La ciencia ficción ha aportado a la
vida cultural y política de las sociedades occidentales una variada mitología,
pero hubo una novela que tuvo un rápido impacto en los movimientos políticos,
aunque su alcance fuera más o menos efímero. Se trata de Looking Backward 2000-1887, publicada en Estados Unidos en 1888, y
con numerosas versiones en español, en particular en la primera mitad del siglo
XX, básicamente con los títulos El año
2000 y Cien años después.
En la novela, Julian West, un joven acomodado, es
inducido a dormir mediante hipnosis y despierta en Boston en 2000, donde
descubre que la sociedad se ha transformado profundamente hasta convertirse en
una utopía socialista donde las industrias han sido nacionalizadas, los
alimentos se distribuyen de manera equitativa y, aunque no se detiene mucho en
describir dispositivos, hasta se da el lujo de anticipar las tarjetas de
débito. La novela es básicamente un intercambio entre un sorprendido West y el
doctor Leete, que le explica de muchas maneras cómo funciona la sociedad
futura.
El
autor de Looking Backward fue Edward
Bellamy, un periodista y escritor que tenía una breve e irrelevante carrera
hasta la publicación de este libro. Nacido en 1850, era un activo socialista
pero, como señaló tiempo después de publicada la novela, no era un proyecto
político lo que allí había plasmado. Fue el tercer libro más vendido en Estados
Unidos en el siglo XIX después de La
cabaña del tío Tom y Ben-Hur,
alcanzando los 432.000 ejemplares, y generó un fenómeno inesperado: aparecieron
los bellamytas que querían llevar a la realidad los cambios sociales de la
novela.
Los
bellamytas se congregaban en los Nationals Clubs (en la novela se habla de
nacionalismo en lugar de socialismo), el primero de ellos conformado en 1888.
Llegó a establecerse una red de, al menos, 165 de estos grupos en todo el
territorio de Estados Unidos. Proclamaban una revolución no violenta para
constituir una sociedad donde no existiera la propiedad privada –todo sería del
estado– y se eliminarían las clases sociales. Para el 2000 no habría más
corrupción, crímenes, guerra ni pobreza. Funcionaban más que como unidades de
acción política, de acción ética.
Respaldaron
políticamente al People’s Party, una
formación de izquierda surgida en aquellos años. Los problemas de financiación
y la falta de resultados concretos a sus acciones fueron provocando la
disolución de los Nationals Clubs hasta su completa desaparición hacia fines
del siglo XIX. Bellamy había liderado esta red de agrupaciones a través de dos
publicaciones periódicas sucesivas, The
Nationalist y The New Nation, la
última de las cuales cerró a mediados de la década por problemas financieros y
para poderse dedicar a escribir una continuación de la novela que le dio fama, Equality (1897).
Bellamy,
que toda su vida sufrió de una salud muy frágil, murió a los 48 años, de
tuberculosis. La novela de ciencia ficción más influyente ha ido desplazándose
cada vez más lejos del impacto que supo tener hace más de un siglo pero, aún
así, de fecha tan reciente como 2014 es su última versión en español.
© 2015 Luis
Pestarini
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