. Los doce relatos fueron publicados entre
fines de los años cuarenta y principios de los cincuenta y la mayoría pasa sin
pena ni gloria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">19. </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;">Asimov, Isaac, comp. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ganadores
del premio Hugo </i>(The Hugo winners, 1971) 1977. 283 p. Traducido por Alberto
L. Galimidi. Contiene: Señores de dragones, Jack Vance. Soldado, no preguntes,
Gordon R. Dickson. Estrella neutrónica, Larry Niven. El tiempo considerado como
una hélice de piedras semipreciosas, Samuel R. Delany.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;">Segunda parte del volumen <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The
Hugo Winners</i>, cuya primera parte se publicó como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los mejores cuentos de ciencia ficción </i>en la edición sexta de esta colección.
Como el primero, es una lectura muy recomendable. De ambos volúmenes quedaron
afuera suficientes relatos como para armar un tercer libro, que nunca fue
publicado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">20. <span style="mso-no-proof: yes;">Hoyle, Fred y Geoffrey. <i>En el espacio profundo </i>(In
deepest space, 1974) 1977. 255 p. Traducido por María Rezzano de Martini.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">Tan sin rumbo parecía
de a ratos la selección de libros de la colección que publicaron esta novela, que
es secuela de otra, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rockets in Ursa Major
</i>(1969), inédita en español hasta hoy. Es una space opera didáctica que
incluye una suerte de visita guiada por un alienígena a través de un agujero
negro. Olvidable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">21. <span style="mso-no-proof: yes;">Clarke, Arthur C. <i>Regreso a Titán </i>(Imperial
Earth, 1975) 1977. 293 p. Traducido por J. Ferrer Aleu.</span> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">Clarke creía que esta
era su obra maestra, el libro por el cual sería recordado, por encima de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El fin de la infancia</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cita con Rama </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">2001, una odisea espacial</i>. Narra el periplo de un representante de
la casa gobernante de Titán, una suerte de monarquía, que viaja a la Tierra con
motivo de los 500 años de la independencia de Estados Unidos, en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>2276. En la novela hay recurrentes
reflexiones y especulaciones sobre el futuro que, en parte, han quedado muy
lejos de concretarse a menos de medio siglo de su publicación. Melodramática de
a ratos, al menos cuando se publicó era la novedad más reciente de su autor.
Vale resaltar que hay alguna sugerencia de que el protagonista tiene una
relación homosexual, por lo que fue prohibido en algunas escuelas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">22. <span style="mso-no-proof: yes;">Priest, Christopher. <i>La máquina espacial </i>(The
space machine, 1976) 1977. 315 p.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Traducido por Claudia A.</span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrOkoG6Iep9hyTMx7jotaSqyrsF7VKGIKmOW9Q1c8dSWaCgBhjHywiWNYUPrlmjnD69xF_s5WwWJLDNNNKBZtoqNGghi6fNnJcOdD-xZUKwjYL5lPhaOmDAlBYlMrRejSjQ_BcpJ4fEWjb7ATDmWuVrE8Qk6ZzJRniwgwJZzVi-zRA47Z0VCk2FTJd/s243/emec%C3%A9%2022.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="243" data-original-width="169" height="243" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrOkoG6Iep9hyTMx7jotaSqyrsF7VKGIKmOW9Q1c8dSWaCgBhjHywiWNYUPrlmjnD69xF_s5WwWJLDNNNKBZtoqNGghi6fNnJcOdD-xZUKwjYL5lPhaOmDAlBYlMrRejSjQ_BcpJ4fEWjb7ATDmWuVrE8Qk6ZzJRniwgwJZzVi-zRA47Z0VCk2FTJd/s1600/emec%C3%A9%2022.jpg" width="169" /></a></div><br /> Hortas.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">Esta novela es un
homenaje a la literatura de Wells y, en particular, a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La máquina del tiempo </i>y a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
guerra del mundo</i>. El homenaje llega al punto de recrear la forma de narrar
del autor inglés y a definir un ambiente donde conviven tecnologías muy
diferentes como el tren a vapor y el viaje a otro planeta. Cuando la trama
transcurre en Marte, se vislumbra el cómo y los por qué de la famosa invasión.
Sin proponérselo, es un auténtico antecedente del steampunk. Mucho trabajo
detrás del libro que resulta finalmente poco sustancioso porque parece más
concentrado en el juego/homenaje a Wells pero sin su crítica social ni su
especulación política.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt;">23. <span style="mso-no-proof: yes;">Harrison, Harry. <i>Catástrofe en el espacio </i>(Skyfall,
1976) 1977. 296 p. Traducido por Edith Zilli.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">En
tiempos de cine catástrofe también medraron las novelas catástrofe, género al
que pertenece este libro. Una gigantesca nave espacial se avería en el espacio
y comienza un lento descenso orbital sin control. Su contacto con la Tierra va
a provocar una explosión mayor que una bomba atómica. Los tripulantes y los
equipos en tierra, soviéticos y yanquis, hacen frenéticos esfuerzos por evitar
que eso pase. Y allí están el cinismo y el oportunismo de los malos de turno:
los políticos. No sale de lo convencional pero está bien hecha.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi76Aa0Xos7CrERIJ7sZ4KWI4l2gNUv8EItlxA_dZMykJCekupy2AZlf3D6LNupCvXnwrnDUjFsKC-H47Hen4YFoVPB8zVl3ZP0kqN81M11unRqj-kFU5TkLm_-UQCYOtMaFFkBVCVNPvmwkK6IejevS-mD8MNMS8NIQldNw_Kb8pideDbXpKsx5BHB/s469/emec%C3%A924.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="469" data-original-width="321" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi76Aa0Xos7CrERIJ7sZ4KWI4l2gNUv8EItlxA_dZMykJCekupy2AZlf3D6LNupCvXnwrnDUjFsKC-H47Hen4YFoVPB8zVl3ZP0kqN81M11unRqj-kFU5TkLm_-UQCYOtMaFFkBVCVNPvmwkK6IejevS-mD8MNMS8NIQldNw_Kb8pideDbXpKsx5BHB/w137-h200/emec%C3%A924.jpg" width="137" /></a></div><br />24.
Silverberg, Robert. <i>Sadrac en el horno </i>(Shadrach in the furnace, 1976)
1978. 284 p. Traducido por Claudia Muscat.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">Silverberg
es tal vez el escritor más prolífico dentro de la ciencia ficción <i style="mso-bidi-font-style: normal;">de calidad</i>. Lleva publicando desde 1952
y su período más creativamente exitoso fue entre fines de los sesenta y
mediados de los setenta, cuando por disconformidad con el tratamiento editorial
que recibía su obra, dejó de escribir durante cuatro años. Esta novela es la
última que publicó antes de esa pausa y está ambientada en un futuro en el
cual, gracias a catástrofes naturales y ambientales, ha cambiado la faz de la
Tierra, sobre la que se extiende un imperio dirigido por un tirano mongol. Está
narrado por el médico personal del tirano, Sadrac Mordecai, y siempre muestra
un contrapunto muy matizado en la relación entre el hombre más poderoso del
mundo y el único hombre que tiene poder sobre él, ya que le brinda sobrevida a
través de tratamientos y trasplantes. Es una novela menor del mejor Silverberg,
e irregular, pero intensa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">25.
Niven, Larry. <i>Un mundo fuera del tiempo </i>(A world out of time, 1976)
1978. 224 p. Traducido por Edith Zilli.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">Niven
(1938) es un adalid de la ciencia ficción dura y tal vez el escritor más
sobrevalorado del género. De imaginación vívida, las tramas de sus novelas
suelen presentar fuertes inconsistencias, adornadas por personajes poco
definidos y bastante infantiles. Esta obra en particular tiene como disparador
el despertar del protagonista en un nuevo cuerpo, distinto al propio que había
sido criogenizado en su agonía. Sus salvadores le encargan una misión galáctica
que traiciona para dedicarse a la exploración espacial, regresando por fin a la
Tierra, en un lejano futuro donde el planeta es irreconocible. Niven tiene
libros mejores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">26.
Strugatsky, Arkadi; Strugatsky, Boris. <i>Picnic extraterrestre </i>(Piknik na
obochone/Skazka o troike, 1977) 1978. 248 p. Traducido por Edith Zilli.
Contiene: Picnic extraterrestre. Leyendas de la Troika.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">El
libro está compuesto por dos novelas cortas traducidas del inglés. Una de
ellas, “Picnic extraterrestre”, es probablemente el mejor texto de ciencia
ficción rusa conocido en español. Gira en torno a seis extrañas zonas que
aparecen en la Tierra donde las leyes fìsicas no se aplican del mismo modo y
donde se encuentran objetos de probable origen extraterrestre. La historia
narra las actividades de los exploradores que ingresan ilegalmente para
recuperar estos objetos y comercializarlos en el mercado negro. Es la base para
la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Stalker </i>de Andrei
Tarkovsky. La otra novela corta, “Leyendas de la Troika”, es una oscura
narración sobre el peligro de que la burocracia se torne dominante, un tema
frecuentado por los hermanos. Arkadi (1925-1991) y Boris Strugatsky (1931-2012)
tienen una obra consistente, original y comprometida que debería ser mejor
conocida en nuestra lengua.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">27. </span><span lang="EN-GB" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: EN-GB; mso-no-proof: yes;">Priest, Christopher. <i>Sueño programado </i>(A dream
of Wessex, 1977) 1978. </span><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">226 p. Traducido por Daniel Yagolkowski.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">A
comienzos de los ochenta realizan un experimento en el cual treinta y nueve
personas intelectualemente brillantes son dormidas y se los proyecta en una
realidad virtual consensuada en su imaginación, ambientada ciento cincuenta
años en el futuro, sin recuerdos de su presente. La intención es explorar la
sociedad que construyen y qué se puede aplicar en la sociedad del presente.
Claro, esa es la intención del experimento, no del libro, que es una
exploración del proceso creativo. La trama es compleja pero aún así resulta una
lectura estimulante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">28.
Bulychev, Kirill. <i>Media vida en el espacio </i>(</span><i><span style="background: white; color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-color-alt: windowtext;">Люди как люди</span></i><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">, 1975) Prólogo por
Theodore Sturgeon. 1979. 213 p. Traducido al inglés por Helen Saltz Jacobson.
Contiene: Media vida. Yo fui el primero en hallarlos. Protesta. Por favor,
¿podría hablar con Nina? El ciervo rojo, el ciervo blanco. La doncella de
nieve. El primer estrato de la memoria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 10.0pt; mso-no-proof: yes;">Este
libro tiene varias curiosidades. Es uno de los pocos que no fue reeditado
nunca, no hace referencia al traductor al español (la que figura es la
traductora del ruso al inglés) y, claro, es el último de la colección. Bulychev
(1934-2003) fue uno de los mejores escritores soviéticos/rusos modernos. La
selección es variada en cuanto a calidad pero ofrece una interesante visión no
occidental del género. El prólogo de Sturgeon aporta muy poco a la edición.<o:p></o:p></span></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-50816418646733935872023-01-03T20:34:00.000-03:002023-01-03T20:34:28.303-03:00El escritor de ciencia ficción que anticipó la bomba atómica y casi termina preso, por Luis Pestarini<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKTnFLZNxz0rWhRJCJUmdgB4S-nzvFrqf6fZlLhmce5Rw6p129_96H8SjJt6r0QsE7HCIARTYLvPd_uIyz5AeXQEYhynvWwHq7DHueKASRS_FnpNDLVci7l7iZ2-zf8tMCk9adgsmYHSC0EFIa_WvWEzgSRP9xMRyZQOpZ5VDZJLZshwEDCNUjVsCB/s248/cartmill.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="248" data-original-width="180" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKTnFLZNxz0rWhRJCJUmdgB4S-nzvFrqf6fZlLhmce5Rw6p129_96H8SjJt6r0QsE7HCIARTYLvPd_uIyz5AeXQEYhynvWwHq7DHueKASRS_FnpNDLVci7l7iZ2-zf8tMCk9adgsmYHSC0EFIa_WvWEzgSRP9xMRyZQOpZ5VDZJLZshwEDCNUjVsCB/s1600/cartmill.jpg" width="180" /></a></div><br />Los
aficionados a la ciencia ficción con cierto recorrido nos hemos topado más de
una vez con la historia sobre “Deadline”, un cuento de Clive Cartmill publicado
en 1944, que atrajo la atención de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos porque
anticipaba la invención de la bomba atómica. El relato, literariamente
irrelevante, tiene una versión en español como “Tiempo límite”, publicado en la
antología <i>La edad de oro 1944-1945</i>, seleccionada por Isaac Asimov y
editada por Martínez Roca en su colección Gran Super Ficción en 1989.<p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Hasta aquí
no pasa de ser una anécdota que avala la capacidad de anticipación de la
ciencia ficción, pero una reciente investigación de Steve Carper publicada en <i>The
New York Review of Science Fiction </i>(</span><a href="https://www.nyrsf.com/2017/06/steve-carper-beyond-deadline-three-additional-wwii-atomic-war-stories-and-the-office-of-censorship.html"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">ver aquí el texto en inglés</span></a><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">) hecha más luz sobre la cuestión. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">En su nota
Carper explica el origen del conflicto. El director de la Oficina de Censura de
los Estados Unidos en plena Segunda Guerra Mundial, Bryon Price, envió la
siguiente nota a más de 2000 diarios y 11000 semanarios, para evitar que se
publicara sobre determinados temas, a saber:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 70.8pt;"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">“Sobre la producción o utilización de la
destrucción de átomos, energía atómica, fisión atómica, división atómica o
cualquiera de sus equivalentes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 70.8pt;"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Sobre el uso con fines militares de radio o
materiales radiactivos, agua pesada, equipos de descarga de alta tensión,
ciclotrones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 70.8pt;"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Sobre los siguientes elementos o cualquiera de
sus compuestos: polonio, uranio, iterbio, hafnio, protactinio, radio, renio,
torio, deuterio.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">La nota no
fue enviada a las revistas literarias porque nadie consideró que pudiera haber
un conflicto en ellas, y probablemente también desconocían la existencia de las
revistas <i>pulp</i> de ciencia ficción. Hacia septiembre de 1944, el equipo
del Proyecto Manhattan había detectado 77 violaciones a la norma, informándolas
a la Oficina de Censura. Si bien había antecedentes de especulación sobre la
energía atómica tan lejanos como 1895 en la novela <i>The Crack of Doom </i>de
Robert Cromie, era un tema que sólo aparecía en relatos de ciencia ficción. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Para
contextualizar conviene recordar que un joven John W. Campbell había asumido la
dirección de <i>Astounding </i>en 1938 y había convertido a la revista en la
primera publicación del género auténticamente para adultos, alternando relatos
de los futuros participantes de una era dorada del género (Asimov, Heinlein,
Sturgeon, entre otros), con otros profesionales del oficio que sólo buscaban sumar
unos dólares. Entre estos últimos estaba Cleve Cartmill (1908-1964), a quien el
mismo Campbell le envió una carta sugiriéndole que escribiera un cuento sobre
una superbomba en agosto de 1943. Después de una serie de intercambios donde
Cartmill le pedía a Campbell más precisiones técnicas (no tenía formación
científica, a diferencia de Campbell, que había estudiado en el MIT),
finalmente le envió “Deadline”, que fue publicado en el número de marzo de 1944
de <i>Astounding.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">La historia
cuenta las aventuras de un agente que es enviado detrás de las líneas enemigas
para destruir una bomba atómica. Hay mucha información técnica, casi textual de
cómo la había enviado Campbell, que no le suma nada a la trama pero pretende
dar un soporte científico. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Poco
después de su publicación, se presentó inesperadamente en la oficina de
Campbell un agente del</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNXmCthIZbryck4gudrnAvu6yJblOboQlr_RYsgoBtETk0IjZ-mejwoD-aAB0rGER2P3Oi_QdXotUJ_E8Cu0eS8yziz2TZ1x7xnEhSLef8VJ_p3eGCJJkL4jvymyqfr-AIqKm7PIeHAepn3xvfvPgORVOQHHIhQxuLeuVoTaZb1g59yfxpq7pNyQ9S/s1488/deadline02.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1488" data-original-width="942" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNXmCthIZbryck4gudrnAvu6yJblOboQlr_RYsgoBtETk0IjZ-mejwoD-aAB0rGER2P3Oi_QdXotUJ_E8Cu0eS8yziz2TZ1x7xnEhSLef8VJ_p3eGCJJkL4jvymyqfr-AIqKm7PIeHAepn3xvfvPgORVOQHHIhQxuLeuVoTaZb1g59yfxpq7pNyQ9S/s320/deadline02.jpg" width="203" /></a></div><br /> Cuerpo de Contrainteligencia, Arthur Riley, con la
intención de averiguar de dónde había tomado la información el autor del cuento.
Las sospechas de Riley se dispararon cuando se enteró que Campbell había
almorzado recientemente con Edgar Norton, que había realizado varias tareas
para Bell Labs, empresa fuertemente involucrada en el Proyecto Manhattan, y con
Will Jenkins (el escritor de ciencia ficción Murray Leinster), que había sido
investigado por otro cuento un par de años antes.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Norton y
Jenkins fueron entrevistados por separado para saber qué opinaban del cuento de
Cartmill: el primero dijo que era una historia infantil mientras que Jenkins
dijo que era muy bueno, pero ambos subrayaron que técnicamente era muy sólido y
que la información presentada allí se podía encontrar en cualquier biblioteca.
Mientras tanto se estableció un seguimiento de Cartmill, interceptando su
correo postal y controlando sus movimientos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Entrevistado
en dos oportunidades por agentes de seguridad, Cartmill terminó presentando las
cartas de Campbell donde le ofrecía los datos técnicos que volcó en el relato y
que desataron la inquietud de las fuerzas de contrainteligencia. Campbell, de
quien nadie podía dudar de su rancio patriotismo, fue amenazado con que si
volvía a publicar un relato sobre energía atómica o alguna de sus derivaciones,
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se le prohibiría enviar <i>Astounding </i>por
correo, lo que significaría la quiebra automática de la revista. Después se
supo que todo había escalado cuando un teniente coronel de la División de
Inteligencia y Seguridad en Oak Ridge, Tennesse, W. B. Parsons, donde se
generaba uranio purificado, había consultado a sus técnicos sobre la
información científica del relato, que le contestaron que, si bien era pública,
reunirla y acomodarla como se presentaba era altamente sospechoso y sólo lo
podría hacer un experto. Campbell había asistido a un taller sobre energía
atómica cuando estudiaba en el MIT. Finalmente la cuestión fue desestimada y se
consideró que todo el esfuerzo y recursos destinados a investigar una supuesta
filtración de información habían sido desperdiciados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Apenas
terminada la guerra, Jenkins aprovechó para publicar la primera novela sobre un
mundo devastado tras un holocausto nuclear, <i>The Murder of the U. S. A. </i>(<i>Atentado
a los Estados Unidos. </i>Barcelona: EDHASA, 1956. Nebulae, 28). Y llegó a
afirmar que si el enemigo hubiera leído las revistas de ciencia ficción podría
haber ganado la guerra. Cartmill estuvo cinco años sin publicar nada en
revistas del género y luego lo hizo esporádicamente. Campbell continuó
dirigiendo <i>Astounding </i>hasta su muerte en 1971, ya con el nombre de <i>Analog</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">Carper, el
autor del artículo sobre el que se basa la información aquí presentada,
identificó otros tres textos que infringieron la normativa de censura, todos
considerados como ciencia ficción pero publicados fuera de los medios asociados
al género. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal">© Luis
Pestarini</p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-MX"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><br /></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-20381889694421939302022-08-05T20:35:00.002-03:002022-08-05T20:35:52.361-03:00Sobre la supuesta respuesta de Lenin a "La máquina del tiempo", por Patrick Parrinder<p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC7ZVgP9ykm9dZ9ekLcIbDW_uBioxa0pPt1_DNan53FDXshBkDK2Pb7TloDdpcCKa3GoX5ea_UZ3hf5TjCJeem5WOv0YVb06_HCxZjJa1IoCv5G_pJ9x0c42cpDDLlAdv3nTD4MRaSsxGHLVtN2UFPreIHaYO-e29DqV93n7kwkWS4nMS2lkvI80K8/s620/Lenin.webp" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="330" data-original-width="620" height="170" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC7ZVgP9ykm9dZ9ekLcIbDW_uBioxa0pPt1_DNan53FDXshBkDK2Pb7TloDdpcCKa3GoX5ea_UZ3hf5TjCJeem5WOv0YVb06_HCxZjJa1IoCv5G_pJ9x0c42cpDDLlAdv3nTD4MRaSsxGHLVtN2UFPreIHaYO-e29DqV93n7kwkWS4nMS2lkvI80K8/s320/Lenin.webp" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lenin</td></tr></tbody></table><br />Hay una supuesta cita de
V. I. Lenin sobre el potencial impacto humano de los viajes espaciales y las
comunicaciones interplanetarias que surge frecuentemente y ahora es un elemento
estándar en la historia cultural de la Revolución Rusa. Muchos eruditos
literarios la han repetido, incluido quien firma (Parrinder 135).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">La primera y más completa
versión en inglés de la cita de Lenin se encuentra en la traducción de Moura
Budberg de <i>The Life and Thought of H.G. Wells</i> (1966) de Julius
Kagarlitski, donde, en medio de una discusión sobre <i>La máquina del tiempo</i>,
nos encontramos con lo siguiente:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">“En 1920, después de una conversación
con Lenin, Wells escribió una nota que se publicó recientemente, después del
vuelo soviético a la Luna. “Lenin dijo”, escribió Wells, “que al leer <i>La
máquina del tiempo</i> entendió que las ideas humanas se basan en la escala del
planeta en el que vivimos: se basan en la suposición de que las potencialidades
técnicas, a medida que se desarrollan, nunca podrán sobrepasar 'el límite
terrenal'. Si logramos tomar contacto con otros planetas, todas nuestras ideas
filosóficas, sociales y morales tendrán que ser revisadas y se pondrá fin a la
violencia como medio inevitable de progreso”. (46)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Sin embargo, el libro de
Kagarlitski, que fue publicado originalmente tres años antes en ruso, no tiene
notas ni referencias. La "publicación reciente" a la que se refiere
es evidentemente un artículo de Elizaveta Drabkina aparecido por primera vez en
el número de diciembre de 1961 de <i>Novy Mir</i>, reimpreso en <i>Izvestia</i>
22. (Darko Suvin, quien en <i>Metamorfosis de la ciencia ficción</i> [287]
resume los supuestos comentarios de Lenin, confirmó en una comunicación privada
que ésta fue la fuente). Pero ¿de dónde obtuvo Drabkina esta información? Ella
misma afirma que la "nota" olvidada de Wells había sido rescatada de
los archivos por el diario francés <i>Paris-presse l'intransigeant</i>, algo
que al poeta y miembro del Partido Comunista Louis Aragon le había llamado la
atención. ¡Esta "nota", sin duda escrita en inglés, que registraba lo
que había dicho en su inglés fluido el líder soviético, aparentemente había sido
traducida al francés y al ruso antes de ser traducida nuevamente a su idioma
original! Cabe añadir que la versión del <i>Paris-presse</i>, que aparece en un
recuadro de texto bajo el título “Ce qu'en pensait Lénine” [Lo que pensaba
Lenin], era parte de la cobertura del periódico, en primera plana, del
lanzamiento del cohete Luna-2 el 15 de septiembre de 1959, y está redactada en
un francés notablemente idiomático.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">No hay registro oficial de
la conversación entre Lenin y Wells, que tuvo lugar en el Kremlin el 6 de
octubre de 1920, con otras dos personas presentes. Tampoco, que yo sepa, los
biógrafos de Lenin o Wells han citado la supuesta respuesta del primero a <i>La
máquina del tiempo</i>. Wells regresó a Londres casi inmediatamente después de
la reunión, pasando por San Petersburgo, donde, casualmente, compartió sus
impresiones sobre Lenin con una nueva relación, quien finalmente se convertiría
en su compañera por mucho tiempo, Moura Budberg. (Desafortunadamente, la
participación de esta última como traductora de Kagarlitski no agrega nada para
autentificar los comentarios de Lenin.) El relato de Wells sobre su encuentro
con Lenin fue publicado casi de inmediato, por entregas, en el <i>Sunday
Express</i>, y se incluyó en su libro <i>Rusia en las sombras</i> a fin de año con
el nombre “El Soñador en el Kremlin” (123-42). Esta crónica no menciona ni <i>La
máquina del tiempo</i> ni la comunicación interplanetaria. Tampoco se mencionan
en los diarios de la escultora británica Clare Sheridan, quien habló con Wells
inmediatamente después de que abandonara el Kremlin, y con el mismo Lenin al
día siguiente. Sheridan, sin embargo, registra que Lenin le dijo el 7 de
octubre que había leído parte de <i>Joan y Peter</i> (1918) pero nada de la ciencia
ficción de Wells (102-103, 108). Que yo sepa, nunca se ha encontrado ninguna
otra "nota" de Wells de su conversación con Lenin.<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0QXOmtfE4_veleo9J3zWKUA9tSx1s3t3A4QCJXdKlu0xTPRL9RLAKuH7DHCsQwIMH9c3uELyzOL01ABXBdIS-LBnDkHr-C4rUKhvlm7rgEZgHtPiIbhSXzi9PQUlUwo_mn8P-vBh5ZQ7UKo_AfGiuX5lYE8VVnho3X8u9z8isCh8R-dF6o3orYRkC/s599/Wells.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="389" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0QXOmtfE4_veleo9J3zWKUA9tSx1s3t3A4QCJXdKlu0xTPRL9RLAKuH7DHCsQwIMH9c3uELyzOL01ABXBdIS-LBnDkHr-C4rUKhvlm7rgEZgHtPiIbhSXzi9PQUlUwo_mn8P-vBh5ZQ7UKo_AfGiuX5lYE8VVnho3X8u9z8isCh8R-dF6o3orYRkC/s320/Wells.jpg" width="208" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Wells</td></tr></tbody></table><br /><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Desde un punto de vista
literario, los comentarios de Lenin manifiestamente suenan falsos ya que <i>La
máquina del tiempo</i> (1895), a diferencia de varios trabajos posteriores de
Wells, no hace referencia a posibles comunicaciones interplanetarias o viajes
espaciales. Pero esto no ha impedido que los académicos repitan estos
comentarios y, en algunos casos, agreguen nuevos errores. Por ejemplo, Mark
Steven (175, 241n) atribuye la “anécdota” de Lenin a Máximo Gorki, como
resultado de una mala lectura de una nota de la especialista rusa Susan
Buck-Morss (44, 296n), quien cita a su vez a otro especialista ruso, Richard Stites
(42, 263n). Algunos de estos académicos, incluido Darko Suvin, se han propuesto
explicar por qué, en medio de una terrible hambruna y una guerra civil, el
líder soviético pudo haber encontrado tiempo para pensar en un futuro
interplanetario. Pero lo que nadie, incluidos los especialistas rusos, notó es
que el propio Kagarlitsky reiteró la cita de Lenin en un breve artículo
publicado en 1970 en la revista <i>Voprosy Literatury</i> de la Unión de
Escritores Soviéticos, una fuente nada oscura. Allí escribió que se le preguntó
a <i>Paris-presse</i> de dónde habían tomado la información, pero no
respondieron. (El periódico cerró en 1970.) Kagarlitski concluyó —quizás para
profunda decepción de aquellos que soñaron con un Lenin que fuera capaz de
dudar ideológicamente de sí mismo e interesarse en la posibilidad del viaje
espacial— que los comentarios de Lenin no tenían ninguna base fáctica (1970,
244). ¿Toda esta historia no fue más que la inspiración de última hora de un
escritor parisino ansioso por llenar la primera plana? Es muy probable que
nunca lo sepamos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">NOTA: Estoy profundamente
agradecido a Galya Diment y Vitaly Babenko por identificar y comentar algunas
de las fuentes anteriores, y también por las traducciones del ruso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif;">Obras mencionadas<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Buck-Morss,
Susan. </span></strong><em><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">Dreamworld and Catastrophe: The Passing of Mass Utopia in East and
West</span></b></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">. 2000. Cambridge, MA: MIT P, 2002.</span></strong><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"><br />
</span></b><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">“Ce qu’en pensait Lénine</span></strong><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">.</span></strong><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">”</span></strong><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"> </span></strong><em><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">Paris-presse l’intransigeant</span></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;"> (15
Sep. 1959): 1.</span></strong><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"><br />
</span></b><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Drabkina, E. “Nevozmozhnego niet!” [No es imposible]. </span></strong><em><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">Novy Mir</span></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;"> 12
(1961): 6-10.</span></strong><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"><br />
</span></b><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Kagarlitski, J. “Chital li Lenin Wellsa?” [¿Lenin leyó a
Wells?] </span></strong><em><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">Voprosy Literatury<b> </b></span></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">10
(1970): 244.</span></strong><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"><br />
</span></b><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">─────. </span></strong><em><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">The Life and Thought of H.G. Wells</span></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">. Trans.
Moura Budberg. London: Sidgwick and Jackson, 1966.</span></strong><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"><br />
</span></b><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Parrinder, Patrick. </span></strong><em><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">Shadows of the Future: H.G.
Wells, Science Fiction and Prophecy</span></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">. Liverpool: Liverpool UP,
1995.</span></strong><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"><br />
</span></b><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Sheridan, Clare. </span></strong><em><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">Russian Portraits</span></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">. London:
Cape, 1921. </span></strong><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"><br />
</span></b><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Steven, Mark. </span></strong><em><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">Red Modernism: American
Poetry and the Spirit of Communism</span></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">. Baltimore: Johns Hopkins
UP, 2017.</span></strong><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"><br />
</span></b><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Stites, Richard. </span></strong><em><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">Revolutionary Dreams:
Utopian Vision and Experimental Life in the Russian Revolution.</span></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;"> New
York: Oxford UP, 1989.</span></strong><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"><br />
</span></b><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Suvin, Darko. </span></strong><em><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">Metamorphoses of Science
Fiction: On the Poetics and History of a Literary Genre</span></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">. 1979.
Ed. Gerry Canavan. Bern: Peter Lang, 2016.</span></strong><b><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;"><br />
</span></b><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Wells, H.G. </span></strong><em><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif;">Russia in the Shadows</span></em><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">. London:
Hodder and Stoughton, 1920. <o:p></o:p></span></strong></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;"><o:p> </o:p></span></strong></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Tit. Org.: Lenin and <i>The Time Machine<o:p></o:p></i></span></strong></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Publicado originalmente en <i>Science Fiction
Studies </i>n° 135<o:p></o:p></span></strong></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">© 2018 del autor<o:p></o:p></span></strong></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><strong><span style="color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-weight: normal;">Traducido por L. P.</span></strong><b><span style="font-family: "Arial",sans-serif;"><o:p></o:p></span></b></p><br /><p></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-31507355857795384332022-08-05T13:05:00.002-03:002022-08-05T13:06:31.513-03:00El lobizón, por Horacio Quiroga<p><span face="Verdana, "sans-serif"" style="background-color: white;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitwY7zzfo96j0le8YGw9ap5LidwOSGxNPIBcE9CAxKkC_Wbn5razpfITN7qOgF1vdPdKWC__AXll9XbtDaqFXSJyQ6qhALH5uoa-rN0eaVs2dz_S1qyZ6SS6DMcYlzuYhdZXj6boikqmi52bME6SD1EDTttsU2eOw0-LKNCCCdxkmzkjrYu2Zb57Vx/s2000/horacio-quiroga-uruguay-1878-buenos___ogaD1q5xH_2000x1500__1.webp" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="2000" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitwY7zzfo96j0le8YGw9ap5LidwOSGxNPIBcE9CAxKkC_Wbn5razpfITN7qOgF1vdPdKWC__AXll9XbtDaqFXSJyQ6qhALH5uoa-rN0eaVs2dz_S1qyZ6SS6DMcYlzuYhdZXj6boikqmi52bME6SD1EDTttsU2eOw0-LKNCCCdxkmzkjrYu2Zb57Vx/s320/horacio-quiroga-uruguay-1878-buenos___ogaD1q5xH_2000x1500__1.webp" width="320" /></a></div><br />Horacio Quiroga (Salto, Uruguay, 1878-Buenos Aires,
1937) participa del mismo linaje que Edgar Allan Poe. Escribió decenas de
cuentos, muchos de ellos clásicos, reunidos en libros como <i style="background-color: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Cuentos de
amor, de locura y de muerte </i><span face="Verdana, "sans-serif"" style="background-color: white;">(1917), </span><i style="background-color: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">La gallina degollada </i><span face="Verdana, "sans-serif"" style="background-color: white;">(1926)
y </span><i style="background-color: white; font-family: Verdana, "sans-serif";">Más allá </i><span face="Verdana, "sans-serif"" style="background-color: white;">(1935). El horror, el fantástico e incluso la
ciencia-ficción están presentes con frecuencia en sus relatos. “El lobisón”
(1906) es una rareza que nunca fue incluida por Quiroga en sus libros.</span><p></p><p><span face="Verdana, "sans-serif"" style="background-color: white;"><br /></span></p><p><span face="Verdana, "sans-serif"" style="background-color: white;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Una noche en que no teníamos sueño,
salimos afuera y nos sentamos. El triste silencio del campo plateado por la
luna se hizo al fin tan cargante que dejamos de hablar, mirando vagamente a
todos lados. De pronto Elisa volvió la cabeza.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —¿Tiene
miedo? —le preguntamos.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —¡Miedo!
