jueves, 10 de diciembre de 2015

Aire, de Geoff Ryman, por Luis Pestarini

En la marea de novedades bibliográficas que, mes a mes, sale de las editoriales, suele haber libros que no dejan mucha estela pero que merecen mayor atención. Tal es el caso de Aire, de Geoff Ryman, editado por la tumultuosa fábrica de libros que es La Factoría de Ideas hace cuatro años. Ryman, nacido en Canadá, educado en Estados Unidos y residente desde 1973 en Inglaterra, tiene 64 años y ha publicado ocho novelas, cuatro de ellas traducidas español. Su obra llamó la atención por primera vez a mediados de los ochenta a través de El país irredento y ¡Oh día feliz!” (Cuásar 16/17).
            Aire aborda un tema que, no sin sorpresa, es poco tratado en la ciencia-ficción: el conflicto entre la modernidad y las tradiciones. Para poder examinar este conflicto con más eficacia, la trama es situada en un lugar donde se intuye que las tradiciones ejercen un poder sin mediación: un pueblo campesino en la China profunda, en el centro de Asia, allí donde confluyen las fronteras de naciones milenarias. La trama comienza a desenvolverse a partir de una primera prueba simultánea en todo el mundo de un nuevo medio de comunicación, Aire, una suerte de internet mental sobre la que aún se discuten formatos, tecnología y aplicaciones, tras los que se mueven poderosos intereses económicos y políticos.
            Esta prueba provoca algunos accidentes, entre ellos la muerte de la vieja señora Tung que, gracias a la imperfección de la nueva tecnología, termina “alojada” en la cabeza de su amiga Chung Mae, una campesina analfabeta condenada a una vida en la más absoluta irrelevancia: pobre en una aldea pobre en los confines de un imperio. Pero la nueva experiencia la transforma: quiere salir de ese lugar empleando esta nueva tecnología que en ella ha experimentado una anomalía.
            La mayor virtud de este libro es que sabe combinar una profunda meditación sobre el conflicto entre la tradición y la modernidad y, a la vez, puede generar el compromiso emocional del lector con la historia. Los planteos de Aire nunca son ingenuos ni cínicos y están llenos de matices. Chung Mae, el poderoso motor en el que anidan todos los conflictos, que desafía y subvierte las costumbres, que divide su amor entre tres hombres, es uno de los personajes más ricos, auténticos y emocionalmente bellos que tiene su hábitat en una novela de ciencia-ficción.
            Vale la pena intentar localizar esta novela profundamente pensada y elaborada, conmovedora y reflexiva, que en las últimas páginas se desliza hacia un innecesario cierre simbólico que, con la indulgencia que provoca el placer de su lectura, podemos permitirnos ignorar sin mayor esfuerzo.


Ryman, Geoff. Aire (Air, 2004) Madrid: La factoría de ideas, 2007. 348 p. (Solaris ficción, 90) Traducido por María Ángeles Tobalina.

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