sábado, 21 de noviembre de 2020

Las colecciones de ciencia ficción (II): Cronos, de Ediciones Destino, por Luis Pestarini

 


En 1988, Ediciones Destino, empresa dedicada principalmente a publicar literatura española contemporánea, clásica y libros de texto universitarios, lanzó la colección Cronos dedicada a la ciencia ficción. La presentación de los volúmenes intentó conjugar seriedad y formalidad, rasgos de la editorial, con la modernidad implicada en el mismo género, logrando diferenciarse dentro de un mercado de gran competencia. La dirección literaria estuvo a cargo de Domingo Santos (seudónimo de Pedro Domingo Mutiñó, 1941-2018), principal promotor del género en España en las últimas tres décadas del siglo pasado, quien no sólo dirigió, a veces en colegiatura, otras veces sólo, la revista Nueva Dimensión, sino también varias colecciones de libros, incluso en simultáneo en distintas editoriales que competían en el mismo mercado, como Acervo y Ultramar, convirtiéndose en un fenómeno muy particular. Las traducciones fueron realizadas íntegramente por el mismo Santos (tal vez lo más flojo de la colección) y las tiradas iniciales rondaban los 4.000 ejemplares. A pesar de que su actividad se extendió por cinco años, sólo publicó 18 títulos, con una media de calidad respetable y con la particularidad de que sólo uno de los libros fue reeditado posteriormente por otra editorial. En términos generales, la línea temática es la característica de Santos: literatura de ideas, a veces con pretensiones literarias, y un fuerte acento en la crítica y la sátira de la sociedad contemporánea. Osciló entre la presentación de autores clásicos y modernos —otra característica de las colecciones de Santos—, e incluyó algunos de sus autores fetiche, como Herbert, Harrison y Pohl.

         Cronos es una colección poco conocida dentro del género, con un puñado de títulos destacados, mientras que el resto forma parte del inmenso sustrato de calidad media del género. En la actualidad, la mayoría de sus volúmenes son difíciles de localizar.

 

1. Herbert, Frank. Estrella flagelada (Whipping Star, 1977) 1988. 272 p.


Herbert (1920-1986) era un escritor muy popular a fines de los ochenta, lo que explica que una novela suya abriera la colección. Además, era un escritor con pretensiones: no le bastaba con realizar una pintoresca e intrigante descripción de un mundo —Dune— sino que quería también presentar su pensamiento filosófico y sus consideraciones sobre el medio ambiente. Estrella flagelada, primera de las dos novelas que constituyen la serie ‘Dosadi’, que quedó a la sombra de ‘Dune’,  se presenta como una novela de intriga y, a la vez, como un intento de comprensión de lo otro, lo ajeno a lo humano. Y si tiene éxito en lo primero, bajo la forma de las aventuras de un diplomático/agente/mediador que debe evitar una tragedia de alcance estelar, en lo segundo no tanto, pues lo extraño termina siendo más bien confuso. El experimento Dosadi pertenece a la misma serie.

 

2. Silverberg, Robert. Gilgamesh el rey (Gilgamesh the King, 1984) 1988. 408 p.

El poema épico que narra la epopeya de Gilgamesh, legendario rey sumerio que gobernó hace casi cinco mil años, es uno de los textos literarios más antiguos de la humanidad. En él se cuentan las aventuras fantásticas del rey en su búsqueda de la inmortalidad, y su conflictiva relación con los dioses. Narrada en primera persona por el mítico monarca, Gilgamesh el rey es probablemente la mejor novela de Silverberg (1935) tras su intervalo creativo en la segunda mitad de los setenta. De esta novela hay una edición especial limitada, realizada para el día del libro de 1988, autografiada por el autor.