¿De qué?</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —¡Tendría
que ver! —se rió Casacuberta—. A menos...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Esta
vez todos sentimos ruido. Dingo, uno de los perros que dormían, se había
levantado sobre las patas delanteras, con un gruñido sordo. Miraba inmóvil, las
orejas paradas.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —Es
en el ombú —dijo el dueño de casa, siguiendo la mirada del animal. La sombra
negra del árbol, a treinta metros, nos impedía ver nada. Dingo se tranquilizó.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —Estos
animales son locos —replicó Casacuberta—, tienen particular odio a las
sombras...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Por
segunda vez el gruñido sonó, pero entonces fue doble. Los perros se levantaron
de un salto, tendieron el hocico, y se lanzaron hacia el ombú, con pequeños
gemidos de premura y esperanza. Enseguida sentimos las sacudidas de la lucha.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Las
muchachas dieron un grito, las polleras en la mano, prontas para correr.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —Debe
ser un zorro: ¡por favor, no es nada! ¡toca, toca! —animó Casacuberta a sus
perros. Y conmigo y Vivas corrió al campo de batalla. Al llegar, un animal
salió a escape, seguido de los perros.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —¡Es
un chancho de casa! —gritó aquél riéndose. Yo también me reí. Pero Vivas sacó
rápidamente el revólver, y cuando el animal pasó delante de él, lo mató de un
tiro.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Con
razón esta vez, los gritos femeninos fueron tales, que tuvimos necesidad de
gritar a nuestro turno explicándoles lo que había pasado. En el primer momento
Vivas se disculpó calurosamente con Casacuberta, muy contrariado por no haberse
podido dominar. Cuando el grupo se rehizo, ávido de curiosidad, nos contó lo
que sigue. Como no recuerdo las palabras justas, la forma es indudablemente
algo distinta.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —Ante
todo —comenzó— confieso que desde el primer gruñido de Dingo preví lo que iba a
pasar. No dije nada, porque era una idea estúpida. Por eso cuando lo vi salir
corriendo, una coincidencia terrible me tentó y no fui dueño de mí. He aquí el
motivo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75"
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alt="Descripción: https://web.archive.org/web/20120217213650im_/http:/www.revistacuasar.com.ar/0107/ombu.jpg"
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</v:shape><![endif]--><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Pasé,
hace tiempo, marzo y abril en una estancia del Uruguay, al norte. Mis correrías
por el monte familiarizándome con algunos peones, no obstante la obligada
prevención a mi facha urbana. Supe así un día que uno de los peones, alto,
amarillo y flaco, era lobisón. Ustedes tal vez no lo sepan: en el Uruguay se
llamaba así a un individuo que de noche se transforma en perro o cualquier
bestia terrible, con ideas de muerte.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> De
vuelta a la estancia fui al encuentro de Gabino, el peón aludido. Le hice el
cuento y se rió. Comentamos con mil bromas el cargo que pesaba sobre él. Me
pareció bastante más inteligente que sus compañeros. Desde entonces éstos
desconfiaron de mi inocente temeridad. Uno de ellos me lo hizo notar, con su
sonrisita compasiva de campero:</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —Tenga
cuidao, patrón...</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibNvSK6KI-6a-DtfJ71wzlG1YwRB9Cc-V-RnKgrI9Qfscoyw7mYLF52-yo2vdEQTnjaJVtHrgB31pDA48LtwGyI9IJrQaH_2SD1GE2YKM4-jla2tJLusnnj86LiIuSOL2ToteBT6ipZxvBy3IoNstbm_qW5qD8mEHCZChAt63v4pAeQVJEQxTn81F1/s400/lobiz%C3%B3n.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="332" data-original-width="400" height="166" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibNvSK6KI-6a-DtfJ71wzlG1YwRB9Cc-V-RnKgrI9Qfscoyw7mYLF52-yo2vdEQTnjaJVtHrgB31pDA48LtwGyI9IJrQaH_2SD1GE2YKM4-jla2tJLusnnj86LiIuSOL2ToteBT6ipZxvBy3IoNstbm_qW5qD8mEHCZChAt63v4pAeQVJEQxTn81F1/w200-h166/lobiz%C3%B3n.jpg" width="200" /></a></div><br /><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Durante
varios días lo fastidié con bromas al terrible huésped que tenían. Gabino se
reía cuando lo saludaba de lejos con algún gesto demostrativo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> En
la estancia, situado exactamente como éste, había un ombú. Una noche me despertó
la atroz gritería de los perros. Miré desde la puerta y los sentí en la sombra
del árbol destrozando rabiosamente a un enemigo común. Fui y no hallé nada. Los
perros volvieron con el pelo erizado.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Al
día siguiente los peones confirmaron mis recuerdos de muchacho: cuando los
perros pelean a alguna cosa en el aire, es porque el lobisón invisible está
ahí.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Bromeé
con Gabino.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —¡Cuidado!
Si los bull-terriers lo pescan, no va a ser nada agradable.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —¡Cierto!
—me respondió en igual tono—. Voy a tener que fijarme.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> El
tímido sujeto me había cobrado cariño sin enojarse remotamente por mis
zonceras. Él mismo a veces abordaba el tema para oírme hablar y reírse hasta
las lágrimas.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Un
mes después me invitó a su casamiento; la novia vivía en el puesto de la
estancia lindera. Aunque no ignoraban allá la fama de Gabino, no creían, sobre
todo ella.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —No
cree —me dijo maliciosamente. Ya lejos, volvió la cabeza y se rió conmigo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> El
día indicado marché; ningún peón quiso ir. Tuve en el puesto el inesperado
encuentro de los dueños de la estancia, o mejor dicho, de la madre y sus dos
hijas, a quienes conocía. Como el padre de la novia era hombre de toda
confianza, habían decidido ir, divirtiéndose con la escapatoria. Les conté la
terrible aventura que corría la novia con tal marido.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —¡Verdad!
¡La va a comer, mamá! ¡La va a comer! —rompieron las muchachas.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> —¡Qué
lindo! ¡Va a pelear con los perros! ¡Los va a comer a todos! —palmoteaban
alegremente.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> En
ese tono ya, proseguimos forzando la broma hasta tal punto que, cuando los
novios se retiraron del baile, nos quedamos en silencio, esperando. Fui a decir
algo, pero las muchachas se llevaron el dedo a la boca.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Y
de pronto un alarido de terror salió del fondo del patio. Las muchachas
lanzaron un grito, mirándome espantadas. Los peones oyeron también y la
guitarra cesó. Sentí una llamarada de locura, como una fatalidad que hubiera
estado jugando conmigo mucho tiempo. Otro alarido de terror llegó, y el pelo se
me erizó hasta la raíz. Dije no sé qué a las mujeres despavoridas y me
precipité locamente. Los peones corrían ya. Otro grito de agonía nos sacudió, e
hicimos saltar la puerta de un empujón; sobre el catre, a los pies de la pobre
muchacha desmayada, un chancho enorme gruñía. Al vernos saltó al suelo, firme
en las patas, con el pelo erizado y los bellos retraídos. Miró rápidamente a
todos y al fin fijó los ojos en mí con una expresión de profunda rabia y
rencor. Durante cinco segundos me quemó con su odio. Precipitóse enseguida
sobre el grupo, disparando al campo. Los perros lo siguieron mucho tiempo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Éste
es el episodio; claro es que ante todo está la hipótesis de que Gabino hubiera
salido por cualquier motivo, entrando en su lugar el chancho. Es posible. Pero
les aseguro que la cosa fue fuerte, sobre todo con la desaparición para siempre
de Gabino.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> Este
recuerdo me turbó por completo hace un rato, sobre todo por una coincidencia
ridícula que ustedes habrán notado; a pesar de las terribles mordidas de los
perros —y contra toda su costumbre— el animal de esta noche no gruñó ni gritó
una sola vez.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> </span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p>
<span face=""Verdana","sans-serif"" style="color: #444444; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Publicado originalmente en <i>Caras y Caretas</i>, el 14 de julio
de 1906.</span></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-24731882427581549072022-08-04T20:44:00.002-03:002022-08-04T20:44:46.244-03:00Trabajando con Tarkovsky, por Boris Strugatsky<p> <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTV2_LzsmZEv8j9ANjtfFTp0GyDltT4s7V3WLcRpEDJ913ILpdekdhRAcc0FvgGVNuV8Fwgr9vIv8CTukEjY7sgF7Lgk-dxMlRZdyyZBBx5wwS4hi3OdZ-zpDMAicugC_ydCMzoko6E1l70AcjzHXfbB-NIwxKyx3crvVEaByemRZwj7XmLQlCsm-R/s259/bs.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="194" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTV2_LzsmZEv8j9ANjtfFTp0GyDltT4s7V3WLcRpEDJ913ILpdekdhRAcc0FvgGVNuV8Fwgr9vIv8CTukEjY7sgF7Lgk-dxMlRZdyyZBBx5wwS4hi3OdZ-zpDMAicugC_ydCMzoko6E1l70AcjzHXfbB-NIwxKyx3crvVEaByemRZwj7XmLQlCsm-R/s1600/bs.jpg" width="259" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Boris Strugatsky</td></tr></tbody></table><br /><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Casi todas las versiones del guión de la película </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Stalker</i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"> se perdieron. Comenzamos nuestra
colaboración con Tarkovsky a mitad de 1975. Desde el principio nos esforzamos
en definir nuestro círculo de funciones, nuestro lugar en este proyecto
conjunto de muchos meses. “Estamos felices de trabajar con un genio”, nos
dijimos. Esto significa que debemos poner toda nuestra energía y talento en
crear un guión que satisfaga a nuestro genio tanto como sea posible.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Como dije
y escribí antes, trabajar en el guión de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Stalker</i>
fue increíblemente difícil. El principal problema fue que Tarkovsky, al ser un
director de películas (todavía más que eso: un genio como director de
películas), veía el mundo de un modo distinto al nuestro, y por lo general era
incapaz de hacernos comprender su punto de vista único y fundamentalmente
individual. Cuestiones como ésta no pueden ser transmitidas verbalmente: no hay
palabras para ellas, y parece que es imposible inventarlas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tal vez no
haya necesidad de inventarlas. Las palabras son, después de todo, propiedad de
la literatura, una realidad muy simbolizada, un sistema muy peculiar de
asociaciones, dirigiendo ciertos sentidos. El cine deriva del arte visual y de
la música, y es por completo un mundo real, incluso diría que despiadadamente
real, cuya unidad básica no es la palabra sino el sonido/imagen. De todos
modos, todo esto es teoría y filosofía. En la práctica, el trabajo desciende a
discusiones interminables y agotadoras, que a veces conducen a una
desesperación impotente. El director hace un terrible esfuerzo para explicar lo
que quiere de los escritores, y los escritores se esfuerzan para encontrarle
sentido a una combinación de gestos, palabras, ideas e imágenes, y por último
para desarrollar para sí mismos cómo expresar (en palabras comunes rusas, sobre
una hoja en blanco de papel común) algo único, inusual, necesario y por
completo incomunicable que quieren dejarle claro al director.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En una
situación semejante hay una única aproximación laboral posible: prueba y error.
La discusión lleva a desarrollar un plan aproximado para el guión. Un texto
tiene que ser escrito, evaluado y revisado. A lo que sigue una nueva discusión,
un nuevo plan y una nueva versión… y otra vez deberá rehacerse. Nuevamente será
imposible expresar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en palabras</i> lo que
sin embargo tiene que estar escrito <i style="mso-bidi-font-style: normal;">en
palabras</i> en la siguiente versión del guión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Ay, no
hicimos minutas de esas conversaciones, y ni en la memoria ni en papel hay algo
más que unas pocas anotaciones como ésta: “19 dic., 77 Tarkovsky. Hombre =
Instinto+razón. Hay algo más: alma, espíritu (moral, ética). Lo verdaderamente
Grande puede no tener sentido y ser absurdo: Cristo”. No recuerdo ni
remotamente el sentido en el cual hablamos sobre estos problemas esenciales, o
de por qué hablamos sobre ellos en aquel tiempo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hubo siete
u ocho, incluso puede que nueve, versiones del guión. La última fue escrita en
un ataque de desesperación, después de que Tarkovsky declarara firme e
indudablemente que era la penúltima versión del guión. “Esto es así. Con este <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Stalker </i>no voy a hacer la película de
ninguna manera.” Esto pasó en el verano de 1977. Tarkovsky acababa de terminar
el rodaje de la primera versión de la película, en la cual [Alexander]
Kaidanosvky interpretaba al tosco Alan (el primer Redick Shuchart). De todos
modos, la película se dañó mientras se hacía el rodaje, y Tarkovsky decidió
usar este percance para comenzar todo de nuevo.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjp0VaMH0sWxZHLMK_f0Z00uKykhv4617xmGSHu15DJVNTuRF6svElvy6dd7Xsn5RCQ1DqKE_L5dqDC2vUnb0i7sIuQwbhbuI8PAgSj_idUNI4ZNWrzT7yyUOVn5KZKY-jhGNwbwXOZdKAaFpDxnZnAW2gLo0SdWVLYuIepdVhphciMQMZmSfNuUE0h/s855/stalker.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="855" data-original-width="570" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjp0VaMH0sWxZHLMK_f0Z00uKykhv4617xmGSHu15DJVNTuRF6svElvy6dd7Xsn5RCQ1DqKE_L5dqDC2vUnb0i7sIuQwbhbuI8PAgSj_idUNI4ZNWrzT7yyUOVn5KZKY-jhGNwbwXOZdKAaFpDxnZnAW2gLo0SdWVLYuIepdVhphciMQMZmSfNuUE0h/s320/stalker.jpg" width="213" /></a></div><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Mi hermano
Arkady Natanovich estaba con él en la locación en Estonia. De pronto, sin
ninguna advertencia, apareció en Leningrado y afirmó: “Tarkovsky pretende otra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Stalker”.</i> “¿Otra cómo?” “No lo sé. Y él
tampoco. Otra. Diferente de ésta.” “Pero ¿cuál? Bla bla bla.” “No sé. ¡¡¡Bla
bla bla!!! <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Otra!</i>”. Fue una hora de
desesperación. Un día de desesperación. Dos días de desesperación. Al tercer
día inventamos al Stalker-como-tonto. Tarkovsky se sintió satisfecho y la
película fue rodada nuevamente. El guión final se escribió en dos días, y
Arkady Natanovich se apresuró a regresar a Tallin. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Además de
esta versión final, la tercera (¿o cuarta?) versión del guión también
sobrevivió; fue publicada en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Antología de
CF<a href="file:///C:/Users/pc/Documents/Backup/Blog/Trabajando%20para%20Tarkovsky.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a>
#25</i> en 1981 como “La máquina del deseo”. Por algún milagro, la primera
versión del guión también sobrevivió, y fue publicada en 1983 también como “La
máquina del deseo”, aunque me parece que nuestro título de trabajo original era
“La esfera dorada”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Hablando
en general, la historia de la escritura de un guión cinematográfico es la
historia de la difícil interacción entre escritor y director: un intenso
intercambio de opiniones e ideas que a menudo son incompatibles. En este choque
de aproximaciones creativas, el guionista, creo, debe hacer concesiones, porque
la película es dominio del director, su hijo, su territorio. El escritor,
igualmente creativo, es solo mano de obra contratada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En treinta
años mi hermano y yo tratamos con todas las variantes y versiones de directores
de películas. El tipo más común entre ellos es el entusiasta brillante,
elocuente y por completo seguro de sí mismo. Es rápido. Como un relámpago en un
cielo desierto, de pronto aparece de ninguna parte y baña al autor con ofertas
tentadoras e ideas ingeniosas que estimulan su imaginación. Entonces, otra vez
como un relámpago, desparece en la nada, para siempre y sin dejar rastros. Nos
topamos con un montón de gente así. Pero si vamos a hablar de directores
serios, todos eran muy diferentes entre sí, tan diferentes como sus películas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Andrei
Tarkovsky fue cruel con nosotros, intransigente y malditamente rígido. Todos
nuestros modestos intentos de motín creativo fueron anulados sin piedad. Sólo
una vez, creo, tuvimos éxito en hacerlo cambiar de opinión. Estuvo de acuerdo
en eliminar de la película el “bucle temporal” que habíamos inventado para él:
una repetición monótona de una columna de tanques que había perecido en la
Zona; repetidamente cruzaban un pequeño puente semidestruido. Por algún motivo
este truco le fascinó: se aferró a él hasta el final, y sólo gracias a un
enorme esfuerzo conjunto pudimos convencerlo de que este dispositivo argumental
era trivial y había sido usado mil veces con anterioridad. Finalmente estuvo de
acuerdo, pero creo que sólo porque le gustaba nuestra idea general de que tenía
que aparecer tan poco como fuera posible de lo “fantástico” en la Zona, sólo
una expectativa permanente de algo sobrenatural, un máximo de suspenso
alimentado por esta expectativa y nada más. Plantas verdes, viento y agua. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Traducido por L. P.<o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/pc/Documents/Backup/Blog/Trabajando%20para%20Tarkovsky.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Se
traducen los títulos puesto que aparecen en inglés en el artículo del que se
tomó esta versión, pero no hay edición ni en español ni en inglés. (N del T.)<o:p></o:p></p>
</div>
</div>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-81962424779598945352022-08-04T20:33:00.000-03:002022-08-04T20:33:14.407-03:00Las colecciones de ciencia ficción (III): Emecé (primera parte), por Luis Pestarini<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPnqzuHBLN3RQietMffkSN7pwCu8N5_3OnYMF9ICdOc6Wr9vLyi8alYM5HNRXh7Dikoe-tMuiKRIsY-fo67n8bwArNsPZZcW0WXcFfsoA3WwUUZVLE1cOe6B20IACQGNGBE061wcSz9ypOu_IF1Vy9UZyaOtJReGgts0mPl1YUi61IpuBjaIYQhAFm/s3574/emec%C3%A9%20logo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="515" data-original-width="3574" height="46" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPnqzuHBLN3RQietMffkSN7pwCu8N5_3OnYMF9ICdOc6Wr9vLyi8alYM5HNRXh7Dikoe-tMuiKRIsY-fo67n8bwArNsPZZcW0WXcFfsoA3WwUUZVLE1cOe6B20IACQGNGBE061wcSz9ypOu_IF1Vy9UZyaOtJReGgts0mPl1YUi61IpuBjaIYQhAFm/s320/emec%C3%A9%20logo.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Emecé es una editorial
argentina fundada en 1939 por los españoles Mariano Medina del Río (Eme) y
Álvaro de las Casas (ce), que alcanzó notoriedad a partir de 1945 con la
publicación de la colección de novelas policiales “El Séptimo Círculo” (el
círculo de los violentos en </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">La Divina
Comedia</i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">), inicialmente dirigida por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy
Casares. Entre 1974 y 1978, Emecé publicó una colección de libros llamada de
manera no muy original “Ciencia-ficción”, donde aparecieron algunos títulos de
excelencia junto con otros productos más típicos de la línea “Grandes
novelistas”, que publicaba best seller de la época, mayormente olvidados hoy en
día. La tirada comenzó con 20.000 ejemplares, una cifra seguramente superada
por algunos libros, y terminó siendo de “apenas” 6.000, números que hoy
resultan asombrosos para libros del género. A continuación hacemos un repaso de
los veintiocho títulos publicados.</span><p></p>
<p class="MsoFooter"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoFooter"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">1. Barjavel, René. <i>Destrucción </i>(Ravage, 1943) 1974.
268 p. Traducido por Francisco del Carril.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie5ZQA3cV34K7lXkHb_spfEcT0TmsW0iyBpyqCNdgq7cpMPCSBjkrjnZgq-JEATyAQKwcZgAfm3-9_oUzJQ0cY72UI035E1bDLETLc0bMQB0n4RkMtqaINBySW5QN2gD0KjfiUNRjeQJJ5sKFFSA-YrL5DNlUJXcslOxfd23fUf8aVmuMKJqoKCi21/s165/emec%C3%A9%201.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="165" data-original-width="110" height="165" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie5ZQA3cV34K7lXkHb_spfEcT0TmsW0iyBpyqCNdgq7cpMPCSBjkrjnZgq-JEATyAQKwcZgAfm3-9_oUzJQ0cY72UI035E1bDLETLc0bMQB0n4RkMtqaINBySW5QN2gD0KjfiUNRjeQJJ5sKFFSA-YrL5DNlUJXcslOxfd23fUf8aVmuMKJqoKCi21/s1600/emec%C3%A9%201.jpg" width="110" /></a></div><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Autor de best sellers en
los sesenta y setenta como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los caminos a
Katmandú </i>(1969) y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El gran secreto </i>(1973),
Barjavel (1911-1985) incursionó en varias ocasiones en la ciencia ficción. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Destrucción </i>fue escrita y publicada
durante la Segunda Guerra Mundial, y narra la caída y devastación de una
sociedad de mediados del siglo XXI, hipertecnológica y deshumanizada, de la
cual emerge una conservadora comunidad agrícola. Anacrónica por donde se la
mire, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Destrucción </i>fue un mal comienzo
para la colección. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">2. <span style="mso-no-proof: yes;">Clarke, Arthur C. <i>Cita con Rama </i>(Rendezvous
with Rama, 1973) 1974. 250 p. Traducido por Aurora C. de Merlo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Esta es una de las
novelas que más impacto tuvo en el momento de su publicación, ganando los tres
grandes premios de entonces: Hugo, Nebula y Campbell. Un objeto perfectamente
cilíndrico ingresa al Sistema Solar. En trayectoria rectilínea, queda claro
desde el principio que es artificial. Una misión espacial toma contacto con
Rama y recorre su interior, descubriendo sus misterios y enfrentando
situaciones de riesgo. Tal vez lo más llamativo de esta novela de Arthur C.
Clarke (1917-2008), además de la exuberante imaginación, es la impactante
sensación de indiferencia de Rama hacia la Tierra y sus habitantes.<span style="mso-no-proof: yes;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0dRZ36xC-CfuH20x_Qyx_gn_xC5hgrjpSugWxzbJzYEMffllQwbFF-uZAfSIpS3rQeKgUbcnfvZ_FNNL89FVwSBAbj-2oyVn46LGtmGqKLPBRn8O8T87QEbjn498_DHFqwYH84RG0uS9CWh0y3SxuBIDz8OWMVvAWMSO6D-006sB8Ku7cF4D7lWS0/s452/emec%C3%A9%203.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="452" data-original-width="312" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0dRZ36xC-CfuH20x_Qyx_gn_xC5hgrjpSugWxzbJzYEMffllQwbFF-uZAfSIpS3rQeKgUbcnfvZ_FNNL89FVwSBAbj-2oyVn46LGtmGqKLPBRn8O8T87QEbjn498_DHFqwYH84RG0uS9CWh0y3SxuBIDz8OWMVvAWMSO6D-006sB8Ku7cF4D7lWS0/w138-h200/emec%C3%A9%203.jpg" width="138" /></a></div><br />3. <span style="mso-no-proof: yes;">Fast, Howard. <i>Un toque de infinito </i>(A touch of
intinity, 1973) 1974. 279. Traducido por Rolando Costa Picazo. Contiene: El
aro. El precio. Cuestión de tamaño. Un agujero en el piso. La profesión del
general Hardy. Razón vital. No de un golpe seco. El talento de Harvey. La mente
de Dios. OVNI. Cephes 5. La semilla pragmática. El huevo.</span> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Habitualmente se asocia
el nombre de Fast (1914-2003) con novelas históricas como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Espartaco</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ciudadano Tom
Paine</i>, pero fue un frecuente colaborador de las revistas de ciencia
ficción, al punto en que su primera publicación fue en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Amazing Stories </i>en 1932, plena época pulp. A diferencia de sus
otros dos libros de cuentos de ciencia ficción, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El general derribó a un ángel </i>y muy especialmente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Al filo del futuro</i>, los relatos de este
libro tratan temas poco originales o con mensajes demasiado evidentes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">4. <span style="mso-no-proof: yes;">Edmondson, A. <i>Mares peligrosos </i>(Perilous seas)
1974. 258 p. Traducido por María Raquel Albornoz.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">Es una
curiosidad este volumen: si bien se supone que es una traducción del inglés
(figura hasta la traductora), no existe una edición de la novela en esa lengua.
Anne Edmonson tampoco tiene otros libros, ni de ciencia ficción ni de ningún
otro género, lo que lleva a pensar que en realidad detrás de este nombre se
esconde un autor argentino o, al menos, hispanohablante. Más allá de esto, la
novela es poco relevante y describe un futuro cuasiutópico de la humanidad al
que llega una persona que viene del pasado, aún así nuestro futuro. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hay una <i>gaffe</i> llamativa en la
contratapa para una editorial del nivel de Emecé: “[El protagonista] regresa a
la Tierra después de 130 años, y es recibido por sus antepasados”. O sus
antepasados eran muy longevos o cometieron la infantil acción de confundir
antepasados con descendientes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">5.
Gary, Romain. <i>La exhalación </i>(The gasp, 1973) 1974. 259 p. Traducido por
Beatriz Ceppi de Zawells.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">Gary
(1914-1980) fue un personaje en sí mismo: diplomático e intelectual reputado,
es el único escritor que ganó dos veces el premio Goncourt, que sólo se puede
otorgar una vez a una persona. Lo obtuvo con su propio nombre y luego con un
seudónimo. La polémica sobre la cuestión fue una de las más intensas en el
medio cultural francés en el último medio siglo. La exhalación es la energía
que liberan los cuerpos humanos al morir y que, más allá de las cuestiones
teológicas y filosóficas que pueda desatar, se convierte en el objeto del deseo
de las grandes naciones porque va a transformar de raíz el mercado energético. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es más una novela de espionaje que de ciencia
ficción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">6. </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;">Asimov, Isaac, comp. <i>Los mejores cuentos de ciencia
ficción </i>(The Hugo winners, 1975) 1975. 258 p. Traducido por Thamara
Hormaechea. Contiene: No tengo boca y debo gritar, Harlan Ellison. Voy a probar
suerte, Fritz Leiber. ¡Arrepiéntete, Arlequín!, Harlan Ellison. Carne
compartida, Poul Anderson. Alas para la noche, Robert Silverberg.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Primera parte del
volumen original <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Hugo Winners </i>(la
segunda es el número 19 de la colección), serie presentada por Asimov y que se
encuentra publicada en su totalidad en la colección Gran Super Ficción de
Martínez Roca. Cubre el período que va de 1962 a 1968. El nivel medio de los
relatos es excelente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;">7. </span><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">Canning, Victor. <i>El dedo de Saturno</i> (The finger of
Saturn, 1973) 1975. 277 p. Traducido por Lita Mourglier.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmi8Nn5ngXKIyG6sGEPARG9d52UK-JuNmu8G2XEEGNbstM8JTGb6CPsUuCtK1qQuoHaCWFC0_KcRHf6vZssCp9MCzyRpZofchZj55z1AYkpSQ5_-RoiS31r2igtaYKln1_IXwzhjkLIh5mPmLRQbCeH_k7F_pU5N4_jjmUpwyj0TYi9cjQA0inZOGl/s253/emec%C3%A9%207.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="253" data-original-width="177" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmi8Nn5ngXKIyG6sGEPARG9d52UK-JuNmu8G2XEEGNbstM8JTGb6CPsUuCtK1qQuoHaCWFC0_KcRHf6vZssCp9MCzyRpZofchZj55z1AYkpSQ5_-RoiS31r2igtaYKln1_IXwzhjkLIh5mPmLRQbCeH_k7F_pU5N4_jjmUpwyj0TYi9cjQA0inZOGl/w140-h200/emec%C3%A9%207.jpg" width="140" /></a></div><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;">El dedo de Saturno no es un dedo extraterrestre sino que es
una denominación poco difundida del dedo anular, el que lleva el anillo de
matrimonio. Y es por ello el título del libro, ya que el protagonista investiga
la misteriosa desaparición de su esposa durante dos años, quien, a su regreso,
no tiene recuerdos de lo sucedido. Canning (1911-1986) fue un prolífico
escritor inglés de novelas de misterio cuyo mayor éxito es que una de ellas
fuera filmada por Hitchcock como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La trama</i>.
La única explicación de la aparición de este libro en esta colección <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es que su autor era un nombre frecuente en la
colección “El séptimo círculo” y alguien pensó que si tenía a Saturno en el
título debía ir a la colección de ciencia ficción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;">8. </span><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">Herzog, Arthur. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
enjambre </i>(The swarm, 1974) 1975. 263 p. Traducido por Estela Canto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">Lo más
interesante de este libro es que está traducido por Estela Canto, escritora
ella misma, amiga íntima de Borges y traductora de obras como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En busca del tiempo perdido</i>. Es poco
probable que haya disfrutado traducir esta novela sobre abejas africanas asesinas
que atacan Nueva York y otras grandes ciudades de Estados Unidos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A mediados de los setenta estaba de moda en
Hollywood el cine catástrofe con elencos multiestelares y este libro sirvió de
base a una de estas películas. Herzog (1927-2010) publicó otros best sellers
efectistas en los setenta y ochenta como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Orca,
la ballena asesina.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p class="MsoFooter"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">9. Brunner, John. <i>Eclipse total</i> (Total eclipse, 1974)
1975. 276 p. Traducido por Thamara Hormaechea.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;">En 2020, un expedición recorre 19 años luz hasta alcanzar
un planeta con restos arqueológicos de una civilización alienígena. Ocho años
más tarde arriba un equipo de investigación que buscará descubrir qué fue de
esta civilización. Como parte del grupo de protagonistas hay un militar
boliviano autoritario y caricaturezco (no intencionadamente). Publicada en el
período en el que el autor escribió sus mejores libros, no agrega nada a la muy
extensa obra de Brunner (1934-1995).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-no-proof: yes;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI-pqjVfAwOXQd0cnPpZxsybgnXtCRz52zxEQkHDzsF_2PmE4sQ5TEwjFDsfER0sIdkYfMQ4PHbgXgtvEqFypwykPP48yDmSlEX1wEQFBvzMmPjFYh0DmzDL6rkctpRKn9blrO-0xPgHKl2zUs1tDtTdxzTNqFywCntvkJJ7OBAnytGOVN8WEXZZGE/s454/emec%C3%A9%2010.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="454" data-original-width="303" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI-pqjVfAwOXQd0cnPpZxsybgnXtCRz52zxEQkHDzsF_2PmE4sQ5TEwjFDsfER0sIdkYfMQ4PHbgXgtvEqFypwykPP48yDmSlEX1wEQFBvzMmPjFYh0DmzDL6rkctpRKn9blrO-0xPgHKl2zUs1tDtTdxzTNqFywCntvkJJ7OBAnytGOVN8WEXZZGE/w134-h200/emec%C3%A9%2010.jpg" width="134" /></a></div><br />10. <span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">Harrison, Harry. <i>El invasor del tiempo </i>(The Stainless Steel
Rat saves the world, 1972) Emecé, 1975. 266 p. Traducido por María Raquel
Albornoz.<o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">Harrison
(1925-2012) es uno de los escritores de ciencia ficción considerado por debajo
de sus merecimientos. Su obra en español está dispersa en ediciones de calidad
muy irregular, aunque al menos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bill,
héroe galáctico</i>, tal vez la mejor sátira que dio el género, y dos volúmenes
de cuentos publicados por Minotauro, están disponibles en buenas ediciones.
Esta novela es la tercera de la serie de la Rata de Acero Inoxidable, un
embaucador, ladrón de bancos, aventurero y héroe ocasional, que en esta ocasión
debe viajar en el tiempo porque la gente está desapareciendo porque alguien lo está
manipulando. Para una lectura liviana, sin pretensiones, está pasable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">11. Silverberg,
Robert, comp. <i>Bestiario de ciencia-ficción </i>(The science fiction
bestiary, 1971) 1975. 252 p. Traducido por Thamara Hormaechea. Contiene: El
hurkle es un animal feliz, Theodore Sturgeon. Abuelito, James H. Schmitz. La
jirafa azul, L. Sprague de Camp. La máquina preservadora, Philip K. Dick. Una
odisea marciana, Stanley G. Weinbaum. El sheriff de Canyon Gulch, Poul Anderson
y Gordon R. Dickson. Los cáiganse muertos, Clifford D. Simak. Los gnurrs
salieron del instrumento, Reginald Bretnor. Equipo de recolección, Robert
Silverberg.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">Los
bestiarios eran eran obras que compilaban las descripciones de animales reales e
imaginarios, y fueron especialmente populares en el Medioevo. Silverberg
utiliza esto como excusa para presentar una serie de cuentos que tienen como
protagonistas animales o seres no terrestres, una antología “temática” del tipo
de las que fueron muy populares en Estados Unidos, en este caso con relatos
publicados entre 1934 y 1957. Y se siente el paso del tiempo: algunas historias
salen mejor paradas que otras, como “Una odisea marciana”, la más antigua del
libro, o “La máquina preservadora”. El resto con altibajos pronunciados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFooter"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoFooter"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; mso-no-proof: yes;">12. Page, Thomas. <i>Invasión infernal </i>(The Hephaestus
plague, 1973) 1975. 303 p. Traducido por Eliana Carballude.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Novela mucho más
interesante de lo que pintan la presentación y el título, el Hefesto del nombre
en inglés es el dios de la fragua y el fuego. Luego de un terremoto en Carolina
del Norte se abre la tierra y emergen unos insectos similares a cucarachas que
pueden iniciar fuegos. Tienen una biología muy particular, sólidamente
descripta en el libro por el entomólogo que se obsesiona con ellos. Fue filmada
como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bug </i>(1975), alcanzando cierto
éxito. Page (1942) no es un escritor prolífico y ha publicado sólo un puñado de
libros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">13. <span style="mso-no-proof: yes;">Priest, Christopher. <i>El mundo invertido </i>(Inverted
world, 1974) 1976. 294 p. Traducido por María Raquel Albornoz.</span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgluPfVfitp0PAPInTqtHSJsk9Mz_dyijchVSwk5Rf88cRHustCiSYUXsNmobHN-_areXaqBCdjeboMjcT2mCSQ3Od9hgEQTVd9S2I-EyVoAAfw7G4IFlH2tgr3PwI7tc11bsskH_Vdz117ocFN359oF82qFwUj0Up3s1GlMV7KPsfxotgzZU5C-t-b/s261/emece%2013.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="261" data-original-width="176" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgluPfVfitp0PAPInTqtHSJsk9Mz_dyijchVSwk5Rf88cRHustCiSYUXsNmobHN-_areXaqBCdjeboMjcT2mCSQ3Od9hgEQTVd9S2I-EyVoAAfw7G4IFlH2tgr3PwI7tc11bsskH_Vdz117ocFN359oF82qFwUj0Up3s1GlMV7KPsfxotgzZU5C-t-b/w135-h200/emece%2013.jpg" width="135" /></a></div><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Una de las novelas más
originales del género y tal vez el punto más alto de la colección. En un mundo devastado,
la ciudad llamada Tierra, construida en madera, debe avanzar su recorrido
interminable sobre unos rieles que uno de los gremios de la sociedad monta a
medida que avanza para, luego de pasar, desmontar. El norte, hacia donde se
dirigen, es el futuro, el sur es el pasado. La ciudad huye de un campo
gravitacional que la destruirá si la alcanza. En este escenario impecablemente
montado se narra el rito de madurez de un muchacho. Priest (1943) ha mantenido
una producción literaria de calidad, continua pero no abundante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">14. <span style="mso-no-proof: yes;">Hoyle, Fred y Geoffrey. <i>Siete pasos al sol </i>(Seven
steps to the sun, 1970) 1976. 285 p. Traducido por Lita Mourglier.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Fred Hoyle (1915-2001)
fue uno de los astrónomos británicos más importantes del siglo pasado, al punto
de ser nombrado Caballero. Además de sus libros sobre temas de astronomía
publicó casi veinte libros, entre novelas y colecciones de cuentos, donde
aplicaba rigurosamente su conocimiento científico en un marco especulativo, la
mayor parte de ellos escritos en colaboración, varios con su hijo Geoffrey
(1942). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Siete pasos al sol </i>cuenta
sobre los imprevistos viajes en el tiempo de un periodista, sin demasiada
gracia ni originalidad.<o:p></o:p></span></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-90715539167717707112022-08-03T21:25:00.002-03:002022-08-03T21:25:24.765-03:00Si no tienes éxito desde el principio ¡que se vaya al infierno!, Charles E. Fritch<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_BW6OMbvnoTV39NQ0BNshJSR1u90PG2gvsmQIocBzO5W2SIE1SqgzgATkfEAcX1NFhgwpp6kOs_RdQnkJNVo3073dlL53dKub4T6jMM_lgP6vJfTQdD8F5g4eMPSgx19YtEFm6HdUpTIXiXIpDkPqe5EGV-jVi39XVmDlkyCVqzn61aMuncvnmMH8/s1920/William_F._Nolan_and_Charles_E._Fritch_at_Expo_67.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="William Nolan (izq.) con Fritch." border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_BW6OMbvnoTV39NQ0BNshJSR1u90PG2gvsmQIocBzO5W2SIE1SqgzgATkfEAcX1NFhgwpp6kOs_RdQnkJNVo3073dlL53dKub4T6jMM_lgP6vJfTQdD8F5g4eMPSgx19YtEFm6HdUpTIXiXIpDkPqe5EGV-jVi39XVmDlkyCVqzn61aMuncvnmMH8/w320-h180/William_F._Nolan_and_Charles_E._Fritch_at_Expo_67.JPG" width="320" /></a></div><br />Fritch
(1927-2012) publicó numerosos cuentos de ciencia ficción y fantasía entre 1951
y 1999. Fue un <i>fan </i>del género y, además, editor de la revista <i>Gamma</i>
en los años sesenta. Sus cuentos se caracterizaban por un humor liviano y la
búsqueda de un golpe de efecto en el remate, como se puede advertir en este
relato. Los más destacados están reunidos en <i><span style="background: white; color: #444444;">Crazy Mixed-Up Planet</span></i><span style="background: white; color: #444444;"> (1969) y <i>Horses' Asteroid </i>(1970).</span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> William Nolan (izq.) con Fritch.</o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Editor<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado señor,
le envío un cuento corto, PACTO CON EL DIABLO, para su consideración. Una
cuestión que no va a sorprenderle es que trata sobre un hombre que vende su
alma al diablo. Una cuestión que sí puede sorprenderle es que, a diferencia de
otros cuentos en su revista, este está basado en una experiencia personal.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Sinceramente, Peter Piper<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Ed: <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Aquí hay uno
que va directo a la pila de rechazados. La escritura no está mal, pero el tema
es demasiado trillado. <o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Frank<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Frank:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">No pienso
publicar otra historia de pacto con el diablo por al menos noventa y nueve
años.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Ed<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">De REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado Señor
Piper:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Gracias por
enviarnos su cuento PACTO CON EL DIABLO. Desafortunadamente, este tema está agotado
y tendría que ser muy original en su enfoque para que lo consideráramos
seriamente.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Los editores<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Editor<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado señor:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Revisé mi
cuento enviado previamente de acuerdo a sus comentarios. Le remito PACTO CON
UNA PANADERÍA DEL DIABLO. Sinceramente,<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Peter Piper<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Ed:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Hay un giro
interesante sobre el viejo tema. Pensé que te gustaría mirarlo.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Frank<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Frank:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Te equivocaste.
