domingo, 12 de abril de 2020

El Buen Doctor no era tan bueno

Hace días, el 2 de enero, se cumplieron cien años del nacimiento de Isaac Asimov, pero esta conmemoración se ensombreció con la aparición de un artículo de Alec Nevala-Lee en Public Books, “Asimov’s Empire, Asimov’s Wall” donde se describe a Asimov como un abusador serial que manoseaba pechos y traseros femeninos e, incluso, obligaba a besarlo a las mujeres jóvenes que le pedían que les dedicara un libro. Claro que para esto seleccionaba a muchachas en clara situación de inferioridad, ya sea aficionadas o secretarias administrativas en las editoriales. Se dice que las secretarias, cuando sabían que Asimov tenía una entrevista, se escondían. Judith Merril, escritora y editora, lo llamaba en los cuarenta “el hombre de las cien manos”. El artículo, no muy extenso y con numerosas fuentes, entrelaza su desarrollo con fineza con “La muralla y los libros”. La respuesta al artículo en el mundo de la ciencia ficción, en particular entre aquellos que tienen edad como para haberlo conocido, se puede sintetizar en “cada palabra de ese texto es cierta”.
La conducta de Asimov seguramente ha provocado un daño hoy imposible de cuantificar, pero se extendió durante décadas, por lo que se pueden contar por decenas las mujeres jóvenes a las que habrá perturbado profunda e imperdonablemente. Pero la pregunta que queda pendiente de resolver en los casos de escritores —o artistas de todo tipo— con estas conductas, es ¿cómo afecta saber esto cuando, como lectores, nos aproximamos a su obra? ¿También debe ser condenada? ¿Separamos al autor de su obra? El artículo original se puede leer aquí: http://www.publicbooks.org/asimovs-empire-asimovs-wall/?fbclid=IwAR3YJFFsFMQIG05RSYffJR3JHzcoxuUqR3h-Y1bfFhHw4GVlB4LzyHfrWa4

1 comentario:

  1. Buenas noches, estoy buscando la revista Cuásar nro 2, ya que tenía un relato de Hermes Gosso. Sabe dónde la puedo conseguir?
    Muchas gracias!

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