 

3. Harrison, Harry. Al oeste del Edén (West of Eden, 1984) 1988. 577 p.

La novela se desarrolla en un universo alternativo en el cual los dinosaurios no se extinguieron tras un cataclismo planetario, sino que una de sus especies, la yilané, desarrolló inteligencia y terminó por dominar gran parte del mundo. La acción tiene lugar cuando esta raza entra en contacto por primera vez con los humanos, que aún se encuentran en su prehistoria. La matriarcal cultura yilané es descrita con detalle e ingenio, pero la novela, primera de una trilogía que puede incluirse en el mismo nicho literario que las grandes series donde se crean mundos autocontenidos como Dune, Heliconia o Majipur, termina siendo un estimulante pero fallido ensayo, pues apuesta a una pretensión de realismo social que colisiona con lo inverosimil del mundo. La trilogía de Edén es la obra más ambiciosa de Harry Harrison (1925-2012).

 

4. Benford, Gregory. Contra el infinito (Against Infinity, 1983) 1989. 282 p.

Ganímedes, una de las lunas de Júpiter, está sometida a un proceso de terraformación por el hombre. Allí se dirige un equipo cuya misión es cazar a algunas criaturas que, diseñadas para facilitar la terraformación, se han vuelto peligrosas. Ésta es la historia de Manuel López, un muchacho de 13 años, hijo de uno de estos cazadores, y de su paso a la adultez. Benford (1941) es uno de los escritores más sobrevalorados del género y fue acusado en varias ocasiones de plagiar argumentos (ver artículo de José De Ambrosio en Cuásar n° 18). En esta ocasión, el argumento, reconvertido en ciencia ficción, se parece mucho a “El oso” de William Faulkner. Así y todo, fue finalista del premio Nebula.

 


5. Herbert, Frank. El experimento Dosadi (The Dosadi Experiment, 1977) 1989. 390 p.

Volvemos al universo de Estrella flagelada, con el mismo protagonista, Jorj X. McKie, mediador en conflictos entre razas alienígenas. En esta ocasión, unos alienígenas quieren deshacer un experimento de supervivencia que ha costado muchas vidas y que éticamente es muy reprochable. Herbert se enreda en consideraciones morales y filosóficas (que, además, son expuestas en un juicio, institución que, parece creer el autor, va a extenderse por el universo), y también en una intriga ajedrecística donde cada rival pretende adivinar toda una serie de movimientos del contrincante. Nada parece ajustarse muy bien en esta novela.

 

6. Levin, Ira. Este día perfecto (This Perfect Day, 1970) 1989. 389 p.

En la tradición de 1984 y Un mundo feliz, Este día perfecto narra la rebelión de un muchacho en una sociedad del futuro gobernada por una computadora que determina cada actividad de los miembros de ese mundo, a los que mantiene bajo el influjo de drogas. Levin (1929-2007) fue un autor de libros populares y frecuentemente llevados al cine (El bebé de Rosemary y Los niños del Brasil, por ejemplo) que supo incursionar en la ciencia ficción y el fantástico con frecuencia. Este día perfecto es, como toda su obra, una literatura directa y moralista, que sorprende con algunos apuntes que sugieren una globalización todavía ni soñada pero que queda muy a la sombra de distopías clásicas como las ya mencionadas.

 

7. Harrison, Harry. Invierno en Edén (Winter in Eden, 1986) 1989. 472 p.

Continuación directa del volumen anterior de la serie. Se acerca una nueva era glacial y los dinosaurios deben prepararse para enfrentarla en medio de sus conflictos con los humanos. Harrison se dedica a explorar un poco más el mundo que creó, pero la historia pierde atractivo y su lectura es más ardua.

 

8. Davies, Paul. Bola de fuego (Fireball, 1987) 1989. 285 p.

Davies (1946) es un físico especializado en gravedad cuántica que, además de una destacada actividad como investigador y académico, escribió libros populares de divulgación científica. Nada sorpresivamente, ésta es una novela cuyos protagonistas son físicos que investigan una serie de hechos muy extraños, la aparición de la nada y con consecuencias calamitosas sobre el mundo de las bolas de fuego del título. Es la única novela escrita por Davies, más entretenida de lo que podría esperarse, pero finalmente inofensiva.