La noción de que la comida del diablo en realidad es preparada por demonios que
compiten con ángeles que hornean pastel de ángel, que yo sepa, no fue usada.
Sin embargo, sigue siendo un cuento sobre un pacto con el diablo. ¡SABES lo que
pienso de los cuentos sobre pactos con el diablo!<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Ed<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">De REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado Señor
Piper:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Gracias por
hacernos llegar su cuento más reciente. Desafortunadamente, no es lo que
estamos necesitando en este momento.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Los editores<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Editor, <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado señor:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Le envío un
cuento en el que un trabajador de una planta empacadora queda atrapado sin
darse cuenta en un contenedor de mariscos. Yo lo llamo EMBALADO CON EL PEZ
DIABLO. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Sinceramente, <o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Peter Piper<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Ed:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Aquí hay otro
cuento de Piper. ¿Crees que nos está tomando el pelo?<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Frank<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Frank:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">No, no, NO
publicaré más historias de pactos con el diablo, ni siquiera si están
disfrazadas. ¡Devuélvela!<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Ed<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">De REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado Señor
Piper, gracias por enviarnos el cuento. Sentimos que está lejos de lo que
buscamos.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Los editores<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Editor<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Aquí le envío
uno que podría gustarle. Se titula TAN REDONDO, TAN FIRME, TAN COMPLETO (CON EL
DIABLO). <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Sinceramente, <o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Peter Piper<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Ed:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">¿Insistente,
no? ¿Qué le digo esta vez?<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Frank<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Frank:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">¿Podrías decirle
que se vaya al infierno?<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Ed<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">De REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado señor
Piper, disculpe pero no podemos utilizar su cuento. La escritura es legible,
pero una vez más el problema es el tema. ¿Hay alguna razón por la que insista
en escribir relatos de pactos con el diablo? <o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Los editores<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Editor<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado señor,
es gracioso lo que pregunta. La respuesta es sí. Trataré de explicarlo en el
cuento que le envío, PETER PIPER FUE RECOGIDO EN EL PARQUE POR UN PACTO CON EL
DIABLO. Como podrá sospechar, es autobiográfico.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Sinceramente,<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Peter Piper<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Ed:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Ni siquiera te
iba a mostrar este cuento. Pero luego me puse a pensar. Sé que es una locura, y
probablemente él sea una especie de loco. . . pero ¿y si el diablo realmente lo
está obligando a escribir cuentos sobre pactos con el diablo y tiene que
publicar uno dentro de un límite de tiempo o su alma será arrebatada al Hades?<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Frank<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Frank:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Nunca te lo
dije antes, pero yo mismo tengo un pacto con el diablo: ¡No comprar más cuentos
sobre pactos con el diablo! Eres la última persona que esperaba que fuera
engañada por una artimaña como ésta. Dadas las circunstancias, mi sugerencia
anterior parece más válida que nunca. Dile que se vaya al infierno.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Ed<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Editor<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado señor
Piper, adjunto un memorando interno que explica en detalle los sentimientos de
nuestro editor principal sobre el tema que parece haber elegido para la obra de
su vida. Lo lamento.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Los editores<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Editor<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">REVISTA DE
FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado señor,
su sugerencia de que me vaya al infierno es superflua. Se me acabó el tiempo y
no he vendido ningún cuento. Me imagino que le veré allí en persona uno de
estos días. Hasta entonces,<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Peter Piper<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Ed: Esta vez no
envió ningún cuento. Sólo la carta. Tengo la extraña sensación de que no
volveremos a saber de él.<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Frank<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">MEMORANDO
INTERNO REVISTA DE FANTASÍA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Frank:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Espero que
tengas razón. ¿Puedes creer que estaba empezando a tener pesadillas con
historias de pactos con el diablo? Que estaba estacionado con el diablo, o
sobre un taxista cuyo pasajero tenía cuernos y una cola bifurcada. Luego estaba
bebiendo con el diablo, dos hombres sedientos que se encuentran en un bar, y
uno de ellos es ¿adivinen quién? Y luego le arrojaba el disco al diablo, era un
jugador de hockey que no iba a ir al Hades hasta que el infierno se congelara.
Etcétera. De todos modos, me siento muy aliviado. ¡Tal vez deberíamos mandar a
más escritores al mismo lugar!<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Lucifer Satán <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">REVISTA DE
CUENTOS TERRESTRES<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Hades<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado señor,
estoy enviando un cuento que podría ser de interés para su revista.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Sinceramente, <o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Peter Piper<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">De<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">REVISTA DE
CUENTOS TERRESTRES<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Estimado señor
Piper, si bien alentamos la presentación de cuentos de nuestros inquilinos más
nuevos, no podemos usar el que nos envió. Hemos decidido que a menos que sean
lo suficientemente originales, no vamos a publicar más cuentos sobre pactos con
el editor. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;">Lucifer Satán<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Tit. Original: If at first you don’t succeed, to hell with
it!<o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Publicado originalmente en <i>The Magazine of Fantasy &
Science Fiction</i>, August 1972.<o:p></o:p></p>
<span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Traducido por L. P.</span>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-23185702577554891152022-05-02T19:42:00.000-03:002022-05-02T19:42:23.439-03:00Entrevista a Octavia E. Butler, por Stephen W. Spotts<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ2m82wBoPHqwf0kqWKtZ5pboJBdj0d8FlTC1ow9tjR3pQydGj84eTVDxr7m1DAgu8bp1GSuiJ3LmpZmx8axQDEievROzebKBPK98ITftjUDvHwn479xAy8e93c_iXtlDsk6nazWjzbg2CvEFNnHEPtE6I8nTKl12bgPkXWZdy_6lYkTlU-_Mlz19O/s800/octaviabutler.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ2m82wBoPHqwf0kqWKtZ5pboJBdj0d8FlTC1ow9tjR3pQydGj84eTVDxr7m1DAgu8bp1GSuiJ3LmpZmx8axQDEievROzebKBPK98ITftjUDvHwn479xAy8e93c_iXtlDsk6nazWjzbg2CvEFNnHEPtE6I8nTKl12bgPkXWZdy_6lYkTlU-_Mlz19O/s320/octaviabutler.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Con un puñado de novelas y menos de una decena
de cuentos, Octavia E. Butler (1947-2006) construyó una de las obras literarias
más influyentes y cada vez más valorada de las últimas décadas. Su abordaje de
temas como las relaciones interpersonales y de poder ofrecen nuevas e intensas perspectivas.
Esta entrevista fue realizada telefónicamente en febrero de 1996.</span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Stephen W. Potts: Tu nombre ha estado
apareciendo cada vez con más frecuencia en las publicaciones académicas
dedicadas al estudio serio de la ciencia ficción. ¿Lees las reseñas o la
crítica literaria de tu obra?</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Octavia E. Butler: Lo hago, pero tiendo a
molestarme. No cuando estoy en desacuerdo con la interpretación que hace
alguien, sino cuando me queda claro que no leyó el libro completo. No me
disgusta cuando están fácticamente equivocados sobre algún incidente, lo que le
puede pasar a cualquiera, pero lo estoy cuando están errados en algo de
importancia. Por ejemplo, alguien escribió una reseña de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Parábola del sembrador </i>que decía: “Oh, la religión Semilla
Terrestre es tan acogedora como el Cristianismo”, y yo pensé que esta persona
no debía haberse esforzado en leer los versos de Semilla Terrestre y sacó esa
conclusión del título.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Pregunto porque una parte sustancial de
la teoría literaria moderna está obsesionada con las relaciones de poder y
sobre el cuerpo humano como un lugar de conflicto: entre hombres y mujeres,
entre clases y razas, entre pueblos imperialistas y coloniales. Estas
cuestiones se entrecruzan armoniosamente con los temas en discusión en tu
ficción. Me preguntaba si estabas familiarizada de alguna manera con la teoría
cultural. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Ah. No, evito toda teoría crítica porque
me preocupa que influence mi trabajo. Quiero decir, no me preocupa que la no
ficción en general se meta en mi obra —de hecho, espero que lo haga— pero si me
preocupa que la crítica me influencie porque puede crear un círculo vicioso o
algo peor. Es sólo una impresión de mi parte pero, en ciertos casos, críticos y
autores parecen estar masajeándose entre sí. Eso no es muy bueno para la
narrativa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: La primera obra tuya que leí fue “Hija de
sangre” en su edición original en la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Asimov’s</i>. Recuerdo quedar particularmente impresionado por cómo
habías tomado el monstruo invasor de grandes ojos, de la ciencia ficción
clásica, y lo habías convertido en una figura maternal y seductoramente
acogedora. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Esa es básicamente una historia de amor.
Hay muchas formas diferentes de amor en ese cuento: amor familiar, amor físico…
El alienígena necesita del muchacho para procrear, y se lo hace más fácil al
mostrarle afecto y ganarse su agradecimiento. Después de todo, ella va a tener
sus hijos con él. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: De hecho, lo embaraza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Exacto. Pero muchos críticos la leyeron
como una historia sobre la esclavitud, probablemente porque soy negra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Te iba a preguntar más adelante sobre
hasta dónde tu obra trata sobre la esclavitud. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: En los únicos lugares en los que escribo
sobre la esclavitud es donde lo hago explícitamente.</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Como en <i>Parentezco</i>.</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Y en <i>Mind of My Mind</i> y
en <i>Wild Seed</i>. Lo que intenté hacer en “Hija de sangre” fue algo
diferente a la historia de la invasión. Muy a menudo se pueden leer novelas
sobre humanos colonizando otros planetas y se ve que la historia toma uno de
estos dos cursos: que los alienígenas se resistan y tengamos que conquistarlos
con violencia, o que se subordinen y se conviertan en buenos sirvientes. En el
último caso, estoy pensando en una novela específica, pero no quiero
mencionarla. A mi no me gusta ninguna de estas dos alternativas, y quería crear
una nueva. Me refiero a que se supone que la ciencia ficción tiene que explorar
nuevas ideas y posibilidades. En el caso de “Hija de sangre”, creé un
alienígena que fuera diferente de nosotros, pero todavía reconocible: una
criatura al estilo centípeda. Pero no se suponía que la consideraran el mal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Algo similar sucede en la trilogía “Xenogénesis”
¿no? Cuando enseñaba esos libros en mis clases universitarias, descubrí un
desacuerdo sobre cuál es la peor especie, los humanos o los oankali. La
humanidad tiene esta debilidad jerárquica, particularmente en los machos, pero
los oankali son los usuarios definitivos, adaptando no sólo el genoma humano entero
para sus propios propósitos sino que además terminan destruyendo el planeta
para el resto de las especies. ¿Se supone que debemos encontrar aquí un
equilibrio de defectos?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Ambas especies tienen sus fortalezas y
debilidades. Hay pequeños grupos de humanos violentos, pero no vemos a todos
los humanos desenfrenados como resultado de su Contradicción. En su mayor
parte, los oankali no fuerzan o apresuran a los humanos a aparearse sino que
intentan atraerlos gradualmente. En realidad, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ritos de madurez</i>, el constructor Akin convence a los oankali de que
no pueden destruir a los seres humanos que se reusen a participar. Los oankali
deciden que los humanos se merecen un mundo intacto para ellos mismos, incluso
si es Marte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: En los casos tanto de los humanos como de
los oankali, ofreces argumentos sociobiológicos para explicar sus conductas:
los humanos están inclinados a destruirse a sí mismos y a los demás, lo oankali
están biológicamente conducidos a cooptar el genoma de otras especies y
literalmente robarse sus biósferas. ¿Compartes mayormente los principios
sociobiológicos? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Algunos lectores me ven como totalmente
sociobiológica, pero eso no es cierto. Creo que es necesario aceptar que
nuestro comportamiento <i style="mso-bidi-font-style: normal;">está</i> controlado
en algún punto por las fuerzas biológicas. A veces un pequeño cambio en el
cerebro, por ejemplo —apenas unas pocas células—puede alterar por completo el
comportamiento de una persona o un animal.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqBoao3b7SumRNALsuMo_MFILZNMNpeav84rGeUvMuhGGD1lUGtXzqItVqZcNrViPW6hB9bFnyBNZqx-0R-qQzMScb90Sv8_rsT55jiXpw8AAx-jZNxTBw7PBWNXm0aqrNJPj-VOKdYhXlmlhFpBb_ATvmVh0ocVZmCevsk_MiDu-SU6SqFBf0sjdS/s278/lilith.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="278" data-original-width="182" height="278" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqBoao3b7SumRNALsuMo_MFILZNMNpeav84rGeUvMuhGGD1lUGtXzqItVqZcNrViPW6hB9bFnyBNZqx-0R-qQzMScb90Sv8_rsT55jiXpw8AAx-jZNxTBw7PBWNXm0aqrNJPj-VOKdYhXlmlhFpBb_ATvmVh0ocVZmCevsk_MiDu-SU6SqFBf0sjdS/s1600/lilith.jpg" width="182" /></a></div><br /> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: ¿Estás pensando en los libros de Oliver
Sacks, como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El hombre que confundió a su
esposa con un sombrero</i>?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Exacto. O el hongo que provoca que las
hormigas tropicales escalen árboles para esparcir sus esporas, o la enfermedad
que hace que el ñu pase sus últimos días caminando en círculos. Pero yo no
acepto lo que llamaría sociobiología clásica. A veces podemos evitar nuestra
programación si la comprendemos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: La explotación de la reproducción y, por
extensión, de la familia aparece en cierto número de tus obras. Doro en las
novelas de la serie Patternist está criando una raza superior y usa lazos
familiares con heroínas como Anyanwu en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Wild
Seed</i> y Mary en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mind in my Mind </i>para
ayudar a mantenerlas bajo control. Reproducción y familia son cruciales en la
relación en “Hija de sangre” y entre los humanos y oankali en Xenogenesis. ¿Te
enfocaste intencionalmente sobre cuestiones reproductivas y familiares como un
tema central, o simplemente sucedió? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Tal vez como mujer no puedo dejar de
marcar la importancia de la familia y la reproducción. No sé cómo se sienten
los hombres sobre esto. Aún cuando no tengo esposo ni hijos, tengo otra
familia, y me parece nuestro más importante conjunto de relaciones. Es en gran
parte lo que somos. Tampoco es necesario que la familia se conforme sólo por
relaciones exclusivamente biológicas. Conozco familias que han adoptado
individuos externos, y no me refiero a niños legalmente adoptados sino adultos,
amigos, personas que simplemente ingresan en tu familia y ahí se quedan. Los
lazos familiares incluso pueden sobrevivir a abusos realmente terribles. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Por supuesto, muestras el poder de
semejantes lazos operando en alguna dirección; por ejemplo, Anyanwu en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Wild Seed</i> y Dana en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Parentezco</i>: ambas finalmente sacan ventaja del hecho de que sus
respectivos “maestros” las necesitan.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Ellas no reconocen a estos hombres como
sus maestros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Puse la palabra entre comillas. ¿Estás
sugiriendo que la gente en posiciones de subordinados debería reconocer y
explotar el poder que tienen? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Haces lo que tienes que hacer. Haces el
mejor uso de cualquier tipo de poder que tengas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Incluso vemos que los humanos tienen más
poder del que creen sobre lo oankali. Especialmente con el constructo ooloi en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Imago</i>: no tienen identidad sin los machos
humanos. Aaor lo convierte en una babosa. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Los constructos son un experimento. No
saben lo que van a ser, o cuándo va a suceder. Y no necesitan a los humanos
específicamente, aunque los prefieren; pueden establecer vínculos con todo.
Pero tienen que intimar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Me gustaría volver un poco a tu historia
literaria. ¿Quiénes fueron tus influencias cuando eras una aprendíz de
escritora?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>OEB: Leía
un montón de ciencia ficción sin ningún tipo de discriminación cuando estaba
madurando. Me refiero a buena, mala u horrible [risas]. No me importaba.
Recuerdo prenderme de algunos y leer todo lo que pudiera encontrar, de gente
como John Brunner, que escribió mucho. Podía tomar un Ace Double<a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/SF/Entrevista%20Butler.docx#_edn1" name="_ednref1" style="mso-endnote-id: edn1;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[i]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
en una librería de usados por centavos, así que siempre estaba leyendo a John
Brunner. Y a Theodore Sturgeon… para cuando estaba leyendo ciencia ficción para
adultos, él tenía una obra considerable. Y por supuesto, Robert A. Heinlein.
Puedo recordar mi primer cuento de ciencia ficción adulta, un cuento llamado
“Lorelei of the Red Mist”. Si no estoy equivocada, fue el primer cuento
publicado de Ray Bradbury. Leigh Brackett lo comenzó y él lo terminó<a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/SF/Entrevista%20Butler.docx#_edn2" name="_ednref2" style="mso-endnote-id: edn2;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[ii]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: ¿Puedes pensar en alguien por fuera de la
ciencia ficción? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Me inclinaba a leer cualquier cosa que
estuviera en casa, lo que significó que leí un montón de cosas raras. ¿Quién
era ese tipo que solía escribir sobre los clubes de hombres todo el tiempo?
John O’Hara. Era Marte para mí. Me gustan las novelas de misterio británicas
del período de entreguerras por la misma razón. Tienen lugar en Marte; eran de
mundos distintos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: ¿Podríamos suponer que, dado que John
O`Hara escribe sobre la cultura blanca de la clase alta, su mundo sería casi
tan alienígeno para ti como los de la ciencia ficción?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Completamente. Había un libro con sus
cuentos en casa, como también libros de James Thurber y James Baldwin.Yo no leí
nada de Langston Hughs hasta que fui adulta, pero recuerdo ser arrastrada por
él y Gwendolyn Brooks. Cuando estaba madurando, los únicos negros con los que
cruzabas en la escuela eran esclavos —que siempre eran tratados bien— y
después, cuando llegamos a ser individuos, Booker T. Washington y George Washington
Carver. Booker T. Washington fundó un instituto, y Carver hizo algo con los
maníes; nunca supimos qué. Nunca leíamos algo de un escritor negro excepto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Creation </i>de [John Weldon] Johnson, y
eso fue en la escuela secundaria. Nos las arreglamos para atravesar la
adolescencia sin que nos introdujeran en ninguna cultura negra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Pertenezco a la misma generación, y
recuerdo que no fue realmente hasta los setenta en que comenzamos a abrir el
canon. En realidad, este tema es todavía controvertido, juzgado desde la
llamada “guerra cultural” sobre cuán inclusivo debería ser el canon o si
siquiera deberíamos tener uno. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Sí, es muy malo cuando… bien, había una
persona a la que respetaba mucho, pero no pudo encontrar una sola persona negra
para poner en el canon, así que dejé de respetarla de modo muy contundente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: En la superficie, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Parábola del sembrador</i> parece un cambio de dirección con respecto a
tu obra anterior.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNTBU6SuV-dFWRWmqWSQdY2X-788Vk-8FJ182G0RvGub_5B09PDvfXh3y_XCrYTBUYa6eRH0KfwOMayrB2KO8ctxiz4Z9_r0zeEz75BQR4i8cq1DhaItOh5EkkFvMWtzZcR5d0ZVqXfXZ12Bnn9_8tbWi24_vNqituoJTSApU-yBqmfMSy5qBAXpqG/s1330/wild-seed.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1330" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNTBU6SuV-dFWRWmqWSQdY2X-788Vk-8FJ182G0RvGub_5B09PDvfXh3y_XCrYTBUYa6eRH0KfwOMayrB2KO8ctxiz4Z9_r0zeEz75BQR4i8cq1DhaItOh5EkkFvMWtzZcR5d0ZVqXfXZ12Bnn9_8tbWi24_vNqituoJTSApU-yBqmfMSy5qBAXpqG/s320/wild-seed.jpg" width="192" /></a></div><br />OEB: En realidad no. También es
fundamentalmente sobre el poder social.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Pero es mucho más una extrapolación
cercana de las tendencias actuales: la creciente brecha entre las clases
sociales, el miedo al crimen, el caos de las ciudades extendiéndose a los
suburbios, las fuerzas centrífugas desgarrando nuestra sociedad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Sí. Realmente me angustia que veamos
estas cosas sucediendo ahora en la sociedad estadounidense cuando no debería
ser así. Algunas personas insisten que todas las civilizaciones tienen su auge
y su caída —como la británica antes que la nuestra— pero hemos provocado esto
nosotros mismos. Lo que ves hoy ha sucedido antes: unos pocos poderosos
quedándose con todo con la aprobación de una clase debajo de ellos que no tiene
nada que ganar y sí mucho que perder como resultado de eso. Es como la Guerra
Civil: la mayoría de los hombres que pelearon para mantener la esclavitud en
realidad estaban siendo perjudicados por ella. Como granjeros no podían
competir con las plantaciones, y ni siquiera podían ofrecerse como trabajadores
para competir con los esclavos que les salían mucho más baratos a los patrones.
Pero de todos modos apoyaban el sistema de esclavitud. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Probablemente se oponían a una discriminación
positiva.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: [risas] Correcto. Supongo que muchas
personas sólo necesitaban a alguien para sentirse superiores y sentirse mejor.
Ves a los estadounidenses haciendo eso ahora, desgraciadamente, mientras votan
contra sus propios intereses. Es un tipo de cortoplacismo que nos está
destruyendo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: ¿De algún modo estos problemas son
propios de la sociedad estadounidense?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Oh, no, por supuesto que no.</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Estaba seguro de que dirías eso.</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Estamos viendo una forma particular
estadounidense, pero mira a la Unión Soviética. En cuanto apareció el
capitalismo, fue asombroso lo rápido que desarrollaron el problema del crimen.
Desafortunadamente, la mayoría de los capitalistas más exitosos ahora parecen
ser los criminales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Lo que es irónico porque en la teoría
marxista soviética la clase capitalista estaba asociada con la clase criminal. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Ese puede ser el problema. Estamos
metiéndonos en un territorio muy turbio: escuché de un anciano en Rusia que
trató de convertir su granja en una empresa privada exitosa, pero llegaron sus
vecinos y destruyeron sus esfuerzos. Él no era un criminal, pero para ellos ese
tipo de conducta individualista que buscaba sacar réditos era criminal. Supongo
que para tener éxito en Rusia tienes que tener a alguien que (a) no le importe
lo que piensen sus vecinos y (b) tenga un guardaespaldas. Y si estás en esa
posición probablemente seas un criminal. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Volviendo a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Parábola del sembrador</i>, Lauren Olamina es empática…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Ella no es empática. Ella cree que lo es.
Generalmente en la ciencia ficción “empático” significa que realmente estás
sufriendo, que interactúas activa y telepáticamente con otra persona, y ella no
lo hace. Tiene la ilusión de que no puede estar afectada. Es algo programado
biológicamente en ella.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Interesante. Entonces ¿qué está pasando,
digamos, cuando siente el dolor del perro herido que termina matando? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Oh, inclusive si no es así, ella lo
siente. En el primer capítulo del libro ella habla sobre su hermano haciéndole
bromas —haciéndole creer que estaba lastimado, o que estaba sangrando,
haciéndola sufrir. Realmente me ha provocado desazón que haya gente que afirma
que Lauren es telépata, que insista en que ella tiene este poder. Lo que ella
tiene es una ilusión bastante devastadora.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: ¿Entonces deberíamos tener una distancia
irónica de ella?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: No.</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Sin embargo deberíamos identificarnos con
ella.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Tengo la esperanza que los lectores se
identificarán con todos mis personajes, al menos mientras están leyendo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: A través de Semilla Terrestre, Lauren
tiene la esperanza de recuperar un sentido de objetivo comunitario y tiene la
intención de que los ojos de las personas vuelvan a las estrellas. Eso me hace
pensar: el programa espacial de los sesenta realmente fue parte de la esperanza
general de la década, parte de nuestra sensación de que todo era posible si
luchábamos juntos como un todo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Y esa fue la década de mi adolescencia. Seguimos
tocando la misma grabación. Antes hablaba sobre eso: comenzamos algo y luego lo
hacemos crecer hasta cierto punto y entonces se destruye a sí mismo o lo
destruye alguien de afuera… ya sea, Egipto, Roma o Grecia, este país o Gran
Bretaña, pon el ejemplo que quieras. Siento que vamos a continuar tocando el
mismo registro hasta que todo explote —y lo digo en el libro, aunque no con
estas palabras— o vamos a tener que hacer algo distinto. Y creo que la mejor
manera de hacer algo distinto es ir a algún lugar donde las demandas sean
distintas. No porque vayamos a un lugar nuevo y vamos a cambiar, sino que al ir
a ese lugar nos vimos obligados a cambiar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: ¿Crees que seremos mejores por ese
cambio?</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI40g6_U_TOR-_3Q_xGzN7NWHaHfaktZO8ShB6KdY848ukV-bGI9NfhbwbVdaqeazNcBD9ye8Rco6P6bY8LuH0rRhkz61xjtzvmSQLQiiTTmQB5HwwwG8cTiG6jo2xO6KfI8eFaFBRheHvUIxpOseoCmNnM_yxkltjIfLdV3LfJS8q1GuoQwBu7rAB/s272/sembrador.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="272" data-original-width="185" height="272" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI40g6_U_TOR-_3Q_xGzN7NWHaHfaktZO8ShB6KdY848ukV-bGI9NfhbwbVdaqeazNcBD9ye8Rco6P6bY8LuH0rRhkz61xjtzvmSQLQiiTTmQB5HwwwG8cTiG6jo2xO6KfI8eFaFBRheHvUIxpOseoCmNnM_yxkltjIfLdV3LfJS8q1GuoQwBu7rAB/s1600/sembrador.jpg" width="185" /></a></div><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Es posible. Podríamos ser mejores o
podríamos ser peores. No hay una póliza de seguro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Supongo que podemos esperar otro libro
que retome el final de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Parábola del
sembrador.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: <i>Parábola de los Talentos</i> es
el libro en el que estoy trabajando ahora.</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Será interesante ver hacia donde llevas
la historia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Bueno, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Parábola del sembrador </i>yo me enfoqué sobre los problemas: las cosas
que estábamos haciendo mal, que pensábamos que estábamos haciendo mal, y adónde
podían llevarnos estas cosas. Hice un verdadero esfuerzo sobre lo que realmente
podría suceder o ya estaba sucediendo: las comunidades amuralladas, el
analfabetismo, el calentamiento global y muchas cosas por el estilo. En <i>Parábola
de los Talentos</i> quiero darles a mis personajes la oportunidad de
trabajar en las soluciones, digamos “¡Aquí está la solución!”</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: <i>Parábola del sembrador </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">fue publicada por una pequeña editorial </span>(Four
Walls Eight Windows), como lo fue <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hija de
sangre y otros cuentos</i>. <i>Parentezco</i> también fue reeditada
por otra pequeña editorial (Beacon). Siendo una exitosa escritora de ciencia
ficción ¿qué te hizo volcarte hacia editoriales menos comerciales?</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Probablemente había alcanzado algún tipo
de meseta en la ciencia ficción, y no podía ver cómo salir de ahí. Sabía que
tenía al menos tres audiencias, pero no podía conseguir que mi editor de
ciencia ficción le prestara alguna atención. No podía decirles todo el tiempo
sin que respondieran “Sí, tienes razón” y luego partían a hacer otra cosa.
Sabes, la mejor forma de ganar una discusión es dar la razón y luego olvidarte
del tema. Yo quería intentar con una de las grandes editoriales que no están
asociadas normalmente con la ciencia ficción, y entonces apareció mi agente con
esta pequeña editorial. Pensé en aprovechar la oportunidad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: ¿Te gustaría derribar algunos de los
muros entre los géneros editoriales?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Oh, eso no es posible. Ya sabes cómo
somos; si terminamos con algunos, inventaremos otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Pregunto en parte porque noté que Beacon
Press publicó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Parentezco </i>como un
libro en su colección de “Escritoras negras”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Sí, te mencioné que tenía tres tipos de
lector: los de la ciencia ficción, los negros y las feministas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Y ser rotulada en una de esas categorías
no te molesta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Bueno, allí están, como lo estoy
diciendo, y no hay nada que se pueda hacer sobre eso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Recuerdo que durante la New Wave de los
sesenta…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Oh ¿dónde quedó eso ahora?</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: —Yo estaba entre los que creían que la
ciencia ficción se dirigía hacia la vanguardia de la literatura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Bueno, una parte se fundió con el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mainstream</i>. En otros casos, había
personas que no llamaban “ciencia ficción” lo que estaban haciendo. Me refiero
a que Robin Cook no anunciaba que estaba haciendo ciencia ficción médica ni
Dean Koontz publica su obra como ciencia ficción. Y hay un montón de personas
que escriben ciencia ficción aunque la expresión no aparece en ninguna parte
del libro. No significa que no les guste la ciencia ficción sino que quieren
tener una buena vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: Como señalé al principio, tus enfoques
sobre el poder, el género y la raza coinciden con muchos de los intereses de la
actual teoría literaria, y tu raza y género inevitablemente aparecen en las
críticas literarias de tu obra. ¿Ser una mujer afroamericana influyó en tus
elecciones de temas y acercamientos?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: No creo que pudiera ser de otra manera.
