Emecé es una editorial argentina fundada en 1939 por los españoles Mariano Medina del Río (Eme) y Álvaro de las Casas (ce), que alcanzó notoriedad a partir de 1945 con la publicación de la colección de novelas policiales “El Séptimo Círculo” (el círculo de los violentos en La Divina Comedia), inicialmente dirigida por Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. Entre 1974 y 1978, Emecé publicó una colección de libros llamada de manera no muy original “Ciencia-ficción”, donde aparecieron algunos títulos de excelencia junto con otros productos más típicos de la línea “Grandes novelistas”, que publicaba best seller de la época, mayormente olvidados hoy en día. La tirada comenzó con 20.000 ejemplares, una cifra seguramente superada por algunos libros, y terminó siendo de “apenas” 6.000, números que hoy resultan asombrosos para libros del género. A continuación hacemos un repaso de los veintiocho títulos publicados.
Autor de best sellers en
los sesenta y setenta como Los caminos a
Katmandú (1969) y El gran secreto (1973),
Barjavel (1911-1985) incursionó en varias ocasiones en la ciencia ficción. Destrucción fue escrita y publicada
durante la Segunda Guerra Mundial, y narra la caída y devastación de una
sociedad de mediados del siglo XXI, hipertecnológica y deshumanizada, de la
cual emerge una conservadora comunidad agrícola. Anacrónica por donde se la
mire, Destrucción fue un mal comienzo
para la colección.
2. Clarke, Arthur C. Cita con Rama (Rendezvous
with Rama, 1973) 1974. 250 p. Traducido por Aurora C. de Merlo.
Esta es una de las
novelas que más impacto tuvo en el momento de su publicación, ganando los tres
grandes premios de entonces: Hugo, Nebula y Campbell. Un objeto perfectamente
cilíndrico ingresa al Sistema Solar. En trayectoria rectilínea, queda claro
desde el principio que es artificial. Una misión espacial toma contacto con
Rama y recorre su interior, descubriendo sus misterios y enfrentando
situaciones de riesgo. Tal vez lo más llamativo de esta novela de Arthur C.
Clarke (1917-2008), además de la exuberante imaginación, es la impactante
sensación de indiferencia de Rama hacia la Tierra y sus habitantes.
3. Fast, Howard. Un toque de infinito (A touch of intinity, 1973) 1974. 279. Traducido por Rolando Costa Picazo. Contiene: El aro. El precio. Cuestión de tamaño. Un agujero en el piso. La profesión del general Hardy. Razón vital. No de un golpe seco. El talento de Harvey. La mente de Dios. OVNI. Cephes 5. La semilla pragmática. El huevo.
Habitualmente se asocia
el nombre de Fast (1914-2003) con novelas históricas como Espartaco o Ciudadano Tom
Paine, pero fue un frecuente colaborador de las revistas de ciencia
ficción, al punto en que su primera publicación fue en Amazing Stories en 1932, plena época pulp. A diferencia de sus
otros dos libros de cuentos de ciencia ficción, El general derribó a un ángel y muy especialmente Al filo del futuro, los relatos de este
libro tratan temas poco originales o con mensajes demasiado evidentes.
4. Edmondson, A. Mares peligrosos (Perilous seas)
1974. 258 p. Traducido por María Raquel Albornoz.
Es una
curiosidad este volumen: si bien se supone que es una traducción del inglés
(figura hasta la traductora), no existe una edición de la novela en esa lengua.
Anne Edmonson tampoco tiene otros libros, ni de ciencia ficción ni de ningún
otro género, lo que lleva a pensar que en realidad detrás de este nombre se
esconde un autor argentino o, al menos, hispanohablante. Más allá de esto, la
novela es poco relevante y describe un futuro cuasiutópico de la humanidad al
que llega una persona que viene del pasado, aún así nuestro futuro. Hay una gaffe llamativa en la
contratapa para una editorial del nivel de Emecé: “[El protagonista] regresa a
la Tierra después de 130 años, y es recibido por sus antepasados”. O sus
antepasados eran muy longevos o cometieron la infantil acción de confundir
antepasados con descendientes.
5.
Gary, Romain. La exhalación (The gasp, 1973) 1974. 259 p. Traducido por
Beatriz Ceppi de Zawells.