 

9. Benford, Gregory; Greenberg, Martin H., comp. Hitler victorioso: once


historias sobre la victoria alemana en la II Guerra Mundial
(Hitler Victorious, 1986) 1990. 395 p. Contiene: Hitler victorioso (prólogo), Norman Spinrad. Dos destinos, C. M. Kornbluth. La caída de Frenchy Steiner, Hilary Bailey. Carretera sin destino, Greg Bear. Weihnachtsabend, Keith Roberts. Thor se enfrenta al capitán América, David Brin. Luna de hiel, Brad Linaweaver. La paz del Reich, Sheila Finch. Nunca nos encontraremos de nuevo, Algis Budrys. ¿Oís llorar a los niños?, Howard Goldsmith. Transmisiones enemigas, Tom Shippey. Valhalla, Gregory Benford.

Las antologías de universos alternativos, donde algún hecho histórico no tuvo lugar o aconteció de un modo distinto, fueron una moda en los Estados Unidos a fines de los ochenta y principios de los noventa. Hitler victorioso combina relatos escritos especialmente para el libro con otros publicados tan temprano como en la década del cincuenta. El tema, por supuesto, es un lugar común desde El hombre en el castillo, pero la antología tiene algunos relatos de auténtico interés, como los de Roberts, Bailey, Brin, Kornbluth y Budrys.

 

10. Moorcock, Michael. He aquí el hombre (Behold the Man, 1969) 1990. 199 p.

Si hay una historia que representa la culminación de la new wave como movimiento revulsivo de lo establecido, ése es este relato que, en su versión corta, obtuvo el premio Nebula en 1966. Karl Grogauer, neurótico, misógino, jungiano y con complejo mesiánico, está obsesionado por saber si Jesús es una verdad histórica o una leyenda. Para resolver esto viaja en una máquina del tiempo a Nazareth en el año 28, pero descubre que Jesús es poco más que un imbécil, y se ve arrastrado a reemplazarlo. Moorcock (1939) cuestiona a las dos grandes religiones de Occidente; por mucho menos, a Rushdie le dictaron una fatwa.

 

11. Sterling, Bruce. Islas en la red (Islands in the Net, 1988) 1990. 471 p.

Podría concebirse esta novela como el intento de Sterling (1954) de describir con más precisión y realismo el futuro sugerido por Gibson en Neuromante. Y a veces es sorprendente: en 1988 los servicios que ofrece Internet hoy eran más bien terreno de especulación, la globalización cultural y económica ni siquiera asomaba en los libros de ciencia ficción y el terrorismo informático era un concepto inexistente. Es un ejercicio muy interesante leer esta entretenida novela que, más allá de desaciertos también espectaculares (la Unión Soviética todavía es una potencia mundial en 2023), demuestra que la ciencia ficción puede ser terreno muy productivo para las especulaciones predictivas de índole cultural y social, tanto como tecnológicas.

 

12. Harrison, Harry. Regreso a Edén (Return to Eden, 1989) 1990. 422 p.

La tercera y última entrega de la serie se centra en la relación entre un yilané y un humano que se crió entre los dinosaurios, en el marco del conflicto entre saurios y mamíferos. Por lejos, el punto más bajo de la serie, e innecesario, pues no agrega nada a la historia.

 


13. Pohl, Frederik. El día que llegaron los marcianos (The Day the Martians Came, 1988) 1991. 336 p.

Una fallida expedición a Marte descubre que hubo vida allí y que todavía sobreviven algunos marcianos, seres apenas más inteligentes que animales. Este libro es una sátira ligera en torno a las reacciones del hombre ante lo extraño. El problema es que en realidad no es una novela sino un conjunto de cuentos escritos entre 1967 y 1988, con material complementario tratando de rellenar las fisuras. El resultado es muy desparejo, incluso desorientador, y muy menor en la producción de Pohl (1919-2013).

 

14. Wylie, Philip. El fin del sueño (The end of the dream, 1972) 1991. 310 p.

Esta novela publicada póstumamente tiene una bien ganada fama como uno de los primeros textos que advirtieron con fuerza sobre la consecuencia de la contaminación sobre el hábitat. A lo largo de su carrera literaria, Wylie (1902-1971) recurrió con frecuencia a la ciencia ficción para exponer los males de la sociedad industrial. La novela es una rabiosa advertencia sobre el deterioro del medio ambiente por la actividad humana, pero sus méritos concluyen en ese punto.