Todos los escritores están influenciados por quiénes son. Si eres blanco,
podrías escribir sobre ser chino, pero introducirías un montón de cosas que
tienen que ver con lo que eres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: No puedo dejar de notar —como tú misma observaste
en tu ensayo “Obsesión positiva”— que eres única en la comunidad de la ciencia
ficción. Si bien hay muchas más mujeres en el género de lo que había hace
treinta años, pocas son afroamericanas, ni siquiera puedo pensar en otra.</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: He escuchado de algunas que han publicado
cuentos. Las que realmente están escribiendo libros no se llaman a sí mismas
escritoras de ciencia ficción, lo que es un acierto porque en realidad escriben
terror o fantasía. Por ejemplo, la mujer que escribió las historias lésbicas de
vampiros, las de Gilda, Jewelle Gómez… no es una escritora de ciencia ficción
sino de fantasía, pero es parte de la familia. Pero no creo que ni siquiera
presente su obra de esa manera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: ¿Crees que todavía hay mucha gente que
tiene la impresión de que la ciencia ficción es básicamente un género de
hombres blancos?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Sí. De hecho, a veces cuando hablo a un
público general se sorprenden que haya un montón de mujeres en la ciencia
ficción. Porque tienen una noción bastante instalada de lo que es la ciencia
ficción; provenga esta de la televisión o la recogan de alguna manera del aire,
del ambiente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: ¿Algunos consejos para la comunidad de la
crítica de la ciencia ficción sobre cómo aproximarse a tu obra?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Oh, no ¡por Dios!</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">SWP: [risas]</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">OEB: Tan lejos como llegue la crítica, lo que
un lector saca de una obra es tan importante como lo que yo puse en ella, así
que no me molesto cuando soy malinterpretada. Excepto cuando dicen lo que
realmente quería decir era esto y aquello, y me dicen: “Oh, pero
inconscientemente debes haber querido decir esto”. Entonces digo: ¡déjenme
sola! [risas] No me importan los intentos de interpretar mi ficción, pero no
quiero tener críticos que interpreten mi subconsciente. Dudo que estén
calificados para ello.</span><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p> Traducido por L. P.</o:p></span></p>
<div style="mso-element: endnote-list;"><!--[if !supportEndnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="edn1" style="mso-element: endnote;">
<p class="MsoEndnoteText"><a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/SF/Entrevista%20Butler.docx#_ednref1" name="_edn1" style="mso-endnote-id: edn1;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[i]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Entre 1952 y 1973 Ace Books publicó más de 200 de estos libros, que contenían
dos novelas en formato inverso: lo que debería ser la contratapa de una de
ellas era en realidad la tapa de la otra, con el texto invertido. Allí
aparecieron autores como Dick o Simak a otros que no pasaron a la historia. (N.
del T.)<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="edn2" style="mso-element: endnote;">
<p class="MsoEndnoteText"><a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/SF/Entrevista%20Butler.docx#_ednref2" name="_edn2" style="mso-endnote-id: edn2;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[ii]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Éste no es el primer cuento publicado por Bradbury: ya tenía decenas de cuentos
en revistas cuando apareció en 1946. El primer relato profesional lo publicó en
1939. (N. del T.) <o:p></o:p></p>
</div>
</div>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-34907733876300708502022-04-28T20:23:00.000-03:002022-04-28T20:23:16.762-03:00Antiutopías mexicanas, por Miguel Ángel Fernández Delgado<p><span style="background-color: white; font-family: Arial, "sans-serif";"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPnEBhNyToBHwgQ9S8XgogESVWs6-uom0Jm24ZXfBg7iSd0iPGSxgFp02-Dh771JTqo2W9rBjvuC1gccKNPTQl8bqYEU-NFWwetYB4N_I7cy3eaUnTf8IZlmDTORbPsgp7aWQFpXsn1JK5dkxJaKU5g0ALp5xD5NA5agcmLyfPFKPzMFp0jHCjTlJQ/s238/mafd.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="238" data-original-width="212" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPnEBhNyToBHwgQ9S8XgogESVWs6-uom0Jm24ZXfBg7iSd0iPGSxgFp02-Dh771JTqo2W9rBjvuC1gccKNPTQl8bqYEU-NFWwetYB4N_I7cy3eaUnTf8IZlmDTORbPsgp7aWQFpXsn1JK5dkxJaKU5g0ALp5xD5NA5agcmLyfPFKPzMFp0jHCjTlJQ/s1600/mafd.jpg" width="212" /></a></div><br />Escritor, abogado e historiador mexicano, nacido en 1967. Además de sus
estudios de leyes y su posgrado en historia, es especialista en la historia de
la ciencia ficción, en particular en su país. Es compilador de <i style="font-family: Arial, "sans-serif";">Visiones
periféricas: antología de la ciencia ficción mexicana </i><span style="background-color: white; font-family: Arial, "sans-serif";">(2001) y autor del ensayo breve </span><i style="font-family: Arial, "sans-serif";">Tecnología
y ciencia ficción: engranajes ficticios para máquinas irreales aunque no
imposibles </i><span style="background-color: white; font-family: Arial, "sans-serif";">(2012)</span><span style="background-color: white; font-family: Arial, "sans-serif";">.</span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Para los autores de la
primera mitad del siglo XX, la principal amenaza de las sociedades urbanas del
futuro era una individualidad en continuo proceso de desvanecimiento que daría
paso a la masa, y a un ser humano que estaría solo entre una multitud de
personas también solitarias. El amor y los nobles sentimientos, de no haberse
extinguidos estarían prohibidos, porque estimularlos supondría exaltar una
individualidad en camino a la desaparición. Así serían destruidas las redes
sociales del pasado y los múltiples vínculos colectivos, en selvas y pantanos
de asfalto que reflejarían con fidelidad el abatimiento general de
ciudadanos-estadísticas en camino a convertirse en piezas sustituibles de una
maquinaria que jamás descansa. El producto de su trabajo serviría para
satisfacer los intereses de la oligarquía en poder de un régimen totalitarios
que responde al nombre de Gran Hermano, el Auditorio y otros similares, los
cuales regirían a individuos condicionados desde la infancia, utilizarían a
oficiales disfrazados de bomberos que incendian la letra impresa o que recogen
en las calles a quienes se han dado por vencidos para ser convertidos en
galletas que reparte gratuitamente el gobierno. No estaban lejos de la
realidad. Como afirma Carlo Frabetti: “nuestra propia sociedad es tan aberrante
que cada vez se hace más difícil distinguir entre antiutopía y narrativa
costumbrista”. Basta con que recordemos que algunos políticos y los medios
masivos de comunicación de ciertas naciones quieren hacernos creer, como ocurre
en la novela <i>1984</i>, que la guerra es
la paz, la libertad es la esclavitud, y la ignorancia la fuerza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">¿Por qué surgieron y han
sido más comunes las antiutopías que las utopías en el último siglo? ¿Podemos
decir que el destino nos ha alcanzado?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">No es posible hablar de
antiutopías sin definir primero el género que les dio origen. La utopía
literaria es un relato en el que figura descrita una comunidad, organizada
según ciertos principios políticos, económicos y morales que restituyen la
complejidad de la vida social, situada en un espacio real o imaginario o
también en el tiempo, o que aparece descrita al final de un viaje imaginario,
verosímil o no.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Las utopías, de las que
ya existían esbozos en la antigua Grecia pero que se definieron plenamente en
el Renacimiento según el modelo de la <i>Utopía
</i>(1516) de Tomás Moro, son verdaderas extrapolaciones políticas, morales,
científicas, culturales y económicas, que han sido absorbidas por la moderna
ciencia ficción. Mientras que sus primeras manifestaciones demuestran gran fe
en el progreso (moral y material), en el siglo XX aparecieron sus contrapartes
antiutópicas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Mientras el término
utopía proviene de las palabras griegas <i>ou
</i>y <i>topos</i> que significan, según
traducción de Francisco de Quevedo, “no hay tal lugar”, su contraparte
antiutópica proviene también del prefijo griego <i>dis</i>, que significa anomalía o dificultad, y de <i>topos</i>, lugar, es decir, el peor lugar. Pero, como reverso de la
utopía, también debe ser un lugar creado por el ser humano, no por la
naturaleza, la intervención divina ni por alguna catástrofe. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Un
poco de historia distópica<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En su monumental
recuento bibliográfico, I. F. Clarke menciona un folleto inglés sin título de
1644, como el antecedente más remoto de distopía, donde un autor desconocido
reflejaba las terribles consecuencias que traería consigo la restauración de la
monarquía en Inglaterra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En el siglo XIX, se
publicaron en el mismo año (1879) un par de distopías: <i>Los quinientos millones de la princesa</i>, de Julio Verne, sobre las
ciudades rivales de Franceville, pacífica y en pro de la investigación
científica, y Stalhstadt, belicosa y proclive solamente al desarrollo de nuevas
armas. <i>Echomenon, o la República del
Materialismo, </i>del neozelandés H. C. Marriott –Watson, critica la ideología
egoísta de la época. La obra de Verne es también una crítica al carácter
expansionista y bélico del estado prusiano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">H. G. Wells escribió un
par de distopías: “Una historia de los días por venir” (1897) y <i>Cuando el durmiente despierte </i>(1899). En
la primera ya teme el advenimiento de una gran guerra que pondría de cabeza el
orden establecido. La segunda se inscribe dentro de las distopías que prevén la
disyuntiva entre socialismo y capitalismo. En <i>Cuando el durmiente despierte</i>, un personaje del siglo XIX que queda
en animación suspendida hasta principios del siglo XXI, despierta en un mundo
altamente mecanizado para convertirse en líder de una revolución en contra el
régimen capitalista. Otra conocida distopía en este sentido es <i>El talón de hierro</i> (1907), de Jack
London. Sin embargo, las distopías contra los proyectos socialistas han sido
más numerosas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pero la filiación al
socialismo o el capitalismo no cambia el panorama social y político trazado por
los autores: la opresión de la mayoría por una minoría gobernante, la cual
somete a los gobernados a estrictas reglas sociales que casi siempre terminan
por inmiscuirse en los aspectos más íntimos de la vida privada. Brian
Stableford opina que fue H. G. Wells y su obra <i>Los primeros hombres en la Luna </i>(1901) la que sugirió a los
creadores de distopías el modelo de sociedad inspirado en la vida de las
hormigas. Tampoco hay que olvidar un par de obras de otros géneros que
utilizaron el mismo símil: la obra teatral <i>R.
U. R. </i>(1920) de Karel Capek, y la película <i>Metrópolis </i>(1926) de Fritz Lang.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Otros autores sugieren
que la verdadera amenaza distópica a las sociedades modernas es el automatismo,
entendido como la imposición de los intereses colectivos sobre los
individuales, sea cual sea la filosofía política a defender. El ejemplo más
logrado y representativo de estas inquietudes es <i>Nosotros </i>(1920), del ruso Yevgueni Zamiatin, que Ursula K. Le Guin
consideró la mejor novela de ciencia ficción de todos los tiempos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Podemos mencionar las
distopías más conocidas entre las décadas de 1920 y 1950, además de <i>Nosotros</i>: <i>1984 </i>(1949) de George Orwell, <i>Un
mundo feliz </i>(1932) de Aldous Huxley, <i>Fahrenheit
451 </i>(1953) de Ray Bradbury, <i>Limbo </i>(1952)
de Bernard Wolfe, y <i>Mercaderes del
espacio </i>(1953) de Frederik Pohl y C. M. Kornbluth.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">A partir de las décadas
de 1960 y 1970, el temor más recurrente en las distopías ha sido la explosión
demográfica y la contaminación ambiental. Entre las obras más representativas
del período se encuentran <i>¡Hagan sitio!
¡Hagan sitio! </i>(1966) de Harry Harrison —llevada al cine, con muchas
licencias, bajo el título de <i>Cuando el
destino nos alcance </i>(Soylent Green, 1973)—, <i>Todos sobre Zanzíbar </i>(1968) de John Brunner, <i>334 </i>(1972) de Thomas Disch y <i>El
cuento de la criada </i>(1985) de Margaret Atwood.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Después de la década de
1980 prácticamente toda la ciencia ficción que imagina sociedades en el
porvenir cercano dan por hecho que una catástrofe ecológica será inevitable y
será un factor determinante de todo nuestro entorno. Entre los múltiples
títulos de los últimos años destaca la novela <i>Tierra </i>(1990) de David Brin.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Utopías
y distopías en México</span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Las primeras utopías
mexicanas nace como instrumento ideológico dentro del conflicto entre
conservadores y liberales. El conservador José María Roa Bárcena publica <i>La quinta modelo </i>(1856), en la que su
protagonista, una pequeña república democrática, no mide el riesgo de adoptar
en forma irrestricta los ideales de la Ilustración y la estructura política de
los Estados Unidos. Como respuesta, el liberal Nicolás Pizarro imagina la
utópica sociedad de Nueva Filadelfia, cuyos pormenores desarrolla en su extensa
novela <i>El monedero </i>(1861). Su
objetivo es demostrar que la armonía social y la cooperación en busca del
progreso colectivo es posible si se le concede educación a los indígenas y se
alienta la presencia de sacerdotes con ideas progresistas. En concierto con
esta tesis, Ignacio Manuel Altamirano desarrolla <i>La navidad en las montañas </i>(1871).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">También el ingeniero
inventor Juan Nepomuceno Adorno incursionó en las creaciones utópicas cuando
decidió agregar un apéndice narrativo a su obra filosófica <i>La armonía del universo </i>(1862), titulado “El remoto porvenir”. El
panorama que ofrece —un mundo completamente reformado gracias al progreso
científico y tecnológico— no tiene ninguna originalidad, pues está claramente
inspirado, sin darle ningún crédito, en los escritos de Charles Fourier.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">A comienzos del siglo XX
aparece <i>Eugenia: esbozo novelesco de
costumbres futuras </i>(1919), del médico psiquiatra yucateco Eduardo Urzaiz
Rodríguez, quien celebraba dos revoluciones, la rusa y la mexicana, además del
gobierno de Carlos Castro Morales, un incondicional del general socialista
Salvador Alvarado, quien entre 1914 y 1917 realizó numerosas transformaciones
sociales, dio un papel importante a la mujer y fortaleció al Partido Socialista
de Yucatán.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGmy_0yCjAAaewMpiaysFjieh4fRsPHIrdujI9X4K36gbIi0O9eQM6V2nUdkSXnnLI5Vt76GKEqiRerBbzTnRc_uamoJVU3K5rxbFIsudGYX8cNzolpzzPeWw98A3llGMy1yk1oHVy4hx3AdapRZi2BhlC7hAVJJVOGqmUo4SnYqEfKyfKdFfg2VPt/s276/eugenia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="276" data-original-width="183" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGmy_0yCjAAaewMpiaysFjieh4fRsPHIrdujI9X4K36gbIi0O9eQM6V2nUdkSXnnLI5Vt76GKEqiRerBbzTnRc_uamoJVU3K5rxbFIsudGYX8cNzolpzzPeWw98A3llGMy1yk1oHVy4hx3AdapRZi2BhlC7hAVJJVOGqmUo4SnYqEfKyfKdFfg2VPt/s1600/eugenia.jpg" width="183" /></a></div><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pocos años después, un
protagonista de la Revolución Mexicana, Félix F. Palavicini se plantea, como en
el siglo anterior hiciera Roa Bárcena, los posibles giros que daría la política
nacional en <i>¡Castigo!: novela mexicana de
1945 </i>(1926), e imagina la desgracia que implicarían los Estados Soviéticos
Mexicanos y también una república su siguiera puntualmente al vecino del norte.
Lo más adecuado sería, en su opinión, buscar un modelo de acuerdo con nuestros
propios intereses e ideales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El cine nacional también
sufrió muy temprano la tentación utópica. <i>El
sexo fuerte </i>(1945), dirigida por Emilio Gómez Muriel, trata sobre un par de
náufragos que llegan a una ciudad gobernada por mujeres, donde los hombres
desempeñan el papel de las mujeres en nuestras sociedades. En una obvia
proyección del machismo, los galanes acaban conquistando a todas las mujeres, y
creando una especie de comisión de “reeducación” para que se comporten y ocupen
las labores “propias” de su género.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Una de las distopías
mexicanas más interesantes aparece durante el emblemático 1968, <i>El último reducto: memorias de un hombre del
año 4999</i>, de Juan Aroca Sanz. En el siglo L, la Tierra es gobernada por un
grupo de seres asexuados que controlan artificialmente la reproducción de
hombres y mujeres. Las siguientes líneas, muestra evidente del estado mental de
la juventud de entonces, resumen mejor que mis descripciones su argumento:
“Cualquier robot de mala muerte puede predecir con exactitud matemática qué
será lo que piense cada uno de nosotros una hora cualquiera de un año
cualquiera. Y tan es esto cierto, que los radadetectores cerebrales no tardarán
en desaparecer en las esquinas porque hace ya siglos que no detectan nada digno
de ser destruido. Es decir, nada realmente digno de ser conservado”. Edmundo
Domínguez Aragonés recreó el mismo ambiente en <i>Argón 18 inicia </i>(1971), y Paco Ignacio Taibo II, una alegoría de la
<i>guerra sucia </i>en sus “Llamaradas para
fechas vacías” (<i>Nueva Dimensión </i>105,
oct, 1978).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Otra distopía que
refleja el trauma de 1968, aunque en tono satírico, es <i>Nueva utopía (y los guerrilleros)</i> (1973), de René Avilés Fábila y
otros autores, sobre un régimen que propiamente un antisistema sociopolítico y
económico constituido por elementos estructurales represivos y negativos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">El día que perdió el PRI </span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">(1976) es la novela en la que Armando
Ayala Anguiano imagina que, en la campaña de 1987, el candidato panista
Francisco I. Zapata derrota al PRI, bajo el siguiente lema de campaña:
“confiscación inmediata de las fortunas de los políticos enriquecidos en sus
cargos”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Una
utopía feminista —y casi <i>new age</i>— <i>Cómo acabó la Tierra </i>(1980) de A.
Alatorre T., y <i>Destruyan a Armonía </i>(1982)
de Juan Guerrero Zorrilla, acerca de una sociedad donde la regla son los
trabajos cambiantes, reflejan el optimismo de finales de la década de 1970.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJelvwswbdxYKYMLzoEIE4K3diTFmeUS6wvOHnIilNTiJ1ckutLLckIY6mt7xcaokE07F7KvNWjvXZWMjfGgrBFJXQvFK4bMWbu0DDZvkKHoUyBtsTJk-yRasEnJ8xuHoEWkVtURuIAq58FmOcJ_jokK1cTjLcoIIeCw_4leYAim1oyJaO0Sx3mEmj/s320/mexico_2000-266585288-large.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="237" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJelvwswbdxYKYMLzoEIE4K3diTFmeUS6wvOHnIilNTiJ1ckutLLckIY6mt7xcaokE07F7KvNWjvXZWMjfGgrBFJXQvFK4bMWbu0DDZvkKHoUyBtsTJk-yRasEnJ8xuHoEWkVtURuIAq58FmOcJ_jokK1cTjLcoIIeCw_4leYAim1oyJaO0Sx3mEmj/s1600/mexico_2000-266585288-large.jpg" width="237" /></a></div><br />En
la película <i>México 2000, </i>dirigida por
Rogelio A. González Jr., Héctor Lechuga y Chucho Salinas dibujaron con dos
décadas de anticipación lo que sería México al entrar al nuevo milenio: un país
libre de corrupción y malos políticos, donde todos velan exclusivamente por el
beneficio del país. Por medio de recursos de continuos y jocosos <i>flashbacks</i>, los mexicanos del futuro
recuerdan como fueron los tiempos en que las cosas eran al revés.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En
las primeras líneas de <i>Cristóbal Nonato </i>(1987),
de Carlos Fuentes, los protagonistas expresan lo que parece ser el destino
manifiesto de los mexicanos: “—En México nos va mal”. Y el otro precisa: “—Eso
es una tautología. México es para que nos vaya mal.” La acción narrativa se
desarrolla en nuestro país luego del desastre de 1990 —una lluvia ácida y negra
que devastó la capital—; situación que no evita que el gobierno continúe
promoviendo la industrialización, como se lee en el slogan: “México
industrialízate: vivirás menos pero vivirás mejor”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Otros
autores sugieren que la geografía mexicana cambiará en el futuro cercano. En <i>Al norte del milenio </i>(1989) Gerardo
Cornejo desarrolla, entre otros asuntos, las secuelas de la venta del norte de
México a los Estados Unidos. <i>El
presidente Lemus </i>(1993) de Daniel S. Cárdenas, cuenta la historia de los
estados norteños que se han independizado mientras las fuerzas transnacionales
vigilan que se apliquen los controles demográficos: esterilización obligatoria
después del segundo hijo y muerte a los mayores de cincuenta años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">En
el porvenir remoto, una civilización extraterrestre decide visitar la Tierra y
hacer un estudio de campo en la isla donde viven <i>Los imecas </i>(1995), título de la novela de Mauricio García Sainz.
Pronto se dan cuenta de que la isla es la última reminiscencia del antiguo
territorio mexicano, y que los imecas no solamente han perdido por ineptitud su
ancestral espacio geográfico, sino que han involucionado en todos los sentidos
para volver a ser una especie de sociedad de la época colonial.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-5tK7abiUE5Pd7CmjrgMmCYFalSugN4cLndJOcIwNm71rqCRR0UmW6wYlJDcxygdbcavr6pRrwWrTaLrHRKaI2N0vDkYDKLo2wul5UDFifJFSLUEav4GlzydS0GgVAkYxyQ4oQL5nSqn_nwtZoCJUsra7bp-Qtf_n1efNxtq6EARfk9Xv4RrvXv_A/s598/reducto.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="598" data-original-width="400" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-5tK7abiUE5Pd7CmjrgMmCYFalSugN4cLndJOcIwNm71rqCRR0UmW6wYlJDcxygdbcavr6pRrwWrTaLrHRKaI2N0vDkYDKLo2wul5UDFifJFSLUEav4GlzydS0GgVAkYxyQ4oQL5nSqn_nwtZoCJUsra7bp-Qtf_n1efNxtq6EARfk9Xv4RrvXv_A/s320/reducto.jpg" width="214" /></a></div><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Otra
suerte de reducción geográfica del mapa nacional tiene lugar en <i>El dedo de oro </i>(1996) de Guillermo
Sheridan. Después de la debacle económica de 2002, un gobierno interino convoca
a un congreso constituyente que propone la desaparición del PRI, el cual se
transforma en el Partido Evolucionario Definitivo (PED). El poder <i>de facto</i> quedó en manos del principal
cacique nacional, un ciborg u organismo cibernético que prolonga la vida de
Hugo Atenor Fierro Ferráez (alias Fidel Velázquez). La ciudad de México está
cubierta por una nube de contaminación en la que han llegado a gestarse
“variedades inusitadas de hongos y lamas aéreas que se entretejían en un estado
semisólido de jardín nauseabundo”; por lo mismo, hay enormes rascacielos que
sirven de vivienda para los magnates, mientras que los pobres, que son la
mayoría, viven en la penumbra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Temas similares al
control estatal que iniciaron <i>Nosotros </i>y
<i>1984</i> son explorados en <i>Oniria </i>(1989) de Arnulfo Rubio, donde
los pobres se venden a corporaciones para ser esclavos <i>de facto</i>, y <i>Los amantes de la
nueva metrópolis </i>(1992) de Alberto Zuckerman.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Nos enseñan el negro
futuro de la capital mexicana <i>¿En quién
piensas cuando haces el amor? </i>(1995) de Homero Aridjis, y <i>Barrio viejo: balada de Elsinor la Trebolera
</i>(1998) de Jorge Anaya. Esta imagina a la ciudad de México dividida entre
los intereses aliados de tecnócratas y religiosos, y una mayoría de capitalinos
que sobreviven al margen de centros comerciales y vías rápidas de dos o tres
pisos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Entre las distopías más
recientes está <i>La silla del águila </i>(2003)
de Carlos Fuentes, cuya acción transcurre en el año 2020. México ha sido
sancionado a perder las comunicaciones por vía electrónica por oponerse a la
invasión estadounidense de Colombia, situación que los dirigentes nacionales
aprovechan para intercambiar epístolas que reflejan la podredumbre de la clase
política.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Quizá porque la realidad
de los últimos años ya es de por sí deprimente como para reflejarla todavía en
producciones cinematográficas, la única película nacional de tema distópico ha
sido <i>Utopía 7 </i>(1995) del director
Leopoldo Laborde.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Hasta aquí este recuento
de los peores escenarios nacionales. Como podemos ver, México no escapa a la
regla de las creaciones imaginativas de otros países, pues las utopías se
escriben en épocas de prosperidad y de grandes expectativas. Después de 1982 ya
no se ha publicado ninguna.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Según Kingsley Amis, la
distopía es la principal aportación de la ciencia ficción a la literatura del
siglo XX. Según Rafael Lara, “ni siquiera en las antiutopías más pesimistas se
cierran todas las puertas a la esperanza”. La construcción de estas negras
visiones del futuro, no son sino una severa crítica a nuestro presente, lo cual
sirve para estimular otras posibilidades. Esperemos que ésta sea la aportación
de la ciencia ficción mexicana y las utopías a nuestro presente.<o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">©
2009 del autor <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Bibliografía<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Frabetti, Carlo. “El
fraude (ideológico” de la antiutopía cinematográfica”. En: <i>Nueva Dimensión</i>. N° 80 (ago. 1976), p. 132.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Lara, Rafael. “1984 en
el año 2000: utopía y antiutopía al final del milenio.” En: <i>BEM: ciencia ficción y fantasía</i>, n° 60
(dic. 1997-enero 1998), pp. 20-21.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Millán, María del
Carmen. “Dos utopías”. En: <i>Historia
mexicana</i>, n° 26 (oct-dic. 1957), pp. 187-206.<o:p></o:p></span></p>
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Trousson, Raymond. <i>Historia de la literatura utópica: viajes a
países inexistentes</i>. Barcelona Península, 1995.</span>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-62175976801425385032021-11-05T20:54:00.005-03:002021-11-05T20:54:43.544-03:00Cinco hombres en Marte, de Fernando Hugo Casullo, por Luis Pestarini<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Dcp4Lv7VUzA/YYXDt68R-XI/AAAAAAAAA9E/ks-SHg1ABKw6Jds4DDQMhbaDFGJkMeL9QCLcBGAsYHQ/s1200/casullo.webp" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="728" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-Dcp4Lv7VUzA/YYXDt68R-XI/AAAAAAAAA9E/ks-SHg1ABKw6Jds4DDQMhbaDFGJkMeL9QCLcBGAsYHQ/s320/casullo.webp" width="194" /></a></div><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Un auténtico
descubrimiento literario es esta novela presentada por Ediciones Ignotas en su
colección Los exhumados: una auténtica narración pulp de ciencia ficción
argentina. Su autor, Fernando Hugo Casullo, dejó más rastros como lunfardista
que como novelista, y está claro el por qué. Su escritura es extremadamente
torpe (y eso que se anuncia en el libro que se corrigieron y eliminaron los
errores y ripios más relevantes) y esto también lo acerca a la literatura pulp
que se estaba publicando en los Estados Unidos en simultáneo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: arial;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Cinco hombres en Marte</span></i><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> apareció en el número 346, de
febrero de 1943, de la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Figuritas,
la revista del escolar</i>, pero esto no debe confundirnos: no es literatura
infantil, como no lo fueron los pulps anglosajones. La historia cuenta sobre el
viaje a Marte de cinco argentinos en una nave espacial llamada “Argentina”
impulsado por un novedoso elemento, el gentilo. De capítulos cortos, tiene un
ritmo frenético y un despliegue de la imaginación que para su época seguramente
fue muy sorprendente, pero a los ojos de hoy son inverosímiles: aparecen
marcianos, arañas gigantes, animales prehistóricos, hasta aparecen evidencias
de que estuvieron los antiguos egipcios. No voy a spoilear el final, pero
resulta una auténtica sorpresa.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">La edición
tiene dos importantes virtudes y un defecto. Las primeras son el estudio de
Pepe Muñoz sobre la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Figuritas </i>y
el marco en el que se publicó, además de hacer un breve análisis del libro y
del autor, y la otra la inclusión de las ilustraciones originales de Manuel
Alejandro Martínez Palma, a página completa y en color, obras que producen una
desconcertante sensación de extrañeza. En la edición hay cierto descuido en la
corrección, principalmente con el guionado al cambiar de renglón, que muchas
veces no sigue la división silábica.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Como señala
Lautaro Ortíz en una <a href="https://www.pagina12.com.ar/376060-la-recuperacion-de-cinco-hombres-en-marte">nota</a>
sobre el libro, las revistas populares que vendieron millones de ejemplares
desde la década del veinte hasta entrados los sesenta, fueron muy descuidadas
por las instituciones culturales que debían preservarlas. No hace mucho tiempo
que se tomó consciencia que eran bienes de gran valor y, para entonces, las
colecciones más completas se encontraban en manos de coleccionistas. Si bien
hay revistas que fueron muy tamizadas en busca de textos originales, como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Rojinegro, Tipperary </i>o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Leoplán</i>, hay otras que guardan posibles
hallazgos. Y ahí está el gran mérito de recuperar esa novela, la que puede ser
considerada, como se señala en su primera edición en libro, la primera de
ciencia ficción interplanetaria de autor argentino. <o:p></o:p></span></span></p><br /><p></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-18944854325658188192021-09-03T14:50:00.000-03:002021-09-03T14:50:16.640-03:00“Y había que escribir o volverse loco”: entrevista a Mario Levrero<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-DGKFRvaCGbk/YTJfo_uGqRI/AAAAAAAAA7o/MxzCnrE4O3cn9kYna2Eo2LJfKtjEpawBQCLcBGAsYHQ/s600/levrero.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="600" height="213" src="https://1.bp.blogspot.com/-DGKFRvaCGbk/YTJfo_uGqRI/AAAAAAAAA7o/MxzCnrE4O3cn9kYna2Eo2LJfKtjEpawBQCLcBGAsYHQ/s320/levrero.jpg" width="320" /></a></div><br />Esta entrevista poco conocida a Levrero, realizada por Carlos María Domínguez, fue p<span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt;">ublicada
en la revista </span><i style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt;">Crisis </i><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt;">n° 60 (otoño
1988). Levrero tenía entonces 48 años y probablemente fue realizada durante el breve período en que residió en Buenos Aires. Entonces, todavía era un escritor reconocido en un reducido ámbito de lectores. </span><p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="background-color: white;">—</span><span style="color: #555555; font-family: Georgia, serif; font-size: 13pt;">Todo era
muy evidente menos para mí. Hasta el año '66 en que cumplí 26 años. Después de
una crisis personal muy profunda me fui a un balneario llamado Piriápolis en
pleno invierno. Abandoné la librería de usados que tenía en Montevideo y me
desligué completamente de lo que había sido mi vida hasta ese momento.</span></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Después de
unos quince días de total vagabundeo comencé a escribir. Primero un poema,
luego un relato. Contaba con la protección de un pintor, Tola Inviernizzi, que
viéndome en crisis, sin preguntarme nada me invitaba a comer a su casa, a
participar de la vida familiar y a jugar con sus hijos. El relato trataba de
alguien que llegaba a un lugar y se ponía a acomodar cosas, que era lo que me
estaba pasando internamente. Este hombre me alentó a continuarlo y al ir
paseando por la rambla, por la playa, empecé a mirar hacia adentro y a
encontrar pistas de todo un mundo que estaba presente en esas pocas líneas que
había iniciado.<o:p></o:p></span></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Entonces
me largué a escribir a un ritmo febril. No tenía un lenguaje desarrollado,
había palabras que no me venían a la mente, entonces ponía entre paréntesis la
descripción del objeto y luego buscaba en los diccionarios, preguntaba y
rellenaba esos agujeros. Todas las noches, cuando iba a cenar a la casa de
estos amigos, les llevaba lo que había escrito durante el día. Y así
salió <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">La Ciudad</span></em>.
Ese fragmento inicial se convirtió en una novela que yo no sospechaba que tenía
adentro.<o:p></o:p></span></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"> </span>—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">El público suele
creer que un escritor se dedica a la literatura porque tiene facilidad de
palabra, cuando en realidad lo que tiene con la palabra es una lucha, muchas
veces tortuosa.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Claro.
Incluso hasta ese momento yo hablaba muy poco. Tenía una represión muy grande.
Cuando pude escribir empecé a hablar con más facilidad, y a comunicarme.
Después de escribir <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">La
Ciudad</span></em> fue como haber derribado un muro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Tengo
entendido que la escribiste en pocos días y la corregiste durante varios años.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">No me
acuerdo si en ocho o quince días, pero fue la vez que trabajé con más
dificultades, con más esfuerzo físico. Trabajaba desde las nueve de la mañana
hasta las diez de la noche. Estaba muy imbuido del paisaje que me rodeaba en
ese momento, Piriápolis, y un pueblito más chico y miserable llamado Pan de
Azúcar. Fueron unos meses muy intensos. Después de superada la crisis salí muy
fortalecido y con mucho interés en lo que estaba haciendo. Me pasé tres años
corrigiendo <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">La Ciudad</span></em>.
En realidad no estaba tan mal escrita como para necesitar un trabajo tan
obsesivo de corrección, pero me daba miedo darlo a conocer y por otra parte
estaba fascinado con el mecanismo creativo que acababa de descubrir. Escribí
mucho en el '66, en el '67.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Y a
partir de ahí asumiste...</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">No lo
asumí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">En
aquella época, ¿de qué vivías?</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Mis medios
de vida han sido siempre circunstanciales, poco ortodoxos. Alquilaba un local
en el centro de Montevideo, donde tenía una librería de usados, y el
departamento que estaba arriba, en el mismo edificio. Llevaba una vida muy
frugal. Hubo un intento de desalojo y esa fue la clave de que pudiera escribir
durante casi veinte años. Al dueño se le antojó tirar abajo el edificio y
construir oficinas, entonces quiso desalojar a todo el mundo. Y empezaron a
pasar cosas, siempre que venía el desalojo era frenado por algo, falleció la
mujer del dueño, fue a sucesión, el alquiler fue quedando muy barato,
congelado, hasta convertirse en un suma absolutamente despreciable. Ahora
muchos de mis compañeros de trabajo se asombran cuando les digo que es la
primera vez que tengo una heladera eléctrica. Como entonces tenía tiempo a mi
disposición, salía a hacer las compras todos los días. Eso me permitió tener el
ocio necesario para poder escribir y hacer todo lo que quería, no sin pasar
angustias económicas de vez en cuando.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Te
acercaste al periodismo.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Aisladamente.
Hubo épocas en que viví del humor, sobre todo en una revista llamada <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">Mishiadura</span></em>, un poco heredera
de la vieja revista <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">Peloduro</span></em>,
que echó las bases de lo que es el humor uruguayo. Claro que en el '69, '70,
‘71, estábamos en un momento político muy distinto. Colaboraba en otra revista
llamada <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">Maldoror</span></em>,
pero que tiene una periodicidad loca: cada dos, tres años, sale un número. En
un concurso de <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">Marcha</span></em> presenté <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">La Ciudad</span></em> y obtuve una
mención. No llegaron a publicarla porque antes apareció Marcial Souto, que por
entonces hacía sus primeras armas en el mundo editorial, con el proyecto de
editar la novela en una colección que finalmente tuvo un pésimo destino: fue
reducida a pulpa de papel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">¿Cuándo
comenzaste a interesarte por la parapsicología?</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Me
sucedieron cosas muy llamativas, de telepatía sobre todo, y luego tuve miles de
experiencias más de distinto calibre. Finalmente recurrí a un médico que me
supo explicar todo lo que me ocurría, descartando toda explicación
sobrenatural: me hizo leer libros, y eso me ayudó a que la fenomenología se
fuera reduciendo. Le fui prestando menos atención y empecé a vivir un poco más
tranquilo. Aquello se transforma fácilmente en un vicio. Uno trata de provocar
el fenómeno, y los fenómenos realmente auténticos son espontáneos. Al tratar de
provocarlos, uno obtiene unas imitaciones que no son exactamente
parapsicológicas. Uno se va volviendo cada vez más histérico y puede enloquecer
fácilmente si persiste en esa actitud.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">—</b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Contame a qué responde el seudónimo: Mario Levrero.<o:p></o:p></span></b></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Cuando
terminé de escribir <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">La
Ciudad</span></em> no estaba seguro de que la novela fuera mía. Había
nacido de una parte de mí que yo desconocía y no me animaba a firmarla con mi
nombre. No era exactamente mía pero tampoco totalmente ajena, así que opté por
mi segundo nombre y mi segundo apellido. No es estrictamente un seudónimo.
Además, yo no me asumía como escritor, y a veces la literatura se volvía una
actividad fastidiosa y secundaria que chocaba con mi necesidad de ganarme la
vida, de encararla de una manera más provechosa. El seudónimo ayudó a esa
especie de ocultamiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">¿Y por
qué toda tu obra la firmás como Mario Levrero y el folletín <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">Nick Carter</span></em> como
Varlotta?</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Nick
Carter apareció como algo distinto. No lo vi en la misma línea que lo demás, no
lo asimilaba al resto de la obra de Levrero, y en ese momento me parecía algo
inferior. Mientras lo escribía pensé que no se lo podía mostrar a nadie. Estaba
volcando mucha cosa psicoanalítica personal y fantasías de todo tipo,
principalmente erótico. Intenté buscar otro seudónimo pero al final aquello fue
una decisión de los editores. Me enteré de que estaba como Jorge Varlotta
cuando salió el libro.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-006gTm0GsWE/YTJfzxnkiGI/AAAAAAAAA7s/6O93Zzgmnr887uc3Pa-6u312Mrsyt007QCLcBGAsYHQ/s1920/levrero2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="180" src="https://1.bp.blogspot.com/-006gTm0GsWE/YTJfzxnkiGI/AAAAAAAAA7s/6O93Zzgmnr887uc3Pa-6u312Mrsyt007QCLcBGAsYHQ/s320/levrero2.jpg" width="320" /></a></div><br /><o:p></o:p><p></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Interesa
lo que decís de tu seudónimo porque tus libros parecen escritos desde una
conciencia que no discrimina límites entre el mundo interior y el exterior.
Este entramado, presente en casi todas tus historias, puede ser leído como
referente de la enajenación moderna y de la situación de un individuo que nunca
puede instalarse dentro de sí, que nunca es enteramente consciente de la multiplicidad
de cosas que pasan por él, como si estuviera arrojado de sí mismo.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Bueno, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">París</i> se dice claramente de la
preocupación del protagonista por establecer límites entre lo que es el mundo
exterior y el interior, sin que pueda conseguirlo. Eso debe tener que ver con
mi carácter introvertido y con una forma muy especial de percepción. En realidad,
yo no llego directamente al objeto exterior sino a la sensación que ese objeto
me produce. Esto implica pasar por una serie de procesos interiores que
desconozco, para rescatar al objeto, para que aflore en la conciencia como una
real percepción. Hay una historia preexistente que debo descubrir poniéndome en
un estado de comunicación conmigo mismo. Dejar subir lo que hay dentro,
percepciones, vivencias, cosas que se fueron, que tal vez no fueron vividas en
su momento, ahí surgen ya elaboradas por el inconsciente, como en un sueño. Es
un mecanismo onírico el que está produciendo las imágenes continuamente. Fluyen
las palabras, pero al mismo tiempo hay un control consciente que hace que lo
que escribo no suene como el relato de un sueño. Es como si la conciencia
participara como vigía de un hecho misterioso. A veces discuto con
entrevistadores allegados a la ciencia ficción y termino defendiéndome como
“realista”. Mis historias no son fantásticas. Por lo general, en lo que escribo
no hay elementos sobrenaturales. Pasan cosas raras, muy poco frecuentes, o hay
elementos no reconocibles como objetos de la realidad, pero sí son reales los
mecanismos psicológicos, la simbología que está expresando, un mundo
espiritual, absolutamente real.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Todo
esto está vinculado al modo en que introducís el erotismo en la trama dramática
de tus relatos. Enteramente libre del peso de la moralidad y aun de la
necesidad de transgredir la moralidad, el erotismo en tu obra forma parte de la
estructura dramática central.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Probablemente
porque sea el eje central de mi vida, el interés vital más importante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Hablame
de eso. ¿Por qué?</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Me cuesta
mucho separar lo que sería el impulso religioso, metafísico, del impulso
erótico. Parten de un mismo centro y justamente son mis dos preocupaciones e
intereses constantes. A través de las experiencias parapsicológicas, las más
auténticas, y a través del erotismo y del sexo, he tenido esa percepción de una
mayor dimensión del ser, y es lo que necesito casi como el oxígeno. Necesito
aunque sea fugazmente esa trascendencia, ese sentirse más de lo que uno se
percibe habitualmente, más de lo que uno se permite o de lo que nos permiten
ser.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Esta
idea del erotismo aparece en tu obra signada por un misticismo primitivo:
orgia, fusión con el otro, anulación de las diferencias, canibalización,
elementos que están en el origen del principio religioso. La búsqueda de
satisfacción del deseo sexual no resulta distinta de la lucha por la
comunicación, otra constante en tus libros, y sobre todo en la trilogía que
integran <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">La Ciudad</span></em>, <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">El Lugar</span></em> y <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">París</span></em>. Ambas búsquedas
parecen intentar el acceso a una experiencia de plenitud y de comunicación con
todo.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Más que la
búsqueda de satisfacción, yo diría que el deseo es un puente, un tentáculo
dirigido no exactamente hacia el otro sino hacia lo más esencial del otro. Por
eso hablo del erotismo como de una experiencia trascendente. Para mí no es
tanto una cuestión de carne sino de espíritu. A través de los mecanismos
eróticos encuentro la posibilidad de llegar al alma de la otra persona, un
sitio al que se llega también a través del arte. Siempre lo sentí y viví así.