Gary
(1914-1980) fue un personaje en sí mismo: diplomático e intelectual reputado,
es el único escritor que ganó dos veces el premio Goncourt, que sólo se puede
otorgar una vez a una persona. Lo obtuvo con su propio nombre y luego con un
seudónimo. La polémica sobre la cuestión fue una de las más intensas en el
medio cultural francés en el último medio siglo. La exhalación es la energía
que liberan los cuerpos humanos al morir y que, más allá de las cuestiones
teológicas y filosóficas que pueda desatar, se convierte en el objeto del deseo
de las grandes naciones porque va a transformar de raíz el mercado energético. Es más una novela de espionaje que de ciencia
ficción.
6. Asimov, Isaac, comp. Los mejores cuentos de ciencia
ficción (The Hugo winners, 1975) 1975. 258 p. Traducido por Thamara
Hormaechea. Contiene: No tengo boca y debo gritar, Harlan Ellison. Voy a probar
suerte, Fritz Leiber. ¡Arrepiéntete, Arlequín!, Harlan Ellison. Carne
compartida, Poul Anderson. Alas para la noche, Robert Silverberg.
Primera parte del
volumen original The Hugo Winners (la
segunda es el número 19 de la colección), serie presentada por Asimov y que se
encuentra publicada en su totalidad en la colección Gran Super Ficción de
Martínez Roca. Cubre el período que va de 1962 a 1968. El nivel medio de los
relatos es excelente.
7. Canning, Victor. El dedo de Saturno (The finger of Saturn, 1973) 1975. 277 p. Traducido por Lita Mourglier.
El dedo de Saturno no es un dedo extraterrestre sino que es
una denominación poco difundida del dedo anular, el que lleva el anillo de
matrimonio. Y es por ello el título del libro, ya que el protagonista investiga
la misteriosa desaparición de su esposa durante dos años, quien, a su regreso,
no tiene recuerdos de lo sucedido. Canning (1911-1986) fue un prolífico
escritor inglés de novelas de misterio cuyo mayor éxito es que una de ellas
fuera filmada por Hitchcock como La trama.
La única explicación de la aparición de este libro en esta colección es que su autor era un nombre frecuente en la
colección “El séptimo círculo” y alguien pensó que si tenía a Saturno en el
título debía ir a la colección de ciencia ficción.
8. Herzog, Arthur. El
enjambre (The swarm, 1974) 1975. 263 p. Traducido por Estela Canto.
Lo más
interesante de este libro es que está traducido por Estela Canto, escritora
ella misma, amiga íntima de Borges y traductora de obras como En busca del tiempo perdido. Es poco
probable que haya disfrutado traducir esta novela sobre abejas africanas asesinas
que atacan Nueva York y otras grandes ciudades de Estados Unidos. A mediados de los setenta estaba de moda en
Hollywood el cine catástrofe con elencos multiestelares y este libro sirvió de
base a una de estas películas. Herzog (1927-2010) publicó otros best sellers
efectistas en los setenta y ochenta como Orca,
la ballena asesina.
En 2020, un expedición recorre 19 años luz hasta alcanzar
un planeta con restos arqueológicos de una civilización alienígena. Ocho años
más tarde arriba un equipo de investigación que buscará descubrir qué fue de
esta civilización. Como parte del grupo de protagonistas hay un militar
boliviano autoritario y caricaturezco (no intencionadamente). Publicada en el
período en el que el autor escribió sus mejores libros, no agrega nada a la muy
extensa obra de Brunner (1934-1995).
10. Harrison, Harry. El invasor del tiempo (The Stainless Steel Rat saves the world, 1972) Emecé, 1975. 266 p. Traducido por María Raquel Albornoz.
Harrison
(1925-2012) es uno de los escritores de ciencia ficción considerado por debajo
de sus merecimientos. Su obra en español está dispersa en ediciones de calidad
muy irregular, aunque al menos Bill,
héroe galáctico, tal vez la mejor sátira que dio el género, y dos volúmenes
de cuentos publicados por Minotauro, están disponibles en buenas ediciones.
Esta novela es la tercera de la serie de la Rata de Acero Inoxidable, un
embaucador, ladrón