En
la marea de novedades bibliográficas que, mes a mes, sale de las editoriales,
suele haber libros que no dejan mucha estela pero que merecen mayor atención.
Tal es el caso de Aire, de Geoff
Ryman, editado por la tumultuosa fábrica de libros que es La Factoría de Ideas hace
cuatro años. Ryman, nacido en Canadá, educado en Estados Unidos y residente
desde 1973 en Inglaterra, tiene 64 años y ha publicado ocho novelas, cuatro de
ellas traducidas español. Su obra llamó la atención por primera vez a mediados
de los ochenta a través de El país
irredento y “¡Oh día feliz!” (Cuásar 16/17).
Aire
aborda un tema que, no sin sorpresa, es poco tratado en la ciencia-ficción: el
conflicto entre la modernidad y las tradiciones. Para poder examinar este
conflicto con más eficacia, la trama es situada en un lugar donde se intuye que
las tradiciones ejercen un poder sin mediación: un pueblo campesino en la China profunda, en el centro
de Asia, allí donde confluyen las fronteras de naciones milenarias. La trama
comienza a desenvolverse a partir de una primera prueba simultánea en todo el
mundo de un nuevo medio de comunicación, Aire, una suerte de internet mental
sobre la que aún se discuten formatos, tecnología y aplicaciones, tras los que
se mueven poderosos intereses económicos y políticos.
Esta prueba provoca algunos
accidentes, entre ellos la muerte de la vieja señora Tung que, gracias a la
imperfección de la nueva tecnología, termina “alojada” en la cabeza de su amiga
Chung Mae, una campesina analfabeta condenada a una vida en la más absoluta
irrelevancia: pobre en una aldea pobre en los confines de un imperio. Pero la
nueva experiencia la transforma: quiere salir de ese lugar empleando esta nueva
tecnología que en ella ha experimentado una anomalía.
La mayor virtud de este libro es que
sabe combinar una profunda meditación sobre el conflicto entre la tradición y
la modernidad y, a la vez, puede generar el compromiso emocional del lector con
la historia. Los planteos de Aire
nunca son ingenuos ni cínicos y están llenos de matices. Chung Mae, el poderoso
motor en el que anidan todos los conflictos, que desafía y subvierte las
costumbres, que divide su amor entre tres hombres, es uno de los personajes más
ricos, auténticos y emocionalmente bellos que tiene su hábitat en una novela de
ciencia-ficción.
Vale la pena intentar localizar esta
novela profundamente pensada y elaborada, conmovedora y reflexiva, que en las
últimas páginas se desliza hacia un innecesario cierre simbólico que, con la
indulgencia que provoca el placer de su lectura, podemos permitirnos ignorar
sin mayor esfuerzo.
Ryman, Geoff. Aire (Air,
2004) Madrid: La factoría de ideas, 2007. 348 p. (Solaris ficción, 90)
Traducido por María Ángeles Tobalina.
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