La comunicación y el sexo como una misma cosa. Por eso protesto cuando hablan
de pornografía en mis libros. Yo detesto la pornografía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Contame
cómo trabajás, cómo te planteás el trabajo literario.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Para poder
trabajar para mí es indispensable el ocio, y cada vez me resulta más difícil
conseguirlo. Nunca tengo un plan previo sino que las imágenes se me imponen con
una continuidad obsesionante, y tengo que desarrollarlas para averiguar de qué
se trata. Claro, luego siempre surgen complicaciones. En los últimos años me
pasó con <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">Desplazamientos</span></em>.
La escribí de un tirón, linealmente, por entonces las repeticiones de escenas
no existían. Le faltaba peso, no me convencía. El primer título provisorio era
"La sombra". Luego se me ocurrió "Desplazamientos", pero se
trataba de los desplazamientos físicos. Estaba terminada y me sentía frustrado.
Estuve a punto de destruirla. Dejé pasar un tiempo, la volví a leer, y me di
cuenta de que cuando llegaba a un nudo, al pasaje de una secuencia a otra, el
protagonista podía haber elegido otra alternativa equivalente. Un poco por
pereza, por necesidad de seguir trabajando, había elegido una, pero no era
necesariamente la más correcta. Ninguna se imponía claramente sobre las otras.
Entonces se me ocurrió escribirlas todas, con la idea de ponerlas al final,
como un apéndice de la novela. Luego se me ocurrió intercambiarlas y vi que
funcionaba. La estructura de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Desplazamientos</i>
fue absolutamente obligada por una necesidad de verdad, de realidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Tus
personajes, siempre traspasados por una realidad que se les impone. Parecen
inocentes sólo en la primera aproximación.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Cantidad
de cosas que quedan marginadas de la conciencia, están sin embargo ahí, a su
alcance. La conciencia tiene pereza de tomarlas, de asumirlas, como si
prefiriera no verlas. Es en esa estrechez donde tal vez parecen inocentes los
personajes. En realidad no lo son. No se esfuerzan por hacerse cargo de las
situaciones. Eso a mí me pasa continuamente, al punto de que hace un par de
meses descubrí que estaba enamorado de una mujer a través de un sueño. Me lo
impuso el inconsciente. Era un sueño tan claro que tuve que rendirme a la
evidencia y empecé a examinar mis sentimientos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Tu
palabra siempre se presenta, en primera instancia, al servicio de la imagen.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Y atrás de
la imagen todavía está otra cosa: el clima, que me parece lo fundamental.
Porque la imagen puede ser otra, igual que la palabra, pero lo que yo trato de
reproducir es el clima de lo que estoy viviendo en ese momento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Y eso
tiene que ver con la virtual organización argumental de algunos de tus relatos,
que aparecen potenciados metafóricamente con otros recursos, brindando
igualmente una sensación de completud.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Contradiciendo
lo que alguna vez afirmó Ángel Rama, que decía que lo que yo escribía era
caprichoso, que terminaba mis cuentos cuando se me ocurría, siempre llega un
momento en que el punto final se me impone y ya no puedo agregar ni una palabra
más. Hay una estructura que tal vez Rama no supo descubrir, que a mí me parece
que está dando cuenta de un hecho completo, al que no le sobra ni le falla
nada. No lo puedo explicar, pero estoy convencido de que no existe ningún
capricho en la ficción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">Las
influencias más decisivas provienen de la vida misma, pero también alguna que
otra de la lectura. Se te vincula con Kafka, Carroll, Felisberto Hemández.</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">Lo de
Carroll y Kafka es rigurosamente cierto. Este último fue el disparador.
Leía <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">El Castillo</span></em> mientras
escribía <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">La Ciudad</span></em>,
y <em><span style="font-family: "Georgia","serif";">América</span></em> sobre
todo me abrió la visión de un mundo que yo me prohibía a mí mismo. Las cosas no
eran como nos las habían enseñado, la realidad no coincide con los elementos
que uno tiene para percibirla. El mundo es más complejo, más terrible y carga
sutiles complicaciones, tantas como no habíamos imaginado. Él me dio permiso
para exteriorizar ese sufrimiento, para poder expresarlo. Luego me fui
apartando de sus cosas y desarrollé un camino personal. En cuanto a Felisberto
Hemández, confieso que recién lo comencé a leer cuando me vinculaban con él, y
por cierto que me pareció admirable. Coincido en eso de las influencias
literarias. Me resulta muy irritante y ajeno a la realidad ver cómo los
críticos se esfuerzan por establecer un mapa con alfileres, donde cada escritor
aparece pinchado en determinado lugar en relación con otros escritores, como si
un fabricante de queso tuviera que comer queso y ninguna otra cosa. Hay una
influencia de ciertos escritores, pero también de la música, la pintura, la
luna, el mar, las mujeres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="pregunta-crisis" style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt; mso-bidi-font-style: italic;">¿Qué te
importa en la literatura?</span></b><i><span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p>
<p style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">—<span style="color: #555555; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 13.0pt;">El
resultado. El resultado es lo único que importa. La intención es siempre
egoísta. Yo trato de librarme de un problema escribiendo. Pero si en alguna
medida, lo que escribo puede ayudar a alguien como me ayudó a mí, Kafka, por
ejemplo, creo que mi vida está más que justificada.<o:p></o:p></span></p><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt;"></span><p></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-67010706935303231812021-03-21T17:52:00.000-03:002021-03-21T17:52:31.943-03:00Y no habrá pánico, Ray Bradbury<p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Nm6mUgHp0go/YFexLL4iFzI/AAAAAAAAA4o/VvQVud3WuJUYrOMlNuEWcYhKtus5zkjFACLcBGAsYHQ/s730/Bradbury-Dietrich.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="730" data-original-width="500" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-Nm6mUgHp0go/YFexLL4iFzI/AAAAAAAAA4o/VvQVud3WuJUYrOMlNuEWcYhKtus5zkjFACLcBGAsYHQ/s320/Bradbury-Dietrich.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Un muy joven Bradbury <br />junto a Marlene Dietrich</td></tr></tbody></table><br /> Este breve texto se publicó en español por única vez en el número del 11 de diciembre de 1981 en la revista <i>Somos.</i></p><p></p><p class="MsoNormal">Muchos creen que la ciencia ficción es un fenómeno de
nuestros días. Nada más errado. Si agudizamos nuestros sentidos podemos
advertir que la mismísima <i style="mso-bidi-font-style: normal;">República </i>de
Platón es un serio antecedente de ella, sencillamente porque ciencia ficción es
nada más y nada menos que hablar o contar cosas que no existen. Si continuamos
por este camino nos encontramos con que podrían militar en esta categoría todas
las representaciones de mundos fantásticos o utópicos, desde los antiguos
griegos hasta las de Tommaso Campanella y Tomás Moro. Así y todo la ciencia
ficción contemporánea reconoce en Julio Verne no sólo a su fundador sino
también a uno de los que más la alimentó.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La tecnología y el cine han contribuido a popularizar o
difundir esta disciplina antes exclusividad de unos pocos iniciados. Un ejemplo
claro han sido las películas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">2001, Odisea
del espacio, La guerra de las galaxias </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Encuentros cercanos del tercer tipo</i>, que cuenta el primer contacto
de un ser de otro planeta con los terráqueos. ¿Por qué el éxito de estos films?
Seguramente su carácter taquillero está muy relacionado con las misiones Apolo,
con los alunizajes, con las sondas que llegaron a Marte, con los famosos discos
Voyager que transportan mensajes interplanetarios, y con un fenómeno que
seguramente se está produciendo en el hombre común: la prueba de que, después
de todo, nuestras fábulas y novelas no están tan <i style="mso-bidi-font-style: normal;">descolgadas</i> de la realidad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">No faltan, por supuesto, los apresurados de siempre que
aseguran que el boom de la ciencia ficción tiene sus raíces en una actitud
escapista de la gente. Yo creo que es al revés. Que es una manera de
prepararse, de pararse frente a la realidad y perder los temores. El hombre de
hoy se plantea a fondo los problemas del Universo y eso está demostrado en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Encuentros cercanos</i>… su raíz filosófica
y religiosa trata del lugar que ocupa el hombre dentro del Universo. Aquellos
que nos acusan de locos o delirantes no tienen que olvidar la retahíla de
profecías que lanzó la ciencia ficción, que fueron calificadas de despropósitos
en su momento y que hoy son realidad contante y sonante: el rayo láser, la
visita del hombre a la Luna, la exploración de Marte. Muchos hemos hablado en
nuestros libros de cerebros electrónicos y bomba atómica. El primer ingenio
nuclear apareció en una serie de cuentos que publicó en los años 1940, 1941 y
1942 la revista de ciencia ficción <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Astounding</i>.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pero todavía el futuro nos reserva algunas sorpresas o
maravillas. Personalmente pienso que no habrá guerra nuclear a nivel mundial y
que la especie humana sobrevivirá. Colonizaremos la Luna, luego Marte y mucho
después, dentro de un siglo, pasaremos la barrera de nuestro sistema solar
rumbo a las estrellas. Dentro de quinientos siglos tendremos domicilio en
planetas que están a cinco, seis, siete u ocho años luz de nosotros. Sí creo en
la formación de colonias espaciales y estoy convencido de que el hombre partirá
a la caza de asteroides y la extracción de minerales y metales en lejanos
puntos del universo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Muchas veces los periodistas me preguntan si la ciencia
ficción ha vaticinado algo sobre la reacción de los hombres ante un encuentro
cercano del tercer tipo. Mi respuesta es siempre la misma: no habrá pánico,
será una experiencia casi religiosa, porque se está preparando para una
experiencia de ese tipo, porque el hombre sabe que no está solo en toda la
creación. Si creyera esto cometería pecado de soberbia. Espero con ansiedad el
momento y lo imagino como una experiencia sumamente conmovedora, teñida de
profunda religiosidad. Será una experiencia emocionante. Cuando charlo sobre el
tema con Allen Hinek, astrónomo norteamericano y experto en estas lides, me
dice que “no podemos permanecer indiferentes o pensar que se trata de meros
delirios. Recordemos la incredulidad que rodeaba a Galileo cuando hablaba de
manchas solares. Lo acusaron de hereje, y hoy sabemos que muchos de los
fenómenos atmosféricos y climáticos se deben precisamente a esas manchas”.<o:p></o:p></p><i></i><p></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-35910162500898156482021-02-16T21:04:00.000-03:002021-02-16T21:04:16.826-03:00La lluvia de fuego: evocación de un descarnado de Gomorra, por Leopoldo Lugones<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-tn4PHqwEVcE/YCxb1dxE0sI/AAAAAAAAA30/aDHILs9ij30cp9WiFMqxdYa4QO89EZ98wCLcBGAsYHQ/s362/lugones.jpeg" style="clear: left; display: block; margin-left: auto; margin-right: auto; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="362" data-original-width="256" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-tn4PHqwEVcE/YCxb1dxE0sI/AAAAAAAAA30/aDHILs9ij30cp9WiFMqxdYa4QO89EZ98wCLcBGAsYHQ/s320/lugones.jpeg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Leopoldo Lugones</td></tr></tbody></table><div style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: left; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Leopoldo
Lugones (1874-1938) fue la figura dominante de la literatura argentina en las
primeras décadas del siglo XX. Narrador, poeta, ensayista y político, entre sus
libros más conocidos están <i>Lunario sentimental </i>(1909), <i>La
guerra gaucha </i>(1905), <i>Cuentos fatales </i>(1926) y <i>Las
fuerzas extrañas </i>(1906). Este último reúne cuentos fantásticos y de
ciencia-ficción, en una gama que va desde lo extraño maravilloso hasta aquellos
que buscan un respaldo en una explicación racional científica, al menos para la
ciencia de aquella época. “La lluvia de fuego” pertenece a este libro y,
partiendo de la leyenda bíblica de Gomorra, construye una de las narraciones
fantásticas más perfectas de la literatura argentina.</span></div><p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 14.2pt;"><b><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><br /></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 14.2pt;"><b><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><br /></span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 14.2pt;"><br /></p><p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 14.2pt;"><b><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">LA LLUVIA DE FUEGO</span></b><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 14.2pt;"><b><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Evocación
de un desencarnado de Gomorra</span></b><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right; text-indent: 14.2pt;"><b><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Leopoldo
Lugones</span></b><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> </span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Y
tornaré el cielo de hierro y la tierra de cobre.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Levítico,
XXVI-19.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> </span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Recuerdo que era un día de sol
hermoso, lleno del hormigueo popular, en las calles atronadas de vehículos. Un
día asaz cálido y de tersura perfecta.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Desde mi terraza dominaba una vasta
confusión de techos, vergeles salteados, un trozo de bahía punzado de mástiles,
la recta gris de una avenida...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">A eso de las once cayeron las
primeras chispas. Una aquí, otra allá —partículas de cobre semejantes a las
morcellas de un pábilo; partículas de cobre incandescente que daban en el suelo
con un ruidecito de arena. El cielo seguía de igual limpidez; el rumor urbano
no decrecía. Únicamente los pájaros de mi pajarera cesaron de cantar.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Casualmente lo había advertido,
mirando hacia el horizonte en un momento de abstracción. Primero creí en una
ilusión óptica formada por mi miopía. Tuve que esperar largo rato para ver caer
otra chispa, pues la luz solar anegábalas bastante; pero el cobre ardía de tal
modo, que se destacaban lo mismo. Una rapidísima vírgula de fuego, y el
golpecito en la tierra. Así, a largos intervalos.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Debo confesar que al comprobarlo,
experimenté un vago terror. Exploré el cielo en una ansiosa ojeada. Persistía
la limpidez. ¿De dónde venía aquel extraño granizo? ¿Aquel cobre? ¿Era
cobre?...<br />
Acababa de caer una chispa en mi terraza, a pocos pasos. Extendí la mano; era,
a no caber duda, un gránulo de cobre que tardó mucho en enfriarse. Por fortuna
la brisa se levantaba, inclinando aquella lluvia singular hacia el lado opuesto
de mi terraza. Las chispas eran harto ralas, además. Podía creerse por momentos
que aquello había ya cesado. No cesaba. Uno que otro, eso sí, pero caían
siempre los temibles gránulos.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">En fin, aquello no había de impedirme
almorzar, pues era el mediodía. Bajé al comedor atravesando el jardín, no sin
cierto miedo de las chispas. Verdad es que el toldo, corrido para evitar el
sol, me resguardaba...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">¿Me resguardaba? Alcé los ojos; pero
un toldo tiene tantos poros, que nada pude descubrir.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">En el comedor me esperaba un almuerzo
admirable; pues mi afortunado celibato sabía dos cosas sobre todo:
leer y comer. Excepto la biblioteca, el comedor era mi orgullo. Ahíto de
mujeres y un poco gotoso, en punto a vicios amables nada podía esperar ya sino
de la gula. Comía solo, mientras un esclavo me leía narraciones geográficas.
Nunca había podido comprender las comidas en compañía; y si las mujeres me
hastiaban, como he dicho, ya comprenderéis que aborrecía a los hombres.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">¡Diez años me separaban de mi última
orgía! Desde entonces, entregado a mis jardines, a mis peces, a mis pájaros,
faltábame tiempo para salir. Alguna vez, en las tardes muy calurosas, un paseo
a la orilla del lago. Me gustaba verlo, escamado de luna al anochecer, pero
esto era todo y pasaba meses sin frecuentarlo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">La vasta ciudad libertina era para mí
un desierto donde se refugiaban mis placeres. Escasos amigos; breves visitas;
largas horas de mesa; lecturas; mis peces; mis pájaros; una que otra noche tal
cual orquesta de flautistas, y dos o tres ataques de gota por año...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Tenía el honor de ser consultado para
los banquetes, y por ahí figuraban, no sin elogio, dos o tres salsas de mi
invención. Esto me daba derecho —lo digo sin orgullo— a un busto municipal, con
tanta razón como a la compatriota que acababa de inventar un nuevo beso.<br />
Entre tanto, mi esclavo leía. Leía narraciones de mar y de nieve, que
comentaban admirablemente, en la ya entrada siesta, el generoso frescor de las
ánforas. La lluvia de fuego había cesado quizá, pues la servidumbre no daba
muestras de notarla.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">De pronto, el esclavo que atravesaba
el jardín con un nuevo plato, no pudo reprimir un grito. Llegó, no obstante, a
la mesa; pero acusando con su lividez un dolor horrible. Tenía en su desnuda
espalda un agujerillo, en cuyo fondo sentíase chirriar aún la chispa voraz que
lo había abierto. Ahogámosla en aceite, y fue enviado al lecho sin que pudiera
contener sus ayes.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Bruscamente acabó mi apetito; y
aunque seguí probando los platos para no desmoralizar a la servidumbre, aquélla
se apresuró a comprenderme. El incidente me había desconcertado.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Promediaba la siesta cuando subí
nuevamente a la terraza. El suelo estaba ya sembrado de gránulos de cobre; mas
no parecía que la lluvia aumentara. Comenzaba a tranquilizarme, cuando una
nueva inquietud me sobrecogió. El silencio era absoluto. El tráfico estaba
paralizado a causa del fenómeno, sin duda. Ni un rumor en la ciudad. Sólo, de
cuando en cuando, un vago murmullo de viento sobre los árboles. Era también
alarmante la actitud de los pájaros. Habíanse apelotonado en un rincón, casi
unos sobre otros. Me dieron compasión y decidí abrirles la puerta. No quisieron
salir; antes se recogieron más acongojados aún. Entonces comenzó a intimidarme
la idea de un cataclismo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Sin ser grande mi erudición
científica, sabía que nadie mencionó jamás esas lluvias de cobre incandescente.
¡Lluvias de cobre! En el aire no hay minas de cobre. Luego aquella limpidez del
cielo no dejaba conjeturar la procedencia. Y lo alarmante del fenómeno era
esto. Las chispas venían de todas partes y de ninguna. Era la inmensidad
desmenuzándose invisiblemente en fuego. Caía del firmamento el terrible cobre
—pero el firmamento permanecía impasible en su azul. Ganábame poco a poco una
extraña congoja; pero, cosa rara: hasta entonces no había pensado en huir. Esta
idea se mezcló con desagradables interrogaciones. ¡Huir! ¿Y mi mesa, mis
libros, mis pájaros, mis peces que acababa precisamente de estrenar un vivero,
mis jardines ya ennoblecidos de antigüedad, mis cincuenta años de placidez, en
la dicha del presente, en el descuido del mañana?...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">¿Huir? . . . Y pensé con horror en
mis posesiones (que no conocía) del otro lado del desierto, con sus camelleros
viviendo en tiendas de lana negra y tomando por todo alimento leche cuajada,
trigo tostado, miel agria...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Quedaba una fuga por el lago, corta
fuga después de todo, si en el lago como en el desierto, según era lógico,
llovía cobre también; pues no viniendo aquello de ningún foco visible, debía
ser general.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">No obstante el vago terror que me
alarmaba, decíame todo eso claramente, lo discutía conmigo mismo, un poco
enervado a la verdad por el letargo digestivo de mi siesta consuetudinaria. Y
después de todo, algo me decía que el fenómeno no iba a pasar de allí. Sin
embargo, nada se perdía con hacer armar el carro.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">En ese momento llenó el aire una
vasta vibración de campanas. Y casi junto con ella, advertí una cosa: ya no
llovía cobre. El repique era una acción de gracias, coreada casi acto continuo
por el murmullo habitual de la ciudad. Ésta despertaba de su fugaz atonía,
doblemente gárrula. En algunos barrios hasta quemaban petardos.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Acodado al parapeto de la terraza,
miraba con un desconocido bienestar solidario la animación vespertina que era
todo amor y lujo. El cielo seguía purísimo. Muchachos afanosos recogían en
escudillas la granalla de cobre, que los caldereros habían empezado a comprar.
Era todo cuanto quedaba de la grande amenaza celeste.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Más numerosa que nunca, la gente de
placer coloría las calles; y aun recuerdo que sonreí vagamente a un equívoco
mancebo, cuya túnica recogida hasta las caderas en un salto de bocacalle, dejó
ver sus piernas glabras, jaqueladas de cintas. Las cortesanas, con el seno
desnudo según la nueva moda, y apuntalado en deslumbrante coselete, paseaban su
indolencia sudando perfumes. Un viejo lenón erguido en su carro manejaba como
si fuese una vela una hoja de estaño, que con apropiadas pinturas anunciaba
amores monstruosos de fieras: ayuntamientos de lagartos con cisnes; un mono y
una foca; una doncella cubierta por la delirante pedrería de un pavo real.
Bello cartel, a fe mía; y garantida la autenticidad de las piezas. Animales
amaestrados por no sé qué hechicería bárbara, y desequilibrados con opio y con
asafétida.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Seguido por tres jóvenes enmascarados
pasó un negro amabilísimo, que dibujaba en los patios, con polvos de colores
derramados al ritmo de una danza, escenas secretas. También depilaba al
oropimente y sabía dorar las uñas.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Un personaje fofo, cuya condición de
eunuco se adivinaba en su morbidez, pregonaba al son de crótalos de bronces,
cobertores de un tejido singular que producía el insomnio y el deseo.
Cobertores cuya abolición habían pedido los ciudadanos honrados. Pues mi ciudad
sabía gozar, sabía vivir. Al anochecer recibí dos visitas que cenaron conmigo.
Un condiscípulo jovial, matemático cuya vida desarreglada era el escándalo de
la ciencia, y un agricultor enriquecido. La gente sentía necesidad de visitarse
después de aquellas chispas de cobre. De visitarse y de beber, pues ambos se
retiraron completamente borrachos. Yo hice una rápida salida. La ciudad,
caprichosamente iluminada, había aprovechado la coyuntura para decretarse una
noche de fiesta. En algunas cornisas, alumbraban perfumando, lámparas de
incienso. Desde sus balcones, las jóvenes burguesas, excesivamente ataviadas,
se divertían en proyectar de un soplo a las narices de los transeúntes
distraídos, tripas pintarrajeadas y crepitantes de cascabeles. En cada esquina
se bailaba. De balcón a balcón cambiábanse flores y gatitos de dulce. El césped
de los parques palpitaba de parejas.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Regresé temprano y rendido. Nunca me
acogí al lecho con más grata pesadez de sueño.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Desperté bañado en sudor, los ojos
turbios, la garganta reseca. Había afuera un rumor de lluvia. Buscando algo, me
apoyé en la pared, y por mi cuerpo corrió como un latigazo el escalofrío del
miedo. La pared estaba caliente y conmovida por una sorda vibración. Casi no
necesité abrir la ventana para darme cuenta de lo que ocurría.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">La lluvia de cobre había vuelto, pero
esta vez nutrida y compacta. Un caliginoso vaho sofocaba la ciudad; un olor
entre fosfatado y urinoso apestaba el aire Por fortuna, mi casa estaba rodeada
de galerías y aquella lluvia no alcanzaba las puertas.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Abrí la que daba al jardín. Los
árboles estaban negros, ya sin follaje; el piso, cubierto de hojas
carbonizadas. El aire, rayado de vírgulas de fuego, era de una paralización
mortal; y por entre aquéllas se divisaba el firmamento, siempre impasible,
siempre celeste.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Llamé, llamé en vano. Penetré hasta
los aposentos famularios. La servidumbre se había ido. Envueltas las piernas en
un cobertor de viso, acorazándome espaldas y cabeza con una bañera de metal que
me aplastaba horriblemente, pude llegar hasta las caballerizas. Los caballos
habían desaparecido también. Y con una tranquilidad que hacía honor a mis
nervios, me di cuenta de que estaba perdido.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Afortunadamente, el comedor se
encontraba lleno de provisiones; su sótano, atestado de vinos. Bajé a él.
Conservaba todavía su frescura; hasta su fondo no llegaba la vibración de la
pesada lluvia, el eco de su grave crepitación. Bebí una botella, y luego
extraje de la alacena secreta el pomo de vino envenenado. Todos los que teníamos
bodega poseíamos uno, aunque no lo usáramos ni tuviéramos convidados cargosos.
Era un licor claro e insípido, de efectos instantáneos.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Reanimado por el vino, examiné mi
situación. Era asaz sencilla. No pudiendo huir, la muerte me esperaba; pero con
el veneno aquél, la muerte me pertenecía. Y decidí ver eso todo lo posible,
pues era, a no dudarlo, un espectáculo singular. ¡Una lluvia de cobre
incandescente! ¡La ciudad en llamas! Valía la pena.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Subí a la terraza, pero no pude pasar
de la puerta que daba acceso a ella. Veía desde allá lo bastante, sin embargo.
Veía y escuchaba. La soledad era absoluta. La crepitación no se interrumpía
sino por uno que otro ululato de perro, o explosión anormal. El ambiente estaba
rojo; y a su través, troncos, chimeneas, casas, blanqueaban con una lividez
tristísima. Los pocos árboles que conservaban follaje retorcíanse, negros, de
un negro de estaño. La luz había decrecido un poco, no obstante de persistir la
limpidez celeste. El horizonte estaba, esto sí, mucho más cerca, y como ahogado
en ceniza. Sobre el lago flotaba un denso vapor, que algo corregía la
extraordinaria sequedad del aire.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><!--[if mso & !supportInlineShapes & supportFields]><span
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</v:shape><span style='mso-element:field-end'></span><![endif]--><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 13.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Percibíase claramente la combustible
lluvia, en trazos de cobre que vibraban como el cordaje innumerable de un arpa,
y de cuando en cuando mezclábanse con ella ligeras flámulas. Humaredas negras
anunciaban incendios aquí y allá.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Mis pájaros comenzaban a morir de sed
y hube de bajar hasta el aljibe para llevarles agua. El sótano comunicaba con
aquel depósito, vasta cisterna que podía resistir mucho al fuego celeste; mas
por los conductos que del techo y de los patios desembocaban allá, habíase
deslizado algún cobre y el agua tenía un gusto particular, entre natrón y
orina, con tendencia a salarse. Bastóme levantar las trampillas de mosaico que
cerraban aquellas vías, para cortar a mi agua toda comunicación con el
exterior.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Esa tarde y toda la noche fue
horrendo el espectáculo de la ciudad. Quemaba en sus domicilios, la gente huía
despavorida, para arderse en las calles en la campiña desolada; y la población
agonizó bárbaramente, con ayes y clamores de una amplitud, de un horror, de una
variedad estupendos. Nada hay tan sublime como la voz humana. El derrumbe de
los edificios, la combustión de tantas mercancías y efectos diversos, y más que
todo, la quemazón de tantos cuerpos, acabaron por agregar al cataclismo el
tormento de su hedor infernal. Al declinar el sol, el aire estaba casi negro de
humo y de polvaredas. Las flámulas que danzaban por la mañana entre el cobre
pluvial, eran ahora llamaradas siniestras. Empezó a soplar un viento
ardentísimo, denso, como alquitrán caliente. Parecía que se estuviese en un
inmenso horno sombrío. Cielo, tierra, aire, todo acababa. No había más que
tinieblas y fuego. ¡Ah, el horror de aquellas tinieblas que todo el fuego, el
enorme fuego de la ciudad ardida no alcanzaba a dominar; y aquella fetidez de
pingajos, de azufre, de grasa cadavérica en el aire seco que hacía escupir
sangre; y aquellos clamores que no sé cómo no acababan nunca, aquellos clamores
que cubrían el rumor del incendio, más vasto que un huracán, aquellos clamores
en que aullaban, gemían, bramaban todas las bestias con un inefable pavor de
eternidad!...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Bajé a la cisterna, sin haber perdido
hasta entonces mi presencia de ánimo, pero enteramente erizado con todo aquel
horror; y al verme de pronto en esa oscuridad amiga, al amparo de la frescura,
ante el silencio del agua subterránea, me acometió de pronto un miedo que no
sentía –estoy seguro– desde cuarenta años atrás, el miedo infantil de una presencia
enemiga y difusa; y me eché a llorar, a llorar como un loco, a llorar de miedo,
allá en un rincón, sin rubor alguno.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">No fue sino muy tarde, cuando al
escuchar el derrumbe de un techo, se me ocurrió apuntalar la puerta del sótano.
Hícelo así con su propia escalera y algunos barrotes de la estantería,
devolviéndome aquella defensa alguna tranquilidad; no porque hubiera de
salvarme, sino por la benéfica influencia de la acción. Cayendo a cada instante
en modorras que entrecortaban funestas pesadillas, pasé las horas.
Continuamente oía derrumbes allá cerca. Había encendido dos lámparas que traje
conmigo, para darme valor, pues la cisterna era asaz lóbrega. Hasta llegué a
comer, bien que sin apetito, los restos de un pastel. En cambio bebí mucha
agua.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">De repente mis lámparas empezaron a
amortiguarse, y junto con eso el terror, el terror paralizante esta vez, me
asaltó. Había gastado, sin prevenirlo, toda mi luz, pues no tenía sino aquellas
lámparas. No advertí, al descender esa tarde, traerlas todas conmigo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Las luces decrecieron y se apagaron.
Entonces advertí que la cisterna empezaba a llenarse con el hedor del incendio.
No quedaba otro remedio que salir; y luego, todo, todo era preferible a morir
asfixiado como una alimaña en su cueva.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">A duras penas conseguí alzar la tapa
del sótano que los escombros del comedor cubrían...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">...Por segunda vez había cesado la
lluvia infernal. Pero la ciudad ya no existía. Techos, puertas, gran cantidad
de muros, todas las torres yacían en ruinas. El silencio era colosal, un
verdadero silencio de catástrofe. Cinco o seis grandes humaredas empinaban aún
sus penachos; y bajo el cielo que no se había enturbiado ni un momento, un
cielo cuya crudeza azul certificaba indiferencias eternas, la pobre ciudad, mi
pobre ciudad, muerta, muerta para siempre, hedía como un verdadero cadáver.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">La singularidad de la situación, lo
enorme del fenómeno, y sin duda también el regocijo de haberme salvado, único
entre todos, cohibían mi dolor reemplazándolo por una curiosidad sombría. El
arco de mi zaguán había quedado en pie y asiéndome de las adarajas pude llegar
hasta su ápice.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">No quedaba un solo resto combustible
y aquello se parecía mucho a un escorial volcánico. A trechos, en los parajes
que la ceniza no cubría, brillaba con un bermejor de fuego, el metal llovido.
Hacia el lado del desierto, resplandecía hasta perderse de vista un arenal de
cobre. En las montañas, a la otra margen del lago, las aguas evaporadas de éste
condensábanse en una tormenta. Eran ellas las que habían mantenido respirable
el aire durante el cataclismo. El sol brillaba inmenso, y aquella soledad
empezaba a agobiarme con una honda desolación cuando hacia el lado del puerto
percibí un bulto que vagaba entre las ruinas. Era un hombre, y habíame
percibido ciertamente, pues se dirigía a mí.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">No hicimos ademán alguno de extrañeza
cuando llegó, y trepando por el arco vino a sentarse conmigo. Tratábase de un
piloto, salvado como yo en una bodega, pero apuñaleando a su propietario.
Acababa de agotársele el agua y por ello salía.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Asegurado a este respecto, empecé a
interrogarlo. Todos los barcos ardieron, los muelles, los depósitos; y el lago
habíase vuelto amargo. Aunque advertí que hablábamos en voz baja, no me atreví
—ignoro por qué— a levantar la mía.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Ofrecíle mi bodega, donde quedaban
aún dos docenas de jamones, algunos quesos, todo el vino...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">De repente notamos una polvareda
hacia el lado del desierto. La polvareda de una carrera. Alguna partida que
enviaban, quizá, en socorro, los compatriotas de Adama o de Seboim.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Pronto hubimos de sustituir esta
esperanza por un espectáculo tan desolador como peligroso.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Era un tropel de leones, las fieras
sobrevivientes del desierto, que acudían a la ciudad como a un oasis, furiosos
de sed, enloquecidos de cataclismo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">La sed y no el hambre los enfurecía,
pues pasaron junto a nosotros sin advertirnos. ¡Y en qué estado venían! Nada
como ellos revelaba tan lúgubremente la catástrofe.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Pelados como gatos sarnosos, reducida
a escasos chicharrones la crin, secos los ijares, en una desproporción de cómicos
a medio vestir con la fiera cabezota, el rabo agudo y crispado como el de una
rata que huye, las garras pustulosas, chorreando sangre —todo aquello decía a
las claras sus tres días de horror bajo el azote celeste, al azar de las
inseguras cavernas que no habían conseguido ampararlos.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Rondaban los surtidores secos con un
desvarío humano en sus ojos, y bruscamente reemprendían su carrera en busca de
otro depósito, agotado también, hasta que sentándose por último en torno del
postrero, con el calcinado hocico en alto, la mirada vagorosa de desolación y
de eternidad, quejándose al cielo, estoy seguro, pusiéronse a rugir.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Ah... nada, ni el cataclismo con sus
horrores, ni el clamor de la ciudad moribunda era tan horroroso como ese llanto
de fiera sobre las ruinas. Aquellos rugidos tenían una evidencia de palabra.