 

15. Heinlein, Robert A. Forastero en tierra extraña (Stranger in a Strange Land, 1961) 1991. 720 p.

La obra y la figura de Heinlein (1907-1988) provocan debate cada vez que son mencionadas, pero resultan inevitables cuando hablamos de la ciencia ficción del siglo XX. Mal acusado de fachista, en realidad Heinlein siempre exteriorizó una ideología ultraliberal y defensora del individualismo, abogando por la desaparición del estado en una postura que paradójicamente lo acercó al anarquismo. Forastero en tierra extraña es una novela emblemática, tanto por su postulación ideológica como por el lugar que ocupa en su propia obra. Los temas que plantea (libertad sexual, la opresión de las religiones institucionalizadas, el estado como represor de la libertad individual) adelantaron planteos de los movimientos contraculturales de los sesenta, que leyeron ampliamente la novela. Esta edición sigue la versión revisada por Virginia Heinlein, viuda del autor, en 1991, donde restablece 60.000 palabras eliminadas en sus primeras ediciones por requerimiento de los editores, que consideraron estos fragmentos demasiado provocativos. Contiene, además, una nota de Domingo Santos. La versión expurgada ganó el Premio Hugo en 1962.

 

16. Morrow, James. Su hija unigénita (Only Begotten Daughter, 1990) 1991. 374 p.

Ésta es otra novela sobre religión. Narra la vida de Julie Katz, la hija de Dios (hermana o medio hermana de Jesús), que es concebida espontáneamente a partir de una muestra en un banco de esperma. A diferencia de la novela de Moorcock, esta sátira nunca se muestra salvaje en su crítica a las religiones dogmáticas y a sus enfáticos defensores terrenales. Lamentablemente, la obra de Morrow (1947), que con frecuencia incursiona en este tema, es poco conocida en español. Su hija unigénita ganó el World Fantasy Award.

 

17. Spinrad, Norman. Mundo intermedio (A World Between, 1979) 1992.


396 p.

Mundo intermedio es una reflexión sobre los roles sexuales, el feminismo, los medios de comunicación y la democracia electrónica. En el planeta Pacifica, una sociedad humana en saludable equilibrio es amenazada por dos grupos de presión: los científicos trascendentales y las feministas lesbianas. Spinrad (1940) intenta satirizar estos movimientos, pero la sutileza nunca fue una de sus virtudes. La novela finalmente es poco sustancial, superficial y hoy bastante controvertida.

 

18. Datlow, Ellen, comp. Sexo alienígena (Alien Sex, 1990) 1992. 314 p. Contenido: Prólogo: Extraños atractores, William Gibson. Su peludo rostro, Leigh Kennedy. Esposa de guerra, Rick Wilber. ¿Cómo es la vida nocturna en Cissalda?, Harlan Ellison. El íncubo de Jamesburg, Scott Baker. Hombre de acero, mujer de kleenex, Larry Niven. La primera vez, K. W. Jeter. El niño podrido de la jungla pasa de todo, Philip José Farmer. Maridos, Lisa Tuttle. Cuando los padres aceptan, Bruce McAllister. Pollos bailarines, Edward Bryant. Rescate al borde de la carretera, Pat Cadigan. Omnisexual, Geoff Ryman. Todas mis queridas hijas, Connie Willis. Excitación, Richard Christian Matheson. Balanzas, Lewis Shiner. Salvando el mundo en el motel de la luna nueva, Roberta Lannes. Y desperté y me hallé aquí en el lado frío de la colina, James Tiptree Jr. Planos imagen, Michaela Roessner. Amor y sexo entre los invertebrados, Pat Murphy.

Contra lo que se podría pensar por el título del volumen, muchos de estos relatos no tratan sobre sexo sino más bien sobre las múltiples maneras en que se pueden relacionar seres de diferentes especies. Acertadamente, Datlow permite una gran variedad de acercamientos, desde el drama perturbador de Willis y Jeter hasta el humor ramplón de Niven. Conviene abordar esta antología inteligente y despareja sin esperar lo que promete el título.

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