Lloraban quién sabe qué dolores de inconsciencia y de desierto a alguna
divinidad obscura. El alma sucinta de la bestia agregaba a sus terrores de
muerte, el pavor de lo incomprensible. Si todo estaba lo mismo, el sol
cotidiano, el cielo eterno, el desierto familiar, ¿por qué se ardían y por qué
no había agua?... Y careciendo de toda idea de relación con los fenómenos, su
horror era ciego, es decir, más espantoso. El transporte de su dolor elevábalos
a cierta vaga noción de provenencia, ante aquel cielo de donde había estado
cayendo la lluvia infernal; y sus rugidos preguntaban ciertamente algo a la
cosa tremenda que causaba su padecer. Ah... esos rugidos, lo único de grandioso
que conservaban aún aquellas fieras disminuidas: cual comentaban el horrendo
secreto de la catástrofe; cómo interpretaban en su dolor irremediable la eterna
soledad, el eterno silencio, la eterna sed...</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Aquello no debía durar mucho. El
metal candente empezó a llover de nuevo, más compacto, más pesado que nunca.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">En nuestro súbito descenso,
alcanzamos a ver que las fieras se desbandaban buscando abrigo bajo los
escombros.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Llegamos a la bodega, no sin que nos
alcanzaran algunas chispas; y comprendiendo que aquel nuevo chaparrón iba a consumar
la ruina, me dispuse a concluir.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Mientras mi compañero abusaba de la
bodega —por primera y última vez, a buen seguro—decidí aprovechar el agua de la
cisterna en mi baño fúnebre; y después de buscar inútilmente un trozo de jabón,
descendí a ella por la escalinata que servía para efectuar su limpieza.<br />
Llevaba conmigo el pomo de veneno, que me causaba un gran bienestar apenas
turbado por la curiosidad de la muerte.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 14.2pt;"><span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">El agua fresca y la oscuridad, me
devolvieron a las voluptuosidades de mi existencia de rico que acababa de
concluir. Hundido hasta el cuello, el regocijo de la limpieza y una dulce
impresión de domesticidad, acabaron de serenarme.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p>
<span style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Oía afuera el huracán de fuego. Comenzaban otra vez a caer escombros. De
la bodega no llegaba un solo rumor. Percibí en eso un reflejo de llamas que
entraban por la puerta del sótano, el característico tufo urinoso... Llevé el
pomo a mis labios, y...</span>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-15184977612922825812021-02-09T20:59:00.001-03:002021-02-09T20:59:05.566-03:00Verne apócrifo, por Luis Pestarini<p> <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Om6_GRwRcxU/YCMgz52Hp5I/AAAAAAAAA3k/hrpXixO8JFg02C5OVSxjePfFXVgxr4HHACLcBGAsYHQ/s385/Retrato_de_Julio_verne.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="385" data-original-width="381" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-Om6_GRwRcxU/YCMgz52Hp5I/AAAAAAAAA3k/hrpXixO8JFg02C5OVSxjePfFXVgxr4HHACLcBGAsYHQ/s320/Retrato_de_Julio_verne.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Daguerrotipo de Verne de 1852, poco conocido.</td></tr></tbody></table><br /><span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Verdana, sans-serif;">Jules Gabriel Verne (1828-1905) habitualmente es considerado, junto a H.
G. Wells y Mary Shelley, como uno de los padres de la ciencia ficción. La
inmensa popularidad de Verne (comparable a las de Dumas padre y de Victor Hugo)
condujo a numerosas maquinaciones comerciales, en gran parte producidas por su
editor, J. Hetzel, y su hijo Michel, que llevaron a la publicación bajo su
nombre de obras que no le pertenecían o con las que estaba livianamente
relacionado. Algunos casos de autoría confusa fueron aclarados por
investigadores literarios en fecha muy reciente. A continuación ofrecemos una
lista, probablemente incompleta, de los apócrifos de Julio Verne.<span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Prodigieuse découverte et ses incalculables conséquences sur les
destinées du monde </span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[<i>Un
descubrimiento prodigioso</i>]. Publicado por J. Hetzel bajo el nombre de X.
Nagrien en 1867. Hasta 1966 fue considerada como obra de Verne, pero la
investigadora Simone Vierne determinó que X. Nagrien en realidad era el
seudónimo de Francois-Armand Audoin.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">L’Épave du Cynthia</span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">. Publicada
bajo los nombres de Verne y André Laurie (seudónimo de Paschal Grousset,
1844-1909), fue escrita en 1884. Verne sólo hizo una <i>validación</i> del
texto de Grousset, pero el editor Hetzel agregó el nombre de Verne como
coautor.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Le phare du bout du monde</span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"> [<i>El faro del fin del mundo</i>]. Basada en una novela de Verne,
fue ampliamente modificada por su hijo Michel y el editor Jules
Hetzel. Fue publicada por primera vez en forma seriada en 1905, año de la
muerte de Verne padre.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Le volcan d’or</span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">. Una obra
en dos volúmenes, publicada en 1906, basada en una obra de Julio Verne pero
extensamente reescrita por su hijo Michel.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">L’Agence Thompson and Co.: un voyage économique </span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[<i>La agencia de viajes
Thompson y cia</i>]. Dos volúmenes, escritos completamente por Michel, publicados
por primera vez en 1907.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><!--[if gte vml 1]><v:rect id="Rectángulo_x0020_21"
o:spid="_x0000_s1026" alt="https://web.archive.org/web/20120217135112im_/http:/www.revistacuasar.com.ar/0708/hetzel.jpg"
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</v:rect><![endif]--><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">La chasse
au météore </span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[<i>La caza
del meteoro</i>]. Basado en una novela de Verne padre, fue ampliamente
modificada por su hijo Michel. Publicada en 1908.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Le pilote du Danube</span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">. Basada en una novela del padre (<i>Le beau Danube jaune</i>),
modificada por su hijo Michel. Publicada en 1908.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Les naufragés du ‘Jonathan’</span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">. Dos volúmenes basados en una novela de Julio
Verne (<i>En Magellanie</i>), modificada por su hijo Michel. Publicada en 1909.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Le secret de Wilhelm Storitz </span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[<i>El hombre invisible o el secreto de Wilhelm
Storitz</i>]. Basada en una novela de Julio Verne, modificada por Michel. Fue
publicada por primera vez en 1910.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">L’étonnante aventure de la mission Barsac </span></i><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[<i>La misión Barsac</i>].
Originalmente en dos volúmenes, está basada en dos novelas planeadas por Verne
padre pero escritas por su hijo Michel. Publicada en forma seriada en 1914, y
en libro por primera vez en 1919.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Cuentos</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">“Un cauchemar”. “Manoeuvres”. “Intelligences”. “Délits fantastiques”.
Firmados por X. Nagrien (ver <i>Prodigieuse découverte et ses
incalculables conséquences sur les destinées du monde</i>), fueron inicialmente
atribuidos a Verne. Publicados en 1869.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">“Quarantième ascension francaise au Mont-Blanc”, escrito por Paul Verne,
hermano de Michel, en 1871.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">“La traversée de la Manche en 1895”, por Michel Verne. La primera
edición, en 1888, aparece firmada por Michel, pero meses después en la
revista <i>La confiance</i> (Paris) la firma M. Jules Verne (el
nombre del hijo era Michel Jules Verne, un uso intencionalmente confuso).</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">“Zizgats à travers la science”, por Michel Verne. Publicado en 1888, es
una serie de artículos.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">“Un express de l’avenir” (“Un expreso del futuro”), por Michel Verne.
Publicado en 1888. (“Un expreso del futuro”.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">“L’éternel Adam” [“El eterno Adán”], por Michel Verne. Está basada
en <i>Edom</i>, de Julio Verne, y fue publicado en 1910.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">“La destinée de Jean Morénas”, por Michel Verne. Publicado en 1910, está
basado en <i>Pierre-Jean</i>.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; font-family: "Verdana","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">“De Rotterdam à Copenhague à bord du yacht à vapeur Saint-Michel”, por
Paul Verne, publicado por primera vez en 1881.</span><span style="color: #444444; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></p><p>
<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Verdana, sans-serif;"><span></span></span></p><a name='more'></a><p></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-60486940720269051602020-11-21T16:58:00.000-03:002020-11-21T16:58:34.188-03:00Las colecciones de ciencia ficción (II): Cronos, de Ediciones Destino, por Luis Pestarini<p><span style="font-size: medium;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-AMPDc_F0JXY/X7lv3rvHfgI/AAAAAAAAA1c/V7O1XxGPEL4P2pHrGgc-ezpytIT-3kn-QCLcBGAsYHQ/s447/forastero.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="447" data-original-width="284" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-AMPDc_F0JXY/X7lv3rvHfgI/AAAAAAAAA1c/V7O1XxGPEL4P2pHrGgc-ezpytIT-3kn-QCLcBGAsYHQ/s320/forastero.jpg" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /><span style="font-family: arial;">En 1988, Ediciones Destino, empresa dedicada
principalmente a publicar literatura española contemporánea, clásica y libros
de texto universitarios, lanzó la colección Cronos dedicada a la ciencia ficción.
La presentación de los volúmenes intentó conjugar seriedad y formalidad, rasgos
de la editorial, con la modernidad implicada en el mismo género, logrando
diferenciarse dentro de un mercado de gran competencia. La dirección literaria
estuvo a cargo de Domingo Santos (seudónimo de Pedro Domingo Mutiñó, 1941-2018),
principal promotor del género en España en las últimas tres décadas del siglo
pasado, quien no sólo dirigió, a veces en colegiatura, otras veces sólo, la
revista <i>Nueva Dimensión</i>, sino también
varias colecciones de libros, incluso en simultáneo en distintas editoriales
que competían en el mismo mercado, como Acervo y Ultramar, convirtiéndose en un
fenómeno muy particular. Las traducciones fueron realizadas íntegramente por el
mismo Santos (tal vez lo más flojo de la colección) y las tiradas iniciales
rondaban los 4.000 ejemplares. A pesar de que su actividad se extendió por
cinco años, sólo publicó 18 títulos, con una media de calidad respetable y con
la particularidad de que sólo uno de los libros fue reeditado posteriormente
por otra editorial. En términos generales, la línea temática es la
característica de Santos: literatura de ideas, a veces con pretensiones
literarias, y un fuerte acento en la crítica y la sátira de la sociedad
contemporánea. Osciló entre la presentación de autores clásicos y modernos —otra
característica de las colecciones de Santos—, e incluyó algunos de sus autores
fetiche, como Herbert, Harrison y Pohl.</span></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: arial;"> Cronos
es una colección poco conocida dentro del género, con un puñado de títulos
destacados, mientras que el resto forma parte del inmenso sustrato de calidad
media del género. En la actualidad, la mayoría de sus volúmenes son difíciles
de loca</span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">lizar.<o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">1. Herbert, Frank. <i>Estrella
flagelada </i>(Whipping Star, 1977) 1988. 272 p.</span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-zr7OiwJbP2E/X7lwOQGX93I/AAAAAAAAA1k/fxEdlFbvuoUOUCduNbHQjhFBy3C7Hp-vgCLcBGAsYHQ/s1077/estrella.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1077" data-original-width="698" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-zr7OiwJbP2E/X7lwOQGX93I/AAAAAAAAA1k/fxEdlFbvuoUOUCduNbHQjhFBy3C7Hp-vgCLcBGAsYHQ/s320/estrella.jpg" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Herbert (1920-1986) era un escritor muy
popular a fines de los ochenta, lo que explica que una novela suya abriera la
colección. Además, era un escritor con pretensiones: no le bastaba con realizar
una pintoresca e intrigante descripción de un mundo —<i>Dune— </i>sino que
quería también presentar su pensamiento filosófico y sus consideraciones sobre
el medio ambiente. <i>Estrella flagelada</i>, primera de las dos novelas que
constituyen la serie ‘Dosadi’, que quedó a la sombra de ‘Dune’,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se presenta como una novela de intriga y, a
la vez, como un intento de comprensión de <i>lo otro</i>, lo ajeno a lo humano.
Y si tiene éxito en lo primero, bajo la forma de las aventuras de un
diplomático/agente/mediador que debe evitar una tragedia de alcance estelar, en
lo segundo no tanto, pues lo extraño termina siendo más bien confuso. <i>El
experimento Dosadi</i> pertenece a la misma serie.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;">2. </span><span lang="EN-GB" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Silverberg, Robert. <i>Gilgamesh el
rey </i>(Gilgamesh the King, 1984) 1988. </span><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;">408 p.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El poema épico que
narra la epopeya de Gilgamesh, legendario rey sumerio que gobernó hace casi
cinco mil años, es uno de los textos literarios más antiguos de la humanidad.
En él se cuentan las aventuras fantásticas del rey en su búsqueda de la
inmortalidad, y su conflictiva relación con los dioses. Narrada en primera
persona por el mítico monarca, <i>Gilgamesh el rey </i>es probablemente la
mejor novela de Silverberg (1935) tras su intervalo creativo en la segunda
mitad de los setenta. De esta novela hay una edición especial limitada,
realizada para el día del libro de 1988, autografiada por el autor.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">3. Harrison, Harry. <i>Al oeste del
Edén </i>(West of Eden, 1984) 1988. 577 p. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">La novela se desarrolla en un
universo alternativo en el cual los dinosaurios no se extinguieron tras un
cataclismo planetario, sino que una de sus especies, la yilané, desarrolló
inteligencia y terminó por dominar gran parte del mundo. La acción tiene lugar
cuando esta raza entra en contacto por primera vez con los humanos, que aún se
encuentran en su prehistoria. La matriarcal cultura yilané es descrita con
detalle e ingenio, pero la novela, primera de una trilogía que puede incluirse
en el mismo nicho literario que las grandes series donde se crean mundos
autocontenidos como Dune, Heliconia o Majipur, termina siendo un estimulante
pero fallido ensayo, pues apuesta a una pretensión de realismo social que
colisiona con lo inverosimil del mundo. La trilogía de Edén es la obra más
ambiciosa de Harry Harrison (1925-2012).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">4. Benford, Gregory. <i>Contra el
infinito </i>(Against Infinity, 1983) 1989. 282 p. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Ganímedes, una de las lunas de
Júpiter, está sometida a un proceso de terraformación por el hombre. Allí se
dirige un equipo cuya misión es cazar a algunas criaturas que, diseñadas para
facilitar la terraformación, se han vuelto peligrosas. Ésta es la historia de
Manuel López, un muchacho de 13 años, hijo de uno de estos cazadores, y de su
paso a la adultez. Benford (1941) es uno de los escritores más sobrevalorados
del género y fue acusado en varias ocasiones de plagiar argumentos (ver
artículo de José De Ambrosio en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuásar </i>n°
18). En esta ocasión, el argumento, reconvertido en ciencia ficción, se parece
mucho a “El oso” de William Faulkner. Así y todo, fue f<span style="mso-no-proof: yes;">inalista del premio Nebula.<o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-n01DMz3U4cY/X7lwYACRw6I/AAAAAAAAA1o/01rcPAUA4iE1fAXE_56dBKuC-ZjRC407ACLcBGAsYHQ/s867/dosadi.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="867" data-original-width="562" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-n01DMz3U4cY/X7lwYACRw6I/AAAAAAAAA1o/01rcPAUA4iE1fAXE_56dBKuC-ZjRC407ACLcBGAsYHQ/s320/dosadi.jpg" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br />5. Herbert, Frank. <i>El experimento
Dosadi </i>(The Dosadi Experiment, 1977) 1989. 390 p.<o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Volvemos al universo de <i>Estrella
flagelada</i>, con el mismo protagonista, Jorj X. McKie, mediador en conflictos
entre razas alienígenas. En esta ocasión, unos alienígenas quieren deshacer un
experimento de supervivencia que ha costado muchas vidas y que éticamente es
muy reprochable. Herbert se enreda en consideraciones morales y filosóficas
(que, además, son expuestas en un juicio, institución que, parece creer el
autor, va a extenderse por el universo), y también en una intriga ajedrecística
donde cada rival pretende adivinar toda una serie de movimientos del
contrincante. Nada parece ajustarse muy bien en esta novela.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">6. Levin, Ira. <i>Este
día perfecto </i>(This Perfect Day, 1970) 1989. 389 p. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">En la tradición de <i>1984 </i>y <i>Un
mundo feliz</i>, <i>Este día perfecto</i> narra la rebelión de un muchacho en
una sociedad del futuro gobernada por una computadora que determina cada
actividad de los miembros de ese mundo, a los que mantiene bajo el influjo de
drogas. Levin (1929-2007) fue un autor de libros populares y frecuentemente
llevados al cine (<i>El bebé de Rosemary</i> y <i>Los niños del Brasil</i>, por
ejemplo) que supo incursionar en la ciencia ficción y el fantástico con
frecuencia. <i>Este día perfecto</i> es, como toda su obra, una literatura
directa y moralista, que sorprende con algunos apuntes que sugieren una
globalización todavía ni soñada pero que queda muy a la sombra de distopías clásicas
como las ya mencionadas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">7. Harrison, Harry. <i>Invierno en
Edén </i>(Winter in Eden, 1986) 1989. 472 p. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Continuación directa del volumen
anterior de la serie. Se acerca una nueva era glacial y los dinosaurios deben
prepararse para enfrentarla en medio de sus conflictos con los humanos.
Harrison se dedica a explorar un poco más el mundo que creó, pero la historia
pierde atractivo y su lectura es más ardua.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">8. Davies, Paul. <i>Bola de fuego </i>(Fireball,
1987) 1989. 285 p.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Davies (1946) es un físico
especializado en gravedad cuántica que, además de una destacada actividad como
investigador y académico, escribió libros populares de divulgación científica.
Nada sorpresivamente, ésta es una novela cuyos protagonistas son físicos que
investigan una serie de hechos muy extraños, la aparición de la nada y con
consecuencias calamitosas sobre el mundo de las bolas de fuego del título. Es
la única novela escrita por Davies, más entretenida de lo que podría esperarse,
pero finalmente inofensiva.<span style="mso-no-proof: yes;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">9. Benford, Gregory; Greenberg,
Martin H., comp. <i>Hitler victorioso: once</i></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><i><a href="https://1.bp.blogspot.com/-1jDHsSGE8HA/X7lwkTszzBI/AAAAAAAAA1w/6ouyZp6inx0dswyIDsuFcnokNrU8eopzwCLcBGAsYHQ/s961/hitler.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="961" data-original-width="618" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-1jDHsSGE8HA/X7lwkTszzBI/AAAAAAAAA1w/6ouyZp6inx0dswyIDsuFcnokNrU8eopzwCLcBGAsYHQ/s320/hitler.jpg" /></a></i></span></div><span style="font-size: medium;"><i><br /> historias sobre la victoria alemana
en la II Guerra Mundial </i>(Hitler Victorious, 1986) 1990. 395 p. Contiene:
Hitler victorioso (prólogo), Norman Spinrad. Dos destinos, C. M. Kornbluth. La
caída de Frenchy Steiner, Hilary Bailey. Carretera sin destino, Greg Bear.
Weihnachtsabend, Keith Roberts. Thor se enfrenta al capitán América, David
Brin. Luna de hiel, Brad Linaweaver. La paz del Reich, Sheila Finch. Nunca nos
encontraremos de nuevo, Algis Budrys. ¿Oís llorar a los niños?, Howard
Goldsmith. Transmisiones enemigas, Tom Shippey. Valhalla, Gregory Benford.<o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Las antologías de universos
alternativos, donde algún hecho histórico no tuvo lugar o aconteció de un modo
distinto, fueron una moda en los Estados Unidos a fines de los ochenta y
principios de los noventa. <i>Hitler victorioso</i> combina relatos escritos
especialmente para el libro con otros publicados tan temprano como en la década
del cincuenta. El tema, por supuesto, es un lugar común desde <i>El hombre en
el castillo</i>, pero la antología tiene algunos relatos de auténtico interés,
como los de Roberts, Bailey, Brin, Kornbluth y Budrys.<span style="mso-no-proof: yes;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">10. <span style="mso-no-proof: yes;">Moorcock,
Michael. <i>He aquí el hombre </i>(Behold the Man, 1969) 1990. 199 p.<o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Si hay una historia
que representa la culminación de la <i>new wave</i> como movimiento revulsivo
de lo establecido, ése es este relato que, en su versión corta, obtuvo el
premio Nebula en 1966. Karl Grogauer, neurótico, misógino, jungiano y con
complejo mesiánico, está obsesionado por saber si Jesús es una verdad histórica
o una leyenda. Para resolver esto viaja en una máquina del tiempo a Nazareth en
el año 28, pero descubre que Jesús es poco más que un imbécil, y se ve
arrastrado a reemplazarlo. Moorcock (1939) cuestiona a las dos grandes
religiones de Occidente; por mucho menos, a Rushdie le dictaron una fatwa.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">11. <span style="mso-no-proof: yes;">Sterling,
Bruce. <i>Islas en la red </i>(Islands in the Net, 1988) 1990. 471 p. <o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Podría concebirse
esta novela como el intento de Sterling (1954) de describir con más precisión y
realismo el futuro sugerido por Gibson en <i>Neuromante</i>. Y a veces es
sorprendente: en 1988 los servicios que ofrece Internet hoy eran más bien
terreno de especulación, la globalización cultural y económica ni siquiera asomaba
en los libros de ciencia ficción y el terrorismo informático era un concepto inexistente.
Es un ejercicio muy interesante leer esta entretenida novela que, más allá de
desaciertos también espectaculares (la Unión Soviética todavía es una potencia
mundial en 2023), demuestra que la ciencia ficción puede ser terreno muy
productivo para las especulaciones predictivas de índole cultural y social,
tanto como tecnológicas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">12. Harrison, Harry. <i>Regreso a
Edén </i>(Return to Eden, 1989) 1990. 422 p.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">La tercera y última entrega de la
serie se centra en la relación entre un yilané y un humano que se crió entre
los dinosaurios, en el marco del conflicto entre saurios y mamíferos. Por
lejos, el punto más bajo de la serie, e innecesario, pues no agrega nada a la
historia.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-O86CMQY_USI/X7lwukF2QpI/AAAAAAAAA14/L1yErOpvZxcsQKb0twtlL5ImM7NraFJ0gCLcBGAsYHQ/s1488/pohl.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1488" data-original-width="973" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-O86CMQY_USI/X7lwukF2QpI/AAAAAAAAA14/L1yErOpvZxcsQKb0twtlL5ImM7NraFJ0gCLcBGAsYHQ/s320/pohl.jpg" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br />13.<span style="mso-no-proof: yes;">
Pohl, Frederik. <i>El día que llegaron los marcianos </i>(The Day the Martians
Came, 1988) 1991. 336 p.<o:p></o:p></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Una fallida
expedición a Marte descubre que hubo vida allí y que todavía sobreviven algunos
marcianos, seres apenas más inteligentes que animales. Este libro es una sátira
ligera en torno a las reacciones del hombre ante lo extraño. El problema es que
en realidad no es una novela sino un conjunto de cuentos escritos entre 1967 y
1988, con material complementario tratando de rellenar las fisuras. El
resultado es muy desparejo, incluso desorientador, y muy menor en la producción
de Pohl (1919-2013).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">14. <span style="mso-no-proof: yes;">Wylie,
Philip. <i>El fin del sueño </i>(The end of the dream, 1972) 1991. 310 p. <o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Esta novela publicada póstumamente
tiene una bien ganada fama como uno de los primeros textos que advirtieron con
fuerza sobre la consecuencia de la contaminación sobre el hábitat. A lo largo
de su carrera literaria, Wylie (1902-1971) recurrió con frecuencia a la ciencia
ficción para exponer los males de la sociedad industrial. La novela es una
rabiosa advertencia sobre el deterioro del medio ambiente por la actividad
humana, pero sus méritos concluyen en ese punto.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">15. Heinlein, Robert A. <i>Forastero
en tierra extraña </i>(<span style="mso-no-proof: yes;">Stranger in a Strange
Land, 1961) 1991. 720 p. <o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">La obra y la figura
de Heinlein (1907-1988) provocan debate cada vez que son mencionadas, pero
resultan inevitables cuando hablamos de la ciencia ficción del siglo XX. Mal
acusado de fachista, en realidad Heinlein siempre exteriorizó una ideología
ultraliberal y defensora del individualismo, abogando por la desaparición del
estado en una postura que paradójicamente lo acercó al anarquismo. <i>Forastero
en tierra extraña</i> es una novela emblemática, tanto por su postulación
ideológica como por el lugar que ocupa en su propia obra. Los temas que plantea
(libertad sexual, la opresión de las religiones institucionalizadas, el estado
como represor de la libertad individual) adelantaron planteos de los
movimientos contraculturales de los sesenta, que leyeron ampliamente la novela.
Esta edición sigue la versión revisada por Virginia Heinlein, viuda del autor,
en 1991, donde restablece 60.000 palabras eliminadas en sus primeras ediciones
por requerimiento de los editores, que consideraron estos fragmentos demasiado
provocativos. Contiene, además, una nota de Domingo Santos. La versión
expurgada ganó el Premio Hugo en 1962. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">16. <span style="mso-no-proof: yes;">Morrow,
James. <i>Su hija unigénita </i>(Only Begotten Daughter, 1990) 1991. 374 p. <o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Ésta es otra novela
sobre religión. Narra la vida de Julie Katz, la hija de Dios (hermana o medio
hermana de Jesús), que es concebida espontáneamente a partir de una muestra en
un banco de esperma. A diferencia de la novela de Moorcock, esta sátira nunca
se muestra salvaje en su crítica a las religiones dogmáticas y a sus enfáticos
defensores terrenales. Lamentablemente, la obra de Morrow (1947), que con
frecuencia incursiona en este tema, es poco conocida en español. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Su hija unigénita </i>ganó el World Fantasy
Award. <i><o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">17. <span style="mso-no-proof: yes;">Spinrad,
Norman. <i>Mundo intermedio </i>(A World Between, 1979) 1992. </span></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-XhNxiYzLLY4/X7lw5cjpdzI/AAAAAAAAA18/w1DHiNcKZXE70zo74fWqUDdr6Rt77jXVACLcBGAsYHQ/s641/spinrad.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="641" data-original-width="411" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-XhNxiYzLLY4/X7lw5cjpdzI/AAAAAAAAA18/w1DHiNcKZXE70zo74fWqUDdr6Rt77jXVACLcBGAsYHQ/s320/spinrad.jpg" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br />396 p. <o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mundo
intermedio</span></i><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"> es una reflexión sobre los roles
sexuales, el feminismo, los medios de comunicación y la democracia electrónica.
En el planeta Pacifica, una sociedad humana en saludable equilibrio es
amenazada por dos grupos de presión: los científicos trascendentales y las
feministas lesbianas. Spinrad (1940) intenta satirizar estos movimientos, pero
la sutileza nunca fue una de sus virtudes. La novela finalmente es poco
sustancial, superficial y hoy bastante controvertida.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><o:p><span style="font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">18. Datlow, Ellen, comp. <i>Sexo alienígena</i>
(Alien Sex, 1990) 1992. 314 p. Contenido: Prólogo: Extraños atractores, William
Gibson. Su peludo rostro, Leigh Kennedy. Esposa de guerra, Rick Wilber. ¿Cómo
es la vida nocturna en Cissalda?, Harlan Ellison. El íncubo de Jamesburg, Scott
Baker. Hombre de acero, mujer de kleenex, Larry Niven. La primera vez, K. W.
Jeter. El niño podrido de la jungla pasa de todo, Philip José Farmer. Maridos,
Lisa Tuttle. Cuando los padres aceptan, Bruce McAllister. Pollos bailarines,
Edward Bryant. Rescate al borde de la carretera, Pat Cadigan. Omnisexual, Geoff
Ryman. Todas mis queridas hijas, Connie Willis. Excitación, Richard Christian
Matheson. Balanzas, Lewis Shiner. Salvando el mundo en el motel de la luna
nueva, Roberta Lannes. Y desperté y me hallé aquí en el lado frío de la colina,
James Tiptree Jr. Planos imagen, Michaela Roessner. Amor y sexo entre los
invertebrados, Pat Murphy.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Contra lo que se podría pensar por
el título del volumen, muchos de estos relatos no tratan sobre sexo sino más
bien sobre las múltiples maneras en que se pueden relacionar seres de
diferentes especies. Acertadamente, Datlow permite una gran variedad de
acercamientos, desde el drama perturbador de Willis y Jeter hasta el humor
ramplón de Niven. Conviene abordar esta antología inteligente y despareja sin
esperar lo que promete el título.</span><span style="font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></span></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-49278391140257373322020-08-21T10:13:00.000-03:002020-08-21T10:13:38.206-03:00Del Más Allá, H. P. Lovecraft<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-u8nnvb74y-g/Xz_H-yxKAHI/AAAAAAAAAzQ/x8NdfWRcIYAjVVQwId8NVvuhfWpBjzElQCLcBGAsYHQ/s621/hp-lovecraft_1_621x621.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="621" data-original-width="621" height="318" src="https://1.bp.blogspot.com/-u8nnvb74y-g/Xz_H-yxKAHI/AAAAAAAAAzQ/x8NdfWRcIYAjVVQwId8NVvuhfWpBjzElQCLcBGAsYHQ/w318-h318/hp-lovecraft_1_621x621.jpeg" width="318" /></a></div>Aprovechando que en estos días de agosto se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de H. P. Lovecraft publicamos una nueva traducción anotada de uno de sus cuentos breves más conocidos. La prosa de Lovecraft está muy cargada de adjetivos, lo que es clave en las construcciones de sus climas agobiantes y opresivos, y los traductores de sus obras al español han caído muchas veces en la tentación de simplificarla, aún en sus traducciones más populares. En esta versión hemos tratado de ser lo más fieles posibles a la versión original.<p></p><span><a name='more'></a></span><p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;">Del Más Allá<a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Lovecraft/Del%20M%C3%A1s%20All%C3%A1.doc#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 14.0pt;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES">Los cambios que tuvieron lugar en mi mejor
amigo, Crawford Tillinghast<a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Lovecraft/Del%20M%C3%A1s%20All%C3%A1.doc#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
fueron repulsivos más allá de toda concepción. Yo no lo había visto desde el
día en el que, hacía ya dos meses y medio, me contara hacia dónde se dirigían
sus investigaciones físicas y metafísicas. Como toda respuesta a mis alarmados
reparos me llevó fuera de su laboratorio y de su casa en medio de una explosión
de ira fanática. Comprendí entonces que él permanecería encerrado la mayor
parte del tiempo en el laboratorio del desván con aquella detestable máquina
eléctrica, comiendo poco y evitando incluso a los sirvientes, pero yo no creía
posible que un breve período de diez semanas pudiera alterar y desfigurar de este
modo a ninguna criatura humana. No es agradable ver a un hombre corpulento
repentinamente delgado, y es todavía peor cuando la piel fláccida se vuelve
amarillenta o grisácea, los ojos se hunden, ojerosos y extrañamente brillosos, en
la frente arrugada se transparentan las venas y las manos están tensas y temblorosas.
<span class="apple-style-span"><span style="color: black;">Y si a esto agregamos un
abandono revulsivo, un descuido absoluto de su vestimenta, un cabello como
pelambre, blanco en las raíces, y una barba completamente blanca y crecida
sobre un rostro que solía estar bien rasurado, el efecto acumulado es completamente
estremecedor. Pero así era el aspecto de Crawford Tillinghast la noche que,
tras semanas de exilio, me llevó hasta su puerta un mensaje coherente a medias.
Así era el espectro que temblaba mientras me recibía, vela en mano, y atisbaba
furtivamente sobre su hombro como si temiera cosas no vislumbradas en la casa
antigua, solitaria y apartada en la calle Benevolent.</span></span> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: black;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Fue un error que Crawford Tillinghast hubiera estudiado
ciencia y filosofía. Estas cosas tendrían que dejarlas al investigador <span class="apple-style-span">glacial e impersonal, porque ofrecen dos alternativas
igualmente trágicas al hombre de sentimientos y acción; desesperación si
fracasa en su búsqueda, y horrores innominados e inimaginables si tiene éxito. Una
vez Tillinghast cayó preso del fracaso, solitario y melancólico; pero ahora yo
sabía, con una nauseabunda aprensión, que era víctima del éxito. En efecto, le
había realizado una advertencia diez semanas atrás, cuando me contó atropelladamente
lo que pensaba que estaba a punto de descubrir. Entonces había parecido
entusiasta y arrebatado, hablaba con una voz fuerte y antinatural, pero siempre
pedante.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—¿Qué sabemos —dijo
entonces— del mundo y el universo que nos rodean? Nuestros sentidos para
recibir impresiones son ridículamente escasos, y nuestras ideas sobre los
objetos que nos rodean infinitamente limitadas. Vemos las cosas sólo de acuerdo
a cómo estamos preparados para verlas, y no podemos obtener ninguna impresión
de su naturaleza absoluta. Con cinco frágiles sentidos pretendemos comprender
un cosmos infinito y complejo. No obstante, otros seres con un surtido de
sentidos más amplio, más fuerte o diferente podría, no sólo ver las cosas de un
modo muy diferente al nuestro, sino que también podrían ver y estudiar mundos
completos de materia, energía y vida que están al alcance de nuestras manos y
que, sin embargo, no podemos siquiera detectar con los sentidos que tenemos.
Siempre creí que esos mundos extraños, inaccesibles, existían frente a nuestras
narices, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">y ahora creo que encontré una
forma para quebrar las barreras. </i>No estoy haciendo una broma. Dentro de
veinticuatro horas la máquina junto a la mesa generará ondas que actuarán sobre
órganos de sentido desconocidos que existen en nosotros, que están atrofiados o
que sobrevivieron como vestigios rudimentarios. Esas ondas abrirán muchas
visiones desconocidas para el hombre, algunas de lo que consideramos vida
orgánica. Veremos por qué aúllan los perros en la oscuridad y ante qué aguzan
los oídos los gatos después de la medianoche. Veremos estas cosas y otras que
ninguna criatura que respire ha visto jamás. Traspondremos el tiempo, el
espacio y las dimensiones y, sin necesidad de movimientos corporales, tendremos
un atisbo del fondo de la creación.</span></span><span lang="ES" style="color: black;"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black;">Cuando Tillinghast dijo estas cosas yo protesté, lo
conocía lo suficientemente bien como para sentirme preocupado más que divertido.
Estaba fanatizado y me echó de la casa. Ahora no lo estaba menos, pero su deseo
de contar había vencido el rencor, y me había escrito imperativamente con una
letra manuscrita que apenas pude reconocer. Mientras ingresaba en la morada de
mi amigo que tan repentinamente se había metamorfoseado en una gárgola
estremecedora, me sentí infectado por un terror que parecía acechar en todas
las sombras. Las palabras y convicciones manifestadas diez semanas atrás
parecían materializarse en la oscuridad que estaba más allá del pequeño círculo
iluminado por la luz de la vela, y sentí repugnancia ante la voz apagada y
alterada de mi anfitrión. Desee que los sirvientes estuvieran cerca, y no me agradó
cuando dijo que habían partido hacía tres días. Parecía extraño que, al menos
en el caso del viejo Gregory, hubieran abandonado a su patrón sin decírselo a
un amigo como yo. Fue él quien me mantuvo al tanto de la situación de
Tillinghast después de que me expulsara en un ataque de ira.</span></span><span lang="ES" style="color: black;"><br />
<span class="apple-style-span"> Pero
pronto todos mis temores quedaron subordinados a mis crecientes curiosidad y
fascinación. Sólo podía hacer suposiciones sobre lo que Crawford Tillinghast
deseaba ahora de mí, pero no dudaba de que él tuviera algún secreto o
descubrimiento formidable para comunicar. Antes yo había protestado por sus
incursiones antinaturales en lo inimaginable; ahora que, evidentemente, había alcanzado
cierto grado de éxito, yo casi compartía su estado de ánimo, pero era terrible
el costo que había aparejado la victoria. Hacia arriba, por la desierta
oscuridad de la casa, seguí la vela vacilante llevada por la mano de esta
agitada parodia de hombre. Parecía que habían cortado la electricidad y, cuando
le pregunté a mi guía, dijo que la había cortado por un motivo en concreto.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Sería demasiado… no me
atrevería —continuó murmurando. Noté con curiosidad su nuevo hábito de
murmurar, porque no era como si se hablara a sí mismo. Entramos en el
laboratorio en el desván, y contemplé la odiosa máquina eléctrica, la que
brillaba con una luminosidad enfermiza, siniestra, violeta. Estaba conectada
con una potente batería química, pero parecía que no estaba recibiendo
corriente porque, recordaba, en la primera exhibición había chisporroteado y zumbado
cuando la puso en funcionamiento. En respuesta a mi pregunta, Tillinghast
murmuró que su resplandor permanente no era eléctrico en ningún sentido que yo
pudiera entender. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="color: black;">Entonces
me hizo sentar cerca de la máquina, que estaba a mi derecha, y encendió un
interruptor en algún lugar debajo del cúmulo de lámparas que se alzaba como una
corona. Comenzó el acostumbrado chisporroteo, que se convirtió en un gemido y
concluyó en un zumbido tan suave como para sugerir que volvería a quedar en
silencio. Entretanto, la luminosidad se incrementó y menguó otra vez, luego
asumió un color pálido, extraño, o tal vez una combinación de colores que yo no
podía ni ubicar ni describir. Tillinghast había estado contemplándome, y
advirtió mi expresión de desconcierto.<br />
<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—¿Sabes qué es esto?
—susurró—. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Es ultravioleta. </i>—Ante mi
sorpresa rió extrañamente—. Piensas que el ultravioleta es invisible, y es
cierto… pero <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ahora</i> lo puedes ver, así
como a muchas otras cosas invisibles. ¡Escúchame! Las ondas de esa máquina están
despertando en nosotros miles de sentidos dormidos, sentidos que heredamos
después de eones de evolución desde el estado de electrones aislados hasta ser
un organismo humano. He visto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la verdad</i>,
y pretendo mostrártela. ¿Te preguntas a qué se parece? Te lo diré. —Entonces
Tillinghast se sentó directamente frente a mí, apagó su vela y me miró
ominosamente a los ojos—. Tus actuales órganos de los sentidos, creo que los
oídos primero, recogerán muchas de esas sensaciones, porque están conectados
muy cercanamente con los órganos aletargados. Luego habrá otros. ¿Has escuchado
sobre la glándula pineal<a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Lovecraft/Del%20M%C3%A1s%20All%C3%A1.doc#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>?
Me causan gracia los superficiales endocrinólogos, colegas de los advenedizos y
los embaucadores freudianos. Esa glándula es el gran órgano de sentidos de
todos los órganos… <i style="mso-bidi-font-style: normal;">yo lo he descubierto</i>.
Es parecido a la vista, y transmite imágenes visuales al cerebro. Si eres
normal, ésa es la forma en que percibirás la mayoría de las cosas… me refiero a
la mayoría de las evidencias del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">más allá</i>.
<span class="apple-style-span"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black;">Miré hacia el enorme desván con su pared sur
inclinada, débilmente iluminado por rayos que el ojo cotidiano no podía ver.
Los rincones más alejados estaban completamente en sombras, y el lugar entero
tenía una vaga irrealidad que oscurecía su naturaleza e invitaba a la imaginación
para que viera cosas fantasmales. Durante el tiempo en que Tillinghast estuvo
en silencio fantasee que estaba en algún templo enorme e increíble de dioses
que llevaban mucho tiempo muertos; una difusa edificación de incontables
columnas de piedra negra se extendía desde un suelo de losa húmeda hasta una
altura que se perdía entre las nubes, más allá del alcance de mi vista. El
cuadro fue muy vívido durante un momento, pero luego gradualmente dio paso a
una idea mucho más horrible; la de una soledad absoluta en el espacio infinito,
ciego, insonoro. Pareció haber un vacío y nada más, y sentí un miedo infantil
que me impulsó a buscar en el bolsillo trasero el revólver que siempre llevo
después de la oscuridad desde la noche que me demoré en East Providence.
Entonces, desde regiones muy remotas, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sonido</i>
empezó a cobrar existencia con suavidad. Era infinitamente débil, sutilmente
vibrante, e inequívocamente musical, pero mantenía una cualidad de incomparable
salvajismo que provocaba que su impacto se sintiera como una delicada tortura
en todo mi cuerpo. Sentí lo mismo que se siente cuando accidentalmente se araña
un vidrio esmerilado. En simultáneo recibí una corriente fría, que me atravesó,
aparentemente desde la dirección de la que provenía el distante sonido.
Mientras esperaba sin aliento percibí que tanto el sonido como el viento
estaban creciendo; el efecto fue provocarme la extraña sensación de que estaba
atado a un par de rieles por el que se acercaba una gigantesca locomotora.
Comencé a hablarle a Tillinghast y, mientras lo hacía, todas las
extraordinarias sensaciones se interrumpieron bruscamente. Vi solamente al
hombre, a la máquina que resplandecía y al desván en sombras. Tillinghast
sonreía repugnantemente ante el revólver que yo sostenía casi inconsciente,
pero por su expresión estuve seguro de que había visto y escuchado tanto como
yo, incluso mucho más. Susurré lo que había experimentado, y él me pidió que
permaneciera tan quieto y receptivo como fuera posible.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black;">—No te muevas —me advirtió— porque con estos rayos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">somos capaces de ver como de ser vistos</i>.
Te conté que los sirvientes se fueron, pero no te dije <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cómo</i>. Fue por esa ama de llaves lenta de entendederas: encendió las
luces en el rellano de la escalera después de que le advirtiera que no lo hiciera,
y los cables recogieron las vibraciones simpáticas. Debe haber sido aterrador…
pude escuchar los gritos desde aquí a pesar de que todo lo que estaba viendo y
escuchando provenía de otra dirección, y fue horrible encontrar más tarde
aquellos jirones de ropa por toda la casa. Las ropas de la señora Updike
estaban cerca del interruptor del vestíbulo delantero… por eso sé lo que hizo. Se
los llevó a todos. Pero mientras no nos movamos estamos bastante seguros.
Recuerda que estamos en contacto con un mundo espantoso en el cual estamos
prácticamente indefensos… <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡Mantente
quieto!<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="color: black;">La
combinación entre el estremecimiento de la revelación y la orden tajante me
produjo una suerte de parálisis, y en ese estado de terror mi mente se abrió
nuevamente a las sensaciones que llegaban desde lo que Tillinghast denominaba
el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“más allá”</i>. Ahora me sentía en un
remolino de sonido y movimiento, con imágenes confusas ante mis ojos. Vi los
contornos borrosos del cuarto, pero desde algún punto en el espacio parecía
estar vertiéndose una columna bullente de formas o nubes irreconocibles,
penetrando el techo sólido en un punto adelante y a mi derecha. Luego atisbé
otra vez algo como un templo, pero esta vez las columnas se elevaban hacia un
océano aéreo de luz, desde el cual bajaba un cegador rayo a lo largo del
recorrido de la columna de nubes que había visto antes. Tras eso, la visión fue
casi completamente caleidoscópica, y en medio de una confusión de visiones,
sonidos e impresiones sensoriales no identificadas, sentí que estaba cerca de
disolverme o, en algún sentido, perder mi forma sólida. Siempre recordaré un
relampagueo muy definido. Durante un momento me pareció contemplar un fragmento
de un extraño cielo nocturno lleno de brillantes esferas que giraban, y
mientras se desvanecían vi que los soles incandescentes formaban una
constelación o galaxia con una forma determinada; esta forma era el rostro
distorsionado de Crawford Tillinghast. Un momento después sentí que inmensas
cosas animadas pasaban rozándome y ocasionalmente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">caminando o flotando a través de mi cuerpo supuestamente sólido</i>, y percibí
que Tillinghast las contemplaba con sus sentidos mejor entrenados y las atrapaba
visualmente. Recordé lo que había dicho de la glándula pineal y me pregunté qué
vio con su ojo sobrenatural.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="color: black;">De
pronto, yo mismo tuve una suerte de visión aumentada. Por encima y por debajo
del caos de luces y sombras surgía una imagen que, aunque vaga, mantenía
elementos de consistencia y permanencia. Tenía algo que de alguna forma era
familiar, porque la parte extraña estaba sobreimpresa a la escena cotidiana
terrestre como si una visión cinematográfica fuera proyectada sobre el telón
pintado de un teatro. Vi el laboratorio del desván, la máquina eléctrica y la
forma desagradable de Tillinghast frente a mí, pero el espacio que estaba entre
estas cosas familiares no estaba vacío. Formas indescriptibles, vivas y no
tanto, estaban mezcladas en un desagradable desorden, y junto a cada cosa
conocida había mundos enteros de entidades desconocidas, extrañas. Parecía
también que todas las cosas conocidas entraban en la composición de las cosas
desconocidas, y viceversa. En primer lugar, entre los objetos vivos había
grandes monstruosidades negras y gelatinosas que se estremecían fláccidamente
en armonía con las vibraciones de la máquina. Estaban presentes en repugnante
abundancia, y vi con espanto que se <i style="mso-bidi-font-style: normal;">superponían</i>;
eran semifluidas y capaces de atravesarse entre sí y a través de lo que
conocemos como sólidos. Estas cosas nunca estaban quietas, pero parecían flotar
con algún propósito maligno. A veces parecían devorarse entre sí, la atacante
se lanzaba sobre su víctima e instantáneamente la eliminaba de la vista. Con un
estremecimiento comprendí qué había eliminado a los desafortunados sirvientes,
y no pude sacarme de la cabeza a estas cosas mientras me esforzaba por observar
otras características de este mundo que ahora era visible, rasgos que
permanecían ocultos a nuestro alrededor. Pero Tillinghast había estado
contemplándome, y ahora estaba hablando.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="color: black;">—¿Las
ves? ¿Las ves? ¿Ves las cosas que flotan, que caen sobre ti y te atraviesan a
cada instante a lo largo de tu vida? ¿Ves las criaturas que forman lo que los
hombres llaman aire puro y cielo azul? ¿No he tenido éxito en quebrar la
barrera? ¿No te he mostrado mundos que ningún otro hombre vivo ha visto? —Lo
escuchaba gritar a través del horrible caos, y acercaba ofensivamente su rostro
desaforado al mío. Sus ojos eran fosas en llamas, y me miraban vivamente con lo
que ahora comprendo que era un odio irresistible. La máquina zumbaba
insoportablemente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="color: black;">—¿Crees
que fueron esas cosas que se retorcían las que exterminaron a los sirvientes?
Es una tontería. ¡Son inofensivas! Pero los sirvientes <i style="mso-bidi-font-style: normal;">partieron</i> ¿no?<span class="apple-style-span"> Trataron de
detenerme; tú me desalentaste cuando necesitaba cada pizca de aliento que
pudiera conseguir. Te asustaste de la verdad cósmica, maldito cobarde. ¡Pero
ahora te tengo! ¿Qué arrasó con los sirvientes? ¿Qué los hizo gritar tan
fuerte? … ¿No lo sabes, eh? ¡Pronto sabrás suficiente! Mírame… escucha lo que
digo… ¿crees que realmente existe algo como tiempo y magnitud? ¿Fantaseas con
que hay cosas como forma o materia? Te diré ¡he alcanzado profundidades que tu
pequeño cerebro no puede ni imaginar! He visto más allá de las fronteras del
infinito y atraje demonios desde las estrellas… He arreado las sombras que
merodean de mundo en mundo sembrando muerte y locura… El espacio me
pertenece ¿me escuchas? Esas criaturas están tratando de cazarme… las que
devoran y disuelven, pero sé cómo evitarlas. Es a ti a quien se llevarán, como
se llevaron a los sirvientes. ¿Conmovido el caballero? Te dije que era
peligroso moverse. Te he salvado al decirte que te mantuvieras quieto… salvado
para que tuvieras más visiones y para que me escucharas. Si te hubieras movido,
las criaturas hubiesen caído encima de ti hace rato. No te preocupes, no te <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lastimarán</i>. No lastimaron a los sirvientes…
fue <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lo que vieron</i> lo que hizo que los
pobres diablos gritaran así. Mis mascotas no son bonitas porque provienen de
lugares donde los patrones estéticos son… <i style="mso-bidi-font-style: normal;">muy
diferentes</i>. La desintegración es bastante indolora, te aseguro… pero <i style="mso-bidi-font-style: normal;">quiero que las veas</i>, casi las viste,
pero sabía cómo detenerte. ¿No sientes curiosidad? ¡Siempre supe que no eras un
científico! ¿Estás temblando, no? ¿Tiemblas por la ansiedad por ver las cosas
primordiales que he descubierto? ¿Por qué no te mueves, entonces? ¿Estás
cansado? Bueno, no te preocupes, amigo mío, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">porque
ellas están llegando… </i>¡Mira! ¡Mira! ¡Maldita sea, mira!... Están justo
sobre tu hombro izquierdo…<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black;">Lo que queda por decirse es muy breve, y puede
serte familiar por las versiones de los diarios. La policía escuchó un tiro en
la antigua casa Tillinghast y nos encontró allí: Tillinghast muerto y yo
inconsciente. Me arrestaron porque el revolver estaba en mi mano, pero me
liberaron en tres horas, después de que descubrieron que fue una apoplejía lo
que acabó con Tillinghast y vieron que mi disparo estuvo dirigido hacia la
nefasta máquina que entonces yacía completamente destruida sobre el piso del
laboratorio. No conté mucho de lo que había visto, por temor a que el juez
fuera escéptico, pero por la explicación evasiva que di, el médico me dijo que
indudablemente había sido hipnotizado por el demente vengativo y homicida. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black;">Ojalá pudiera creerle a ese médico. Ayudaría a mis
destrozados nervios si pudiera descartar lo que ahora sé del aire y del cielo
por encima y a nuestro alrededor. Nunca me siento sólo o cómodo, y a veces tengo
la horrible sensación de que me están persiguiendo cuando estoy cansado. Lo que
me impide creerle al médico es este simple hecho: que la policía nunca encontró
los cuerpos de los sirvientes a quienes dijeron que Crawford Tillinghast había
asesinado.<o:p></o:p></span></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;"><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black;">Traducido por Luis
Pestarini<o:p></o:p></span></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Lovecraft/Del%20M%C3%A1s%20All%C3%A1.doc#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Título original: “From Beyond”. Escrito el 16 de noviembre de 1920 y
publicado por primera vez en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fantasy Fan</i>
en junio de 1934.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Lovecraft/Del%20M%C3%A1s%20All%C3%A1.doc#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> Entre la escritura y la publicación del cuento hubo algunas
modificaciones. Crawford Tillinghast es la combinación de apellidos de dos
célebres e históricas familias de Providence. El nombre de este personaje en la
primera versión era Henry Annesley.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Lovecraft/Del%20M%C3%A1s%20All%C3%A1.doc#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> También llamada epífisis, regula los ritmos circadianos (vigilia y
sueño). Descartes ubicó en ella la residencia del alma, pero es más probable
que Lovecraft se inspirara en el </span><span class="apple-style-span"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">agñá
chakrá</span></i></span><span class="apple-style-span"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 8.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">, uno de los seis o siete chakrás hindúes, centros de energía invisibles
situados en el cuerpo humano. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">agñá
chakrá</i></span></span><span lang="ES"> está ubicado en esta glándula y está
relacionado con la percepción, la luz y el tiempo. Es el tercer ojo. <o:p></o:p></span></p>
</div>
</div><br /><p></p>Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-61258293762542005772020-08-05T21:29:00.000-03:002020-08-05T21:29:25.134-03:00La ciencia ficción de Méndez Calzada, por Luis Pestarini<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-iJ28SLoYit8/XytOQeZ0JhI/AAAAAAAAAyw/cBEB4uEx6PYLsRvIjbvRINnXIVBVUFNFgCLcBGAsYHQ/s705/MC.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="705" data-original-width="569" height="328" src="https://1.bp.blogspot.com/-iJ28SLoYit8/XytOQeZ0JhI/AAAAAAAAAyw/cBEB4uEx6PYLsRvIjbvRINnXIVBVUFNFgCLcBGAsYHQ/w265-h328/MC.png" width="265" /></a></div>El trecho menos explorado de la ciencia ficción argentina es el que va
desde Eduardo L. Holmberg (1852-1937) a Bioy Casares. Con el fin de echar un
poco de luz sobre este período, hace un par de números exploramos un texto de
Ernesto Nelson, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Extravagantes impresiones
de un habitante de Marte</i>, y ahora nos ocupamos de Méndez Calzada, otro
precedente de la ciencia ficción argentina.<span><a name='more'></a></span><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Enrique Méndez Calzada fue un argentino-español que nació en General
Belgrano, pueblo de la provincia de Buenos Aires, en 1898, en el seno de una
familia española. Pasó su infancia en Oviedo, regresando a Argentina después de
la adolescencia. Periodista y escritor, fue frecuente colaborador de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Nación</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Hogar</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Caras y Caretas</i>,
y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nosotros</i>, y murió joven en París,
donde pasó los últimos diez años de su vida, en 1940. Esencialmente humorista y
poeta, de la decena de libros que publicó en vida, se le prestó especial
atención a sus “proemas”, combinación de narración, poesía y aforismos, pero
pasaron desapercibidos sus cuentos, parábolas y fábulas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Su anteúltimo libro, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Abdicación
de Jehová y otras patrañas</i> (1929) incursiona reiteradamente en el ámbito de
la ciencia ficción y la fantasía. Gran parte de las fábulas y relatos que
componen el volumen se desarrollan en el futuro. “La isla del último borracho”,
por ejemplo, transcurre en el año 2000 de la era Lenin y sus dos páginas y media
son una parodia de los efectos de la Ley Seca. “Triste historia del Papa
Inocencio Veintinueve” es una parábola sobre la pompa de la Iglesia Católica,
ambientada en el siglo XXV. En “El labrador afortunado”, un agricultor descubre
que sus plantas ofrecen rubíes, pepitas de oro y otras gemas, tras lo cual le
revelan que su campo está sobre el cementerio de una ciudad destruida por
sucesivos cataclismos: un terremoto, un incendio gigantesco y una inundación.
Sabemos que esa ciudad es Buenos Aires y que estamos en el siglo XL, pero la
historia deriva hacia reflexiones moralistas. Hay otras historias, como la que
da título al libro (donde se cuenta porqué Jehová abandonó a los hombres) o
“Curiosa y ejemplar historia de la favorita Dyemileh y de Ahmed el gabal”, que
ingresan en el terreno de lo fantástico, siempre con fines aleccionadores, pero
no emplean ningún elemento de la ciencia ficción.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Son merecedores de mayor atención dos relatos. El primero de ellos es
“La sublevación de las máquinas”: estamos en el siglo XXVI y la automatización
—como se preveía en la década del veinte del siglo pasado— alcanzó el absurdo.
Hay máquinas para saludar, para fabricar naranjas y para anudar la corbata. No
falta la ironía: el mismo inventor de la máquina de fabricar tortillas es el
que inventó la de fabricar sonetos. Un día, las máquinas dejan de hacer aquello
para lo que fueron creadas: los ascensores suben en lugar de bajar, las
máquinas de coser se niegan a hacerlo. Cuando sospechamos que el cuento es un
antecedente directo de “Pero ¿quién puede reemplazar al hombre” de Brian
Aldiss, aparece en escena Jehová y un juicio celestial de hombres contra
máquinas: unas se quejan del abuso al que se ven sometidas y los otros de
holgazanería perniciosa. Finalmente el hombre es condenado a llevar adelante
una vida pastoral durante un siglo mientras que las máquinas deberán permanecer
en paciente inactividad por revelarse contra su creador. Marginalmente se echa
a mano de un curioso recurso ilustrativo: hay un par de anotaciones explicativas
de un historiador del siglo XXXIV.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-3w_NixwxJOk/XytOesbHpKI/AAAAAAAAAy0/1tIp_yPmTWYWPLTEXSY-Jymb-PG64jwIgCLcBGAsYHQ/s258/ajop.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="258" data-original-width="168" src="https://1.bp.blogspot.com/-3w_NixwxJOk/XytOesbHpKI/AAAAAAAAAy0/1tIp_yPmTWYWPLTEXSY-Jymb-PG64jwIgCLcBGAsYHQ/s0/ajop.jpg" /></a></div><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">En “Neurasténicos del dos mil”, Méndez Calzada elude toda intervención
fantástica aunque no escapa a los límites de la fábula moral. Con unos escasos
toques —el cuento tiene sólo diez páginas—retrata la sociedad del siglo XXI.
Nuevamente, como en “La sublevación de las máquinas”, es cuestionado el
progreso mecánico como deshumanizante (un concepto frecuente en la época) y se
postula una reacción para enfrentar esta “neurastenia”: las comunidades
pro-lentitud para la desaceleración del ritmo social y el regreso a la
naturaleza. La segunda mitad del cuento se centra en Sidney Frog, un
multimillonario excéntrico que construye un artificio a medio camino entre una
muñeca y un robot, con el fin de servir de compañía. “Neurasténicos del dos
mil” es un genuino relato de ciencia ficción en el sentido moderno: el autor
presenta una visión extrapolada de lo que sería el siglo XXI <i style="mso-bidi-font-style: normal;">si todo sigue así</i>, aunque no evita la
moralina desaforada ni cierta torpeza en la construcción de la historia, menos
visible en sus otros relatos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">A pesar de ser amigo íntimo de Fernández Moreno y de publicar
recurrentemente en medios prestigiosos en las décadas del veinte y del treinta
del siglo pasado, Méndez Calzada fue un personaje menor de la generación que
tuvo a Borges como figura estelar. Hoy, su poesía apenas figura
circunstancialmente en alguna antología mientras que sus relatos, tal vez por
su excluyente misión como marco para predicciones a menudo reaccionarias, han
caído en el olvido. Sin embargo, tienen cierto mérito: en 1929, cuando apareció
este libro, Hugo Gernsback usaba por primera vez el término “science fiction”,
faltaba más de una década para la publicación de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La invención de Morel</i> y apenas se podía contar con el marco popular
que establecieron las novelas de Wells. La comunidad literaria argentina estaba
sumergida en la ficticia controversia Florida-Boedo y no era muy permeable a
extrañas proyecciones de invenciones futuras, por eso el valor de este puñado
de relatos que merecen una página en la historia de la ciencia ficción
argentina. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">Publicado originalmente en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuásar </i>n° 29, en noviembre de 1997.<o:p></o:p></p><br />Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-50812653801832848342020-08-02T17:01:00.001-03:002020-08-02T17:02:53.300-03:00Las colecciones de ciencia ficción (I): Nebulae Segunda Época, Tercera parte, por Luis Pestarini<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-KsMyoExJEpw/XycZwzEdgCI/AAAAAAAAAyA/mXI_bcQYKkUCsuyRXgltZlS1UDcLi8R-ACLcBGAsYHQ/s750/amoderan.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="750" data-original-width="500" height="410" src="https://1.bp.blogspot.com/-KsMyoExJEpw/XycZwzEdgCI/AAAAAAAAAyA/mXI_bcQYKkUCsuyRXgltZlS1UDcLi8R-ACLcBGAsYHQ/w274-h410/amoderan.jpg" width="274" /></a></div>Tercera y última parte del análisis, título por título, de los libros
publicados por EDHASA en la colección Nebulae, en su segunda etapa.<span><a name='more'></a></span><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">47. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">El grito de las nubes </i></b>(Cloud Cry, 1977), Sydney J. Van Scyoc.
214 p. 1980. Traducido por Arturo Casals.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Van Scyoc (1939) publicó una decena de novelas y unos cuantos cuentos
desde 1962 pero, a pesar de una buena calidad media, ninguna de sus obras
alcanzó a tener repercusión. Es el caso de esta novela, una extensión de su
cuento “Deathsong” (1975). Narra la historia de dos humanos y un alienígena que
son puestos en cuarentena en un planeta desconocido. La narración es colorida y
amena pero finalmente intrascendente.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">48. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fuga para una isla </i></b>(Fugue for a Darking Island, 1972),
Christopher Priest. 151 p. 1981. Traducido por César Terrón.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Inteligente novela del inglés Priest (1943), y su obra de contenido
político más explícito. En un futuro no muy distante hay una guerra nuclear en
África que provoca una inmigración masiva a Gran Bretaña de gran cantidad de habitantes
de sus ex colonias. El sistema social comienza a desintegrarse por la ineptitud
de los gobernantes para resolver la crisis y estallan los conflictos sociales.
Una novela que hoy se puede leer dialogando con la realidad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">49. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Enemigos del sistema </i></b>(Enemies of the System, 1977), Brian W.
Aldiss. 167 p. 1981. Traducido por Domingo Santos.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-en4x1KsNKNk/XycarQC4PgI/AAAAAAAAAyI/5wRnAJg5fYAkpfs-8V6nf7BjZPvKl6DdQCLcBGAsYHQ/s371/aldissene.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="371" data-original-width="231" height="297" src="https://1.bp.blogspot.com/-en4x1KsNKNk/XycarQC4PgI/AAAAAAAAAyI/5wRnAJg5fYAkpfs-8V6nf7BjZPvKl6DdQCLcBGAsYHQ/w185-h297/aldissene.jpg" width="185" /></a></div><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Novela corta extendida hasta las 167 páginas gracias al gigantismo
tipográfico. Es una sátira del conformismo y del colectivismo como actitudes
sociales. Se lee en un rato y no agrega ni quita nada a la obra de Aldiss.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">50. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Futuro imperfecto</i>, </b>Domingo Santos. 1981. 245 p.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Santos (seudónimo de Pedro Domingo Mutiñó, 1941-2018) fue una figura
central en la difusión de la ciencia ficción en español. Comenzó escribiendo y
publicando en la década del cincuenta para ir privilegiando las tareas de
director editorial y traductor con el paso de los años. Su obra literaria tuvo
una clara evolución temática desde las novelas de aventuras de ciencia ficción
mayormente irrelevantes hasta historias más breves preocupadas por cuestiones
como la degradación ambiental, el poder de las grandes corporaciones o los
conflictos sociales con un tono levemente satírico y claramente inspirado en
autores como Sheckley o Ellison. Este volumen reúne cuentos de los años
setenta, rutinarios, bastante superficiales. Es el único volumen de la
colección escrito originalmente en español. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">51. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Titán </i></b>(Titan, 1979), John Varley. 326 p. 1981. Traducido por
César Terrón.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">En los setenta Varley (1947) parecía la estrella más prometedora de su
generación, pero su nombre se fue desvaneciendo de los primeros planos hasta
que su aparición se volvió esporádica e irrelevante. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Titán</i> es el primer título de una trilogía, seguido por <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La hechicera </i>(último volumen de Nebulae)
y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Demon</i>, inédita en español. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Titán </i>se narra el envío de una
expedición comandada por una mujer a explorar el satélite saturnino del título,
para descubrir que no es una masa de roca sino un ser vivo artificial. En su
interior hay un universo de seres extraordinarios y míticos. La narración es
entretenida y creativa, pero fue duramente criticada su protagonista femenina
por responder a estereotipos, en particular en su sexualidad, abundantemente
descripta.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">52. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Indoctrinario </i></b>(Indoctrinaire, 1970), Christopher Priest. 227 p.
1981. Traducida por César Terrón.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Novela de ciencia ficción claramente kafkiana en su clima, oscura y
derivativa, que cuenta la historia de un individuo que se ve trasladado
inexplicablemente de un laboratorio secreto en la Antártida a la selva
brasileña del siglo XXII, donde es parte de una serie de intrigas mientras
intenta escapar. Primera novela de Priest, bastante menor en su producción.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Iwo6y55YfgA/Xyca42B7F1I/AAAAAAAAAyM/IVbX5LODcbgK9wvX31b26gldPwed5KMygCLcBGAsYHQ/s291/adick.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="291" data-original-width="173" height="233" src="https://1.bp.blogspot.com/-Iwo6y55YfgA/Xyca42B7F1I/AAAAAAAAAyM/IVbX5LODcbgK9wvX31b26gldPwed5KMygCLcBGAsYHQ/w138-h233/adick.jpg" width="138" /></a></div>53. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? </i></b>(Do Androids Dream
of Electric Sheep, 1968), Philip K. Dick. 196 p. 1981. Traducido por Carlos
Peralta (en el libro figura erróneamente que el traductor es César Terrón)<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Desde que Ridley Scott la filmara como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Blade Runner </i>en 1982, esta novela se ha convertido en la más
popular de la obra de Dick, fama nada injusta porque pertenece al conjunto de
sus obras importantes. La trama es conocida: en un mundo futuro en el que los
animales fueron exterminados y los reemplazaron con robots, el trabajo del
protagonista es perseguir androides que intentan hacerse pasar por humanos. La
pregunta de qué es ser humano, crónica en la obra de Dick, aparece aquí en
primer plano.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">54. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un planeta llamado Traición </i></b>(A Planet Called Treason, 1979),
Orson Scott Card. 271 p. 1981. Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Los habitantes del planeta Traición están divididos en familias
especializadas en un aspecto de la ciencia o del arte. El protagonista
pertenece a la que se ocupa de la ingeniería genética, poseyendo un cuerpo que
se regenera ante cualquier accidente. Tradicional viaje iniciático, esta novela
cuenta el periplo del protagonista por las distintas familias para recuperar su
herencia. Nada hacía pensar en los primeros escritos de Card (1951) que su
prolífica obra evolucionaría hacia un conservadurismo radical y homofóbico, al
punto en que cuando adquirieron los derechos para filmar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El juego de Ender</i>, hicieron constar en el contrato que Card no
podría hacer declaraciones públicas ni dar entrevistas hasta que la película
concluyera su ciclo comercial. Pero los primeros relatos de Card son intensos,
imaginativos y bien narrados.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">55. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Torrente de Fuego y otros relatos </i></b>(Fireflood and Other Stories,
1979), Vonda N. McIntyre. 285 p. 1982. Traducido por César Terrón.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">En la obra de McIntyre (1948-2019) se transparenta su formación como
bióloga genética: en sus mejores relatos expone los dilemas éticos y humanos
que provoca la ingeniería genética, con tramas que a veces rosan el melodrama.
No fue una escritora muy prolífica pero su calidad media estuvo muy por encima
de la de muchos de sus colegas más famosos. Esta colección de cuentos reúne un
puñado de relatos, algunos de ellos premiados en su momento.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">56. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los solarianos </i></b>(The Solarians, 1966), Norman Spinrad. 213 p.
1982. Traducido por César Terrón.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">En los comienzos de su carrera, Spinrad (1940), escribió un par de
space opera con el único objetivo de pagar el alquiler. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los solarianos </i>es su primera novela y pertenece a este grupo. La narración
es poco original, liviana y apenas entretenida. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">57 y 58. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los muchos mundos de Poul Anderson I </i></b>y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">II </i></b>(The Many Worlds of
Poul Anderson, 1974) 173 + 191 p. Traducidos por Norma B. de López.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Estos dos volúmenes son representativos de la obra corta de Anderson
(1926-2001), autor muy popular entre las décadas del cincuenta y ochenta, al
punto en que obtuvo siete premios Hugo y tres Nebula, marca superada por muy
pocos autores. Estos libros son una buena muestra del quehacer literario de
Anderson, que iba desde la ciencia ficción dura hasta la fantasía, pasando por
el space opera y otros subgéneros, e incluyen algunos de sus cuentos premiados.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">59. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Moderan </i></b>(Moderan, 1971), David R. Bunch. 305 p. 1982. Traducido
por César Terrón.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Este volumen reúne casi medio centenar de cuentos cortos que describen
un mundo futuro hipertecnológico, que combina fábulas y sátiras, y que puede
ser del gusto del lector más exigente o su pesadilla literaria. Describe con
breves viñetas el futuro de la humanidad tras un holocausto nuclear que la
obligó a convertirse en una raza de ciborgs para sobrevivir. Bunch (1925-2000)
fue esencialmente poeta y esto se nota en estos cuentos breves, cuya traducción
no le hace justicia a la prosa en inglés. Una edición ampliada de los cuentos de
Moderan se publicó en su lengua original en 2018.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">60. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ojos de ámbar </i></b>(Eyes of Ambar and Other Stories, 1979), Joan D.
Vinge. 325 p. 1982. Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">La carrera literaria de Vinge (1948) floreció a fines de los setenta como
una heredera sofisticada y feminista de la obra colorida e imaginativa de André
Norton, pero en las últimas tres décadas prácticamente no ha publicado nada. En
sus relatos recurre a la mitología y a los cuentos de hadas para transformarlos
en versiones modernas con el maquillaje de la ciencia ficción. La historia que
da título al libro, acerca de los intentos de comunicación entre un lingüista y
un alienígena, ganó el premio Hugo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">61. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nave de fuego </i></b>(Fireship, 1978), Joan D. Vinge. 163 p. 1983.
Traducido por César Terrón. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Más Vinge en formato no tan corto ya que este breve libro sólo contiene
dos novelas cortas. Con las mismas características de los relatos del anterior
volumen de la colección Nebulae, pasa como una literatura liviana y un poco
melodramática con más elementos del space opera.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">62. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Criptozoico </i></b>(Cryptozoic, 1967), Brian W. Aldiss. 223 p. 1983.
Traducido por Domingo Santos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Parece que Nebulae se especializó en publicar las novelas menos
logradas de Aldiss. En este caso narra las andanzas de un viajero del tiempo
que recorre la historia desde los orígenes del universo hasta los días cuando
todo ha desaparecido, con monotonía y poca imaginación.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">63. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La otra isla del doctor Moreau</i> </b>(Moreau’s Other Island, 1980),
Brian W. Aldiss. 173 p. 1983. Traducido por Rubén Masera.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Reescritura de la novela de Wells en términos más cercanos al fin del
milenio: se desarrolla una guerra nuclear en 1996 (un siglo después de la
publicación de la original) cuando una nave espacial cae a la tierra con un
único sobreviviente, quien llega a una isla donde se realizan sorprendentes
experimentos en bioingeniería. A pesar de sus esfuerzos, Aldiss sólo logra un
refrito de la novela de Wells.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">64. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Quién anda por aquí? </i></b>(Who Goes Here?, 1977), Bob Shaw. 167 p.
1984. Traducido por César Terrón.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-37uyck2JoaU/XycbHIOsFgI/AAAAAAAAAyU/h_pY6cLt9bk2C4LZ0oAjB4PCKM-LYMaZgCLcBGAsYHQ/s750/AsHawq.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="750" data-original-width="500" height="328" src="https://1.bp.blogspot.com/-37uyck2JoaU/XycbHIOsFgI/AAAAAAAAAyU/h_pY6cLt9bk2C4LZ0oAjB4PCKM-LYMaZgCLcBGAsYHQ/w219-h328/AsHawq.jpg" width="219" /></a></div><o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Esta breve novela se ríe sin complejos de los clásicos de la ciencia
ficción, ya desde el título, una parodia de “Who Goes There?”, el relato de
John W. Campbell que fue la fuente de la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El enigma de otro mundo. </i>A la manera de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bill, héroe galáctico </i>de Harry Harrison, Shaw se mofa de los héroes
de las historias bélicas de ciencia ficción con ingenio y buen ritmo.
Particularmente recomendable para los lectores que manejan los códigos de la
ciencia ficción y tienen un sentido del humor bien desarrollado.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">65. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La transmigración de Timothy Archer </i></b>(The Transmigration of
Timothy Archer), Philip K. Dick. 220 p. 1984. Traducido por Carlos Peralta. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Última novela de Dick publicada en vida, conforma junto con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">SIVAINVI</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Radio Libre Albemuth </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
invasión divina</i> una serie con pocos contactos con la ciencia ficción o la
fantasía —en particular ésta—, originadas en las experiencias místicas de Dick de
mediados de los setenta. Cuenta la búsqueda de fe del obispo Archer a través de
distintas experiencias. Es importante como lectura complementaria de la obra de
Dick y el libro más sencillo y accesible de su último período.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">66. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los proscriptos del Cinturón del Cielo </i></b>(The Outcasts of Heaven
Bell, 1978), Joan D. Vinge. 218 p. 1984. Traducido por Carlos Peralta.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Esta primera novela de Vinge es una mezcla de aventuras y romance
ambientada en un futuro distante en el cual se ha colonizado el Sistema Solar.
En el Cinturón de Asteroides se han producido varias guerras civiles y una nave
espacial que llega del espacio profundo altera el precario equilibrio. Sin
mayores pretensiones, hoy se ve anacrónica y olvidable. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">67. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mundos cálidos y otros </i></b>(Warm Worlds and Otherwise, 1975), James
Tiptree Jr. 241 p. 1985. Traducido por Carlos Peralta.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">La primera colección de cuentos de Tiptree reúne lo más destacado entre
los publicados en sus iniciales cinco años de carrera. Recopilación variada
tanto en temas como en calidad, destacan “La muchacha que estaba conectada” y
“Amor es el plan el plan es la muerte”. Incluye el famoso prólogo de Robert Silverberg
en el que especula sobre la identidad real que se escondía detrás del seudónimo
de Tiptree, concluyendo que era un hombre de unos cincuenta años.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-M7H2yA6e3KQ/XycbT4PUxMI/AAAAAAAAAyc/M1p29kkBs0Uee0_H1IjBLIC50nPA0BKCgCLcBGAsYHQ/s324/aleguin.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="324" data-original-width="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-M7H2yA6e3KQ/XycbT4PUxMI/AAAAAAAAAyc/M1p29kkBs0Uee0_H1IjBLIC50nPA0BKCgCLcBGAsYHQ/s0/aleguin.jpg" /></a></div>68 y 69. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las doce moradas del viento I </i></b>y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">II</i></b> (The WindsTwelve
Quarters, 1975), Ursula K. Le Guin. 205 + 180 p. 1985 y 1986. Traducidos por
María Elena Rius.<o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">La ficción corta de Le Guin (1929-2018) siempre fue a la zaga de sus
novelas en la consideración de la crítica. Sin embargo, con una selección de
sus relatos más destacados se podría armar una de las mejores antologías de
ciencia ficción y fantasía. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las doce
moradas del viento</i> no reúne lo mejor de Le Guin porque es una antología
temprana, pero incluye algunos de los cuentos más estremecedores de la ciencia
ficción como “Los que se marchan de Omelas” y varios más, alternando fantasía y
ciencia ficción. Uno de los puntos altos de Nebulae.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">70. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Herederos de las estrellas </i></b>(Inherit the Stars, 1977), James P.
Hogan. 293 p. 1986. Traducido por B. Ramiro.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Ésta fue la primera novela publicada por Hogan (1941-2010), pero
muestra en forma pronunciada las características de su producción posterior:
historias de contenido político en formato de thriller, enmarcadas en futuros
hipertecnológicos, un acentuado conservadurismo ideológico y una escritura de
virtudes muy cortas. En el mejor de los casos esta novela puede pasar como un
policial liviano.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">71. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La hechicera </i></b>(Wizard, 1980), John Varley. 495 p. 1987.
Traducido por Antonio Samons y Hernán Sabaté.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">Secuela de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Titán</i>. Narra las
aventuras de la protagonista en el mundo vivo que resultó ser el satélite de
Saturno, mientras intenta que sobreviva Gaea —la criatura que es el satélite—,
que está en riesgo. No sale bien parado en una comparación con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Titán</i>, pero al menos no es tan
irrelevante como el volumen anterior de la colección. Por lejos, es el libro
más extenso de Nebulae y un cierre no tan digno como merecía la colección.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p><br />Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-27080351836797115392020-07-19T18:35:00.000-03:002020-07-19T18:35:51.882-03:00Las colecciones de ciencia ficción (I): Nebulae Segunda Época, Segunda parte, por Luis Pestarini<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-6PNKTVGMz20/XxS7GHsnf9I/AAAAAAAAAxI/Szh4GIEJGbI_72L9z0Ez0hVg22nlZ65IwCLcBGAsYHQ/s1600/dich.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="287" data-original-width="176" src="https://1.bp.blogspot.com/-6PNKTVGMz20/XxS7GHsnf9I/AAAAAAAAAxI/Szh4GIEJGbI_72L9z0Ez0hVg22nlZ65IwCLcBGAsYHQ/s1600/dich.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Ésta es la continuación del artículo que analiza título por título, todos los volúmenes de la segunda versión de la colección Nebulae. En esta ocasión vamos del 21 al 46.</div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
21. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La nave estelar</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Non-stop,
1958), Brian W. Aldiss. 1978. 304 p. Traducido por Edith Zilli.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Clásico en el tema de las naves generacionales —naves que viajan
tremendas distancias galácticas por largos períodos, desarrollando
microsociedades—, describe una población que olvidó su misión original y tuvo
una regresión a etapas más primitivas de la civilización. Es la primera novela
de Aldiss, una de las mejores y más entretenidas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
22. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La guerra interminable</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(The
Forever War, 1974), Joe Haldeman. 1978. 230 p. Traducido por Edith Zilli.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Si bien en la ciencia ficción la producción de novelas sobre la guerra
siempre fue importante, ya sea en tono bélico, pacifista o paródico, recién con
esta novela de 1974 el tratamiento sonó verosímil. Haldeman (1943), ex
combatiente de Vietnam, esquiva en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
guerra interminable </i>los lugares comunes y presenta una visión convincente y
cínica de la alienación de los soldados con respecto al resto de la sociedad.
Fue la primera novela del autor y de una serie parcialmente publicada en
español. Obtuvo los premios Hugo y Nebula como mejor novela del año.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
23. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La máquina preservadora</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(The
Preserving Machine, 1969), Philip K. Dick. 1978. 200 p. Traducido por Norma B.
de López.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Philip K. Dick (1928-1982) es uno de los autores más leídos y
recomendables de la ciencia ficción, pero los cuentos cortos de su prolífico
primer período productivo han ido a la zaga de sus novelas en cuanto a logros.
Para su edición en español, la versión original fue dividida en dos partes, la
segunda correspondiendo al volumen 26 de la colección. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La máquina preservadora</i> incluye desde el primer cuento publicado de
Dick, “Aquí yace el wub”, hasta otros de mediados de su carrera. Estos dos
volúmenes constituyen la colección más importante de Dick en español hasta la
aparición de sus cuentos completos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
24. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tiempo de Marte</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Martian
Time-slip, 1964), Philip K. Dick. 1978. 238 p. Traducido por Norma B. de López.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Segundo título consecutivo de Dick en la colección, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tiempo de Marte</i> es una novela mayor
dentro de su producción. Se desarrolla en un Marte colonizado en el futuro
cercano, donde los protagonistas llevan adelante vidas rutinarias y miserables.
La novela está plagada de humor e ironía, y es mucho más entretenida de lo que
podría deducirse de este resumen. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
25. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Expedición a la Tierra</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Expedition
to Earth, 1953), Arthur C. Clarke. 1978. 200 p. Traducido por Eduardo Salades.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Quinto y último libro de Clarke en Nebulae, muy superior a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Relatos de diez mundos</i>. Algunos de los
cuentos más conocido del escritor inglés están en este volumen: “El centinela”
(1951), que dio origen a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">2001</i>,
“Superioridad”, “Encuentro en la aurora” y “Lección de historia”. La narrativa
corta de Clarke envejeció menos que la de la mayoría de sus contemporáneos por
sus planteos filosóficos y morales y su contención en las descripciones
científico-tecnológicas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
26. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">En la tierra sombría</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(The
Preserving Machine, 1969), Philip K. Dick. 1978. Traducido por Norma B. de
López.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Tercer libro de Dick entre los últimos cuatro volúmenes de la
colección. Es la segunda mitad de la edición original de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Preserving Machine</i>, colección de cuentos cuya primera parte es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La máquina preservadora</i>.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
27. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un mundo devastado</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Earthworks,
1965), Brian W. Aldiss. 1978. 144 p. Traducido por César Aira.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
En un futuro no muy lejano, la Tierra se encuentra superpoblada y
contaminada, haciéndose imposible la vida en su superficie. La única salida
parece ser la solución final: eliminar población con una guerra nuclear. Novela
breve, irónica, menor en la producción de Aldiss. Sorprende que el traductor
sea Aira.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
28. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tiempo anticipado</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Time
in Advance, 1958), William Tenn. 205 p. 1978. Traducido por Antonio Ribera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
William Tenn (seudónimo de Philip Klass, 1920-2010) escribió durante
los años cincuenta y sesenta una ciencia ficción ingeniosa, imaginativa y
mordaz, especialmente pesimista sobre el futuro de la humanidad, pero su obra
quedó en el olvido para las nuevas generaciones de lectores. Este volumen reúne
cuatro novelas cortas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
29. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Recuerdo todos mis pecados</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;">
</i>(All my Sins Remembered, 1977), Joe Haldeman. 196 p. 1978. Traducido por
Jorge A. Sánchez. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
El protagonista de la novela es un agente del gobierno que imposta —a
través de condicionamiento psicológico y cirugía plástica— a otras personas,
con fines políticos. Estos cambios de personalidad arrastran problemas
psicológicos y existenciales. Menos dinámica que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La guerra interminable</i>, se beneficia de su brevedad y economía de
situaciones.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
30. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dimensión de milagros</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Dimension
of Miracles, 1968), Robert Sheckley. 170 p. 1979. Traducido por Norma B. de
López. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Cuarto y último libro de Sheckley en la colección, y la única novela.
El protagonista gana accidentalmente un premio en el otro extremo de la galaxia
y, cuando emprende el regreso a la Tierra, descubre que hay varias, cada una
con características completamente distintas. Novela episódica, despareja, por
momentos brillante, muestras ciertas ambiciones filosóficas ausentes en los
libros de cuento del autor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-u1J53W_xsuw/XxS7SIdKlKI/AAAAAAAAAxM/yN8WhWX9Ja8JU7VT5gP6AwXZTpcAbIZmgCLcBGAsYHQ/s1600/sukveg.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="260" data-original-width="173" src="https://1.bp.blogspot.com/-u1J53W_xsuw/XxS7SIdKlKI/AAAAAAAAAxM/yN8WhWX9Ja8JU7VT5gP6AwXZTpcAbIZmgCLcBGAsYHQ/s1600/sukveg.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
31. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">A través de un billón de años</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Across a Billion Years, 1969), Robert Silverberg. 191 p. 1979.
Traducido por Carlos Gardini.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Considerada una novela destinada al público juvenil, pertenece al mejor
período de la obra de Silverberg. Relata la búsqueda de rastros de una
civilización superior a través de la galaxia, por parte de un grupo de
viajeros. Es más ambiciosa e ingeniosa de lo que podría esperarse por sus destinatarios
y tal vez por eso ha sobrevivido mejor al paso del tiempo que otros de sus <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>libros con mayor repercusión.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
32. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los genocidas</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(The
Genocides, 1965), Thomas M. Disch. 1979. 198 p. Traducido por Ariel Bignami.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
A lo largo de más de cuatro décadas de carrera literaria, Disch
(1940-2008) desarrolló una obra vasta y variada, atravesando la ciencia
ficción, la fantasía, el terror, las historias para niños, el teatro, la poesía
y la crítica. En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los genocidas</i>, su
primera novela, una raza alienígena, indiferente al destino de la humanidad,
siembra la Tierra con plantas gigantescas que, poco a poco, acorralan a los
últimos hombres, hasta su extinción definitiva. El final es uno de los más oscuros
en una historia de ciencia ficción.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
33. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Muerte de la luz</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Dying
of the Light, 1977), George R. R. Martin. 1979. 299 p. Traducido por Carlos
Gardini.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Antes de que alcanzara la extraordinaria popularidad que le trajo la
saga “Canción de hielo y fuego” y la serie televisiva <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Juego de tronos</i>, Martin (1948) tuvo una prolífica carrera dentro de
la ciencia ficción y la fantasía. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Muerte
de la luz </i>es su primera novela y presenta mundos coloridos y personajes
ricos en motivaciones. La historia describe un triángulo amoroso en un planeta
errante, durante un festival que celebra el acercamiento a un sol. Un clásico
menor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
34. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Puente mental </i></b>(Mindbridge, 1976), Joe Haldeman. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>1979. 192 p. Traducido por Carlos Gardini.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Lo más interesante de esta novela es el manejo de la técnica narrativa
desarrollada por John Dos Passos e importada por John Brunner a la ciencia
ficción: alterna la narración directa, la que se hace con forma de entrevistas,
los fragmentos de libros, gráficos y otros materiales complementarios. La
historia en sí es una épica espacial sobre el contacto con alienígenas
inteligentes, con telepatía y transmisión de materia incluidos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
35. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Universo de locos</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(What
Mad Universe, 1949), Fredric Brown. 1979. 257 p. Traducido por Félix
Monteagudo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Clásico indiscutido, es la primera novela que hace una sátira de la
ciencia ficción. Fue escrita por Fredric Brown (1906-1972), un autor de culto
cuya obra completa de ciencia ficción fue recogida por Ediciones Gigamesh en
una cuidada edición. El protagonista, director de una revista de ciencia
ficción, es trasladado a un universo alternativo donde descubre que muchos
lugares comunes del género son reales, como los BUG (Bug Eyed Monsters,
monstruos de ojos saltones), muy frecuentes en la literatura pulp. Muy
recomendable.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
36. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Una guirnalda de estrellas</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;">
</i>(A Wreath of Stars, 1976), Bob Shaw. 1979. 196 p. Traducido por Carlos
Gardini.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Un planeta de neutrinos pasa junto a nuestro mundo sin provocar
trastornos físicos, pero sí sociales y de conducta, además de poner en
evidencia que dentro de nuestro planeta habita otro de distinta materia, con el
que convivimos. El nordirlandés Bob Shaw (1931-1996) adscribió a la vertiente
hard de la ciencia ficción, pero eludiendo los lugares comunes. Se
caracterizaba por sus ideas muy ingeniosas, y hay varias de ellas en esta
novela.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
37. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">En la cima del mundo</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Up
the Walls of the World, 1978), James Tiptree Jr. 1979. 311 p. Traducido por
Carlos Gardini.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Ésta es una de las novelas más complejas que se publicaron en la
colección, un space opera con varios hilos narrativos y un especial interés por
las motivaciones de los personajes. Tiptree (seudónimo de Alice Sheldon,
1915-1987) fue uno de los escritores que encabezó la renovación de la ciencia
ficción en los años setenta, con una literatura inteligente que abordó con
frecuencia la temática de género. En los últimos meses el nombre de Sheldon se
vio opacado por la confirmación de que lo que se creía un pacto suicida con su
esposo en realidad fue un asesinato seguido de suicidio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-OSeTWoWT99k/XxS7ecFaYbI/AAAAAAAAAxU/oG5-kJNLM_4ApkMWaPmn2JDL6BeZRUCFQCLcBGAsYHQ/s1600/kuttner.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="183" src="https://1.bp.blogspot.com/-OSeTWoWT99k/XxS7ecFaYbI/AAAAAAAAAxU/oG5-kJNLM_4ApkMWaPmn2JDL6BeZRUCFQCLcBGAsYHQ/s1600/kuttner.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
38 y 39. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lo mejor de Henry Kuttner</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;">
</i>(The Best of Henry Kuttner, 1975), Henry Kuttner. 207 + 223 p. Traducido
por Arturo Casals.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
La versión original en inglés de este <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Best </i>fue dividida en dos para la edición en español. Lleva
prólogo nada menos que de Ray Bradbury, reconocido admirador de la obra de
Kuttner (1915-1958), quien publicó decenas de cuentos y un puñado de novelas en
los cuarenta y fines de los cincuenta, cuando murió prematuramente. Autor poco
recordado hoy en día, sus cuentos recorren todo el espectro de calidad posible.
Por suerte, por las características de la antología, tenemos su mejor producción:
relatos que combinan humor, ingenio y un dinámico pulso narrativo. Uno de los
puntos altos de Nebulae, nunca reeditados.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
40. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">El alma del robot</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(The
Soul of the Robot, 1974), Barrington J. Bayley. 220 p. 1980. Traducido por
Arturo Casals. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Aunque Bayley (1937-2008) es casi un desconocido fuera de Gran Bretaña,
fue uno de los escritores de ciencia ficción más respetados entre sus colegas
británicos. En su obra desarrolla con inusual profundidad planteos lógicos,
físicos y matemáticos, no siempre bien envueltos en elementos narrativos. Esta
novela, parte de una duología llamada “Robot Jasperodus”, trata el tema de la
consciencia y la autoconsciencia a través de la indagación sobre sí mismo por
parte de un robot. En la misma línea que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tik
Tok</i> de Sladek, pero con menor profundidad. Durante muchos años fue el libro
de Nebulae que se conseguía con mayor facilidad en Argentina.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
41. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La mente del señor Soames</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;">
</i>(The Mind of Mr Soames, 1961), Charles Eric Maine. 234 p. 1980. Traducido
por Arturo Casals.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Maine (1921-1981) fue primero un fan activo antes de la Segunda Guerra
Mundial, y luego un escritor profesional del montón que abordó ocasionalmente
la ciencia ficción. En esta novela se describe la educación de un hombre que ha
pasado los primeros treinta años de su vida en coma. Lo único que puede
explicar su publicación en esta colección es que fue la base de una película de
cierto éxito con Terence Stamp y Robert Vaughn. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
42. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cantos estelares de un viejo primate</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Star Songs of an Old Primate, 1978), James Tiptree, Jr. 272 p. 1980.
Traducido por Arturo Casals.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Colección de relatos que reúne algunos de los mejores de Tiptree como
“Houston, Houston, ¿me recibe?”, premios Nebula y Hugo. Están presentes los
temas esenciales de la producción de la autora: género, sexualidad y el sentido
de la muerte. Otro de los puntos altos de Nebulae.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
43 y 44. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Novecientas abuelas</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>y
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los
seis dedos del tiempo</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Nine
Hundred Grandmothers, 1970), R. A Lafferty. 181 + 170 p. 1980. Traducidos por
Matilde Horne.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Describir la ficción corta de Lafferty (1914-2002) es un desafío importante:
no respeta pautas de género, a veces ni siquiera de lógica narrativa, se sirve
irrespetuosamente de mitos, manipula códigos, crea situaciones surrealistas y
las lleva hasta extremos sorprendentes. Sólo por accidente se lo publicó en los
medios del género. Su lectura es apasionante si está bien dosificada. Ingeniero
eléctrico de profesión, este volumen originalmente publicado en inglés como uno
solo reúne lo mejor de su obra corta. Junto con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Moderan </i>de David Bunch, estos libros de relatos inclasificables son
lo más singular de esta Nebulae.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
45. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Condicionalmente</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">humano</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Conditionally Human, 1962), Walter
Miller Jr. 201 p. 1980. <o:p></o:p></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-NuJZRC25-2Q/XxS7oHSmqCI/AAAAAAAAAxc/n3KB30KQNvA4kDgDL0-iDb6KLD163eijgCLcBGAsYHQ/s1600/miller.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="371" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-NuJZRC25-2Q/XxS7oHSmqCI/AAAAAAAAAxc/n3KB30KQNvA4kDgDL0-iDb6KLD163eijgCLcBGAsYHQ/s320/miller.jpg" width="197" /></a></div>
Traducido por Néstor Dietrich.<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Walter Miller (1923-1996) es recordado por la clásica novela de ciencia
ficción <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cántico a San Leibowitz. </i>Su
obra de género fue escasa pero importante y se publicó toda en los años
cincuenta. Los tres relatos que integran el libro están por encima de la media
de la época, aún si hablamos exclusivamente de autores reconocidos. Incluso uno
obtuvo el premio Hugo. Como curiosidad, la historia que da título al libro está
traducida de otra manera dentro del volumen: “Humanidad condicional”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
46. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sueños infinitos</i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>(Infinite
Dreams, 1978), Joe Haldeman. 230 p. 1980. Traducido por Arturo Casals.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Esta primera colección de cuentos de Haldeman reúne lo mejor de su obra
corta de los setenta, obra menor en relación con sus novelas. La selección es
variada, e incluye comentarios del autor sobre los textos. Haldeman se
encontraba en ese momento en la cresta de la ola y Nebulae hizo mucho para
difundirlo en español.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<br /><br />Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-59027310005219799152020-07-11T20:43:00.000-03:002020-07-11T20:43:03.737-03:00Cacerolazos, piquetes y ciencia ficción, por Paula Ruggeri<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-aMvlbQQC0Xs/XwpOPHpSRMI/AAAAAAAAAw0/T-aaoWO6lUcAAdak19dKRgO4jU6BKTfuwCLcBGAsYHQ/s1600/Paulaparque.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1515" data-original-width="1600" height="188" src="https://1.bp.blogspot.com/-aMvlbQQC0Xs/XwpOPHpSRMI/AAAAAAAAAw0/T-aaoWO6lUcAAdak19dKRgO4jU6BKTfuwCLcBGAsYHQ/s200/Paulaparque.jpg" width="200" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Este editorial fue publicado en el número 33 de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuásar</i>, en enero de 2002. Entonces Argentina estaba sumergida en
una crisis económica y social con pocos precedentes, también institucional
luego de los once días con cinco presidentes. En ese contexto, la publicación de
un número de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuásar</i> fue casi una
proeza. Recibimos e-mails y cartas (¡cartas!) agradeciendo esta señal de “normalidad”.
No podíamos dejar de hablar de lo que estaba pasando y para eso empleamos el
editorial, esta vez escrito por Paula Ruggeri. Fue el editorial que más
repercusiones tuvo en la historia de la revista —hasta fue reproducido
parcialmente en un diario nacional— y habla sobre la relación entre crisis y
literatura de ciencia ficción. Hoy tenemos una crisis diferente a la del
2001/2002, pero su relación con la literatura tal vez no lo sea tanto.</div>
<a name='more'></a> <o:p></o:p><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
La ficción da cosas maravillosas y horrorosas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
La realidad también. No es cierto que una supere a la otra. La realidad
argentina está compuesta por hambre, crisis institucional, furia popular. La
realidad argentina contiene crisis en la educación, y se trata de la crisis que
no admite la interpretación benévola de cambio, crecimiento, sino que más bien
su significado es una ruina. Se han cortado rutas, se ha reprimido en la
histórica Plaza de Mayo, hoy más que nunca la Plaza del Pueblo, dejando el
saldo de treinta muertos. Un gobierno tuvo que admitir que no siempre los
pueblos tienen el gobierno que se merecen. El hambre llevó a los saqueos y los
saqueos a los cacerolazos, y los piquetes invadieron las ciudades, y el clamor,
con voces diversas, está diciendo que la realidad argentina es un horror donde
muchos niños mueren de hambre todos los días. Estos son los hechos públicamente
conocidos y de los que todos los argentinos somos partícipes. Esto es a lo que
nos referimos al decir que la realidad da cosas horrorosas. Horror que no nos
deja al cerrar la tapa de un libro o de una revista.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Pero también da cosas maravillosas. La justa indignación, el valor,
pertenecen a esa categoría de cosas. La ficción es definitivamente una cosa
maravillosa que nos da la realidad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
La ficción es una forma de resistencia. Ése es el motivo de que, en un
momento como éste, no podemos ni debemos abandonar la ficción. La ficción es
una forma de autopreservación, a veces una forma de ataque. La ficción ha
permitido siempre a los que sobreviven quiénes fueron los que murieron. La
ficción es lo que no destruye ningún ministro de economía, ningún presidente
corrupto. La ficción es, además, la forma más factible de hacer ciencia en
Argentina. Que le pregunten, sino, a los científicos sin salario y sin
presupuesto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
La ficción es una forma de resistencia. No es la única. Es apenas una
de muchas formas de resistencia. Por ese motivo, ningún hecho horroroso nos
llevará a abandonarla, sino que la realidad nos empuja a hacer más ficción, a
seguir difundiéndola, a seguir con la tarea de fortalecer un género
imprescindible y participar de una cultura que es vital, tanto como el sonido
de fondo que nos acompaña, un pueblo en la calle que demuestra su fuerza
golpeando cacerolas, demostrando que los culpables merecen castigo y que el
castigo se les otorga, que el único modo de tener una democracia sana es
demostrándola en la calle.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Y demostrándola en la ficción. Manteniéndola viva. Y publicándola a
pesar o en contra de cualquier vaivén económico, aunque se trate de un huracán.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
Dimos bastantes razones de por qué la ficción puede dar lo mismo que la
realidad, horror y maravilla. Hace dieciocho años que es la tarea de los
colaboradores y lectores de esta revista.<o:p></o:p></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
© 2002 Paula Ruggeri <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<br />Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3865947044484384308.post-91866797634105770392020-07-09T17:23:00.000-03:002020-07-09T17:23:48.360-03:00¿Un nuevo afrofuturismo en el Caribe del siglo XXI?, por Erick J. Mota<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-kvVEHZFZZZQ/Xwd7uUheDjI/AAAAAAAAAwo/pVQ5XFwUP7wKDYoYrsiRTdQ--eGri4i2QCLcBGAsYHQ/s1600/Erick.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1292" data-original-width="1201" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-kvVEHZFZZZQ/Xwd7uUheDjI/AAAAAAAAAwo/pVQ5XFwUP7wKDYoYrsiRTdQ--eGri4i2QCLcBGAsYHQ/s320/Erick.jpg" width="297" /></a></div>
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Erick J. Mota (La Habana, 1975) es físico y desde
hace años es una de las personas más activas en la comunidad de ciencia ficción
de Cuba. Entre sus libros más conocidos están <i>Habana Underguater </i>(2010)
y su continuación, <i>Historias del cosmos salvaje </i>(2014). Este texto breve
es una aproximación a una temática poco explorada: la ciencia ficción
afrocaribeña.</span><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span><br />
<a name='more'></a><div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Conocemos popularmente por Cultura, así con
mayúscula, a aquellos elementos culturales que son referenciales a la hora de
establecer un criterio comparativo con cualquier obra artística. Así que
cualquier música será comparada con los «clásicos» antes de ser valorada como
una obra culta o de cultura popular. Esta definición, claro está, encarna en sí
misma un clasismo sin parangón. Mientras las manifestaciones de la Cultura son
consumidas por una élite «educada correctamente» los referentes de la cultura
popular son los consumidos por el «pueblo llano», por las personas de a pie.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Esta cultura convencional, que responde a élites
minoritarias, generalmente está asociada con un poder político o económico.
También puede tratarse de la cultura de un país imperialista o vencedor en un
conflicto bélico. Son pocas las obras de fantástico, mucho menos de ciencia
ficción, que entran en este canon. Algunas lo consiguen por el brillo de su
calidad literaria (los trabajos de Bradbury y relatos fantásticos de Borges y
Cortázar entran en esta categoría), otras, porque se las lee a través de lentes
polarizadas ideológicamente (como el caso de <i>1984</i> de Orwell). La mayoría
ni siquiera se les llama obras de ciencia ficción o fantasía, para que encajen
en el referente «culto».<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Por otro lado, la cultura de las masas, está
asociada a una clase más popular y menos elitista, pero siempre mayoritaria.
Generalmente la cultura popular está relacionada con esquemas convencionales
como la heterosexualidad, la raza blanca y la cultura occidental, aunque
responde a las clases sociales menos adineradas coquetea ideológicamente con
las clases poderosas y «cultas». La mayor parte de las obras de ciencia ficción
y fantasía se orientan a este tipo de público.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Pero siempre hay una cultura oculta, muy por debajo
de los gustos mayoritarios. Una cultura marginada, de gueto y minorías.
Generalmente se trata de culturas cerradas pertenecientes a un grupo social
aislado ya sea por nacionalidad, raza, tendencia política o creencias religiosas.
También puede referirse a la cultura de los inmigrantes, a un país pobre o a
uno perdedor en un conflicto bélico o un proceso colonizador. En todo caso,
representativo de sectores desfavorecidos por la sociedad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">En muchos lugares los referentes culturales de los
emigrantes son marginados. Convirtiéndose así, lo que en su país podría haber
sido una cultura popular en un referente marginal. Pero existen grupos sociales
establecidos con raíces y referentes culturales de origen extranjero que no
pueden ser catalogados como inmigrantes. Este es el caso de los
afrodescendientes en los países donde existió esclavitud de personas de origen
africano. Independientemente del racismo al que ha sido sometido, sectores
importantes de este grupo social mantienen vivos los referentes culturales que
los ligan a África, al igual que otros grupos de inmigrantes. Incluso cuando se
trata de descendientes de tercera o cuarta generación, que no conocen a nadie «verdaderamente»
de África.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Así pues, ¿cómo convertir los referentes africanos,
propios ya de una cultura marginal, en cultura convencional? ¿Es acaso esto
posible, convertir en clásicos obras con referentes africanos en lugar de
europeos? La respuesta es bella en su simpleza: mediante la cultura popular. Se
puede lograr mediante la ciencia ficción.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">La mayoría de los referentes culturales existentes y
asimilados en diferentes países latinoamericanos son referentes de la cultura
blanca-europea. Y ello contamina también los referentes de la cultura popular con
nociones racistas y eurocéntricas. Así las cosas, no existe un referente negro-africano
en la cultura general de ninguno de estos países, como tampoco existe un
referente cultural indígena. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">En Norteamérica existen referentes en el género fantástico
de principios del siglo XX. En especial en la literatura de horror, cuando
elementos como el bokor<a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Blog/Afrofuturismo-Caribe.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
el muñeco vudú y el zombí aparecen como referencia cultural a raíz de la
ocupación militar norteamericana en Haití. La comunidad afrodescendiente de
lugares como la Luisiana, con una fuerte migración haitiana, ha contaminado el
fantástico que se produce allí de vampiros, muertos vivientes y brujas de
marcada ascendencia gótico-europea. Creando una mezcla de las leyendas paganas
europeas con historias africanas y/o afrocaribeñas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">En la ciencia ficción norteamericana existió un
movimiento a mediados de los años 70 conocido como afrofuturismo. Esta
tendencia pretendía hacer una nueva ciencia ficción con referentes culturales
ajenos a la cultura occidental eurocentrista y, por extensión, blanca. Haciendo
hincapié en las influencias africanas y afroamericanas en el género, creando
cosmogonías no occidentales. Así como mostrar la problemática de una minoría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Este movimiento se ha revitalizado dentro de la
ciencia ficción contemporánea, y al igual que el ciberpunk, genera un intenso movimiento
en el mundo hispánico. Pero del mismo modo que la cultura ciberpunk tuvo una
fuerte réplica en Latinoamérica<u>,</u> el afrofuturismo ha encontrado tierra
fértil en el Caribe. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Si consideramos la riqueza y variedad de la cultura
africana en Cuba. La cultura yoruba, la tradición carabalí y los diferentes
cultos bantúes, sumado esto a las influencias haitianas<u>,</u> hacen de la
cultura afrocubana una compleja amalgama llena de tradiciones, símbolos,
leyendas, mitos y héroes. El caldo de cultivo ideal para buscar nuevos
horizontes en la ciencia ficción y la fantasía. Pero este no es un movimiento
espejo del afrofuturismo norteamericano. El Caribe es un espacio multicultural
donde la mezcla europea, africana e indígena es la regla y no la excepción. En
un género tan propenso al mestizaje como la ciencia ficción es natural que la
conexión entre la cultura popular que trae el género y la cultura de los
márgenes se mezcle y se vuelva híbrida, criolla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Así que este movimiento en las Antillas no solo toma
elementos de la ciencia ficción clásica y los mezcla con elementos culturales
afrocaribeños. También entran en este «ajiaco» cultural elementos originarios
de la cultura arahuaca y caribe. Por lo que no estamos en presencia de un
afrofuturismo puro, o un afrofuturismo espejo del moderno afrofuturismo 2.0, ni
siquiera estamos viviendo un afrofuturismo 2.1 (que en desarrollo de software
sería la versión al español). Novelas y relatos escritos por autores cubanos,
dominicanos, boricuas o jamaiquinos han aparecido en diferentes circuitos
editoriales. Desde relatos como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
serpiente en el arrozal</i> de Aníbal Hernández Medina (República Dominicana), <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La plaga</i> de Yubany Alberto Checo Estévez
(República Dominicana), </span><span lang="ES"><a href="https://www.hypermediamagazine.com/hypermedia-stories/like/iris-rosales/"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Dulce</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;"> de Iris Rosales</span></a></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;"> (Cuba) o </span><span lang="ES"><a href="https://www.isliada.org/la-caceria/"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">La cacería</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;"> de Dennis Mourdoch</span></a></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;"> (Cuba) hasta
novelas como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La mucama de Omicunlé</i> de
Rita Indiana (República Dominicana), <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://www.amazon.com/-/es/Erick-J-Mota/dp/1451571712">Habana
Underguater</a></i> de Erick J. Mota (Cuba), con una nueva versión de pronta
publicación, o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ladrona de medianoche</i>
de Nalo Hopkinsom (Jamaica) en el mercado anglosajón. Hablamos de historias que
defienden la identidad afrocaribeña<a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Blog/Afrofuturismo-Caribe.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
las costumbres, las tradiciones, la manera de hablar y la espiritualidad del
Caribe (ya no solamente el hispano). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Estamos en presencia de un movimiento literario
auténtico que aún no ha sido nombrado, etiquetado y clasificado por el referente
cultural y mediático del primer mundo. Podríamos intentar algunos nombres
comerciales tentativos: Neoafrofuturismo del Caribe Antillano,
Indoafrofuturismo caribeño, ¿orishapunk? El nombre no importa. Ese es un asunto
de la academia y las grandes editoriales, todas ellas moviéndose en un circuito
fuera del espacio caribeño. Lo importante es lo valioso del cambio de
estereotipos en la ciencia ficción antillana contemporánea. La propuesta de
tomar referentes no occidentales. La recontextualización de la variedad de
leyendas afro e indocubanas y su sentido mágico religioso. La transformación
gradual de la cultura marginal en una nueva cultura de masas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">El mundo mágico y espiritual africano carece de los
conceptos de bien y mal separados del cristianismo. Esto hace que no exista una
lucha entre lo bueno y lo malo sino entre el equilibrio (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">iré</i>) y el desequilibrio (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">obbsorbo</i>).
Un elemento que potencialmente es ilimitado para la literatura de fantasía que,
viciada por el referente occidental de la pugna entre bien y mal, ya ha caído
en la repetición de situaciones y héroes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Todo un universo de nuevos conceptos listo para ser
usado. Una razón para proponer una estética diferente en una ciencia ficción
que no puede emular con el género anglosajón sino que, en cambio, debe
esforzarse por ser auténtica.<o:p></o:p></span></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Blog/Afrofuturismo-Caribe.docx#_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title="">[1]</a> </span></span><a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Blog/Afrofuturismo-Caribe.docx#_ftnref1" title=""><!--[endif]--></a></span></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Mago o hechicero practicante
del camino oscuro del voudú o vudú, según la tradición haitiana.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Luis/Documents/Backup/Blog/Afrofuturismo-Caribe.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES"> </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Y también indocaribeña puesto que en estas historias
lo africano se mezcla con lo Taíno.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
<br /><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">© 2020 Erick J. Mota<o:p></o:p></span></div>
<br />Luis Pestarinihttp://www.blogger.com/profile/07483802282118029935noreply@blogger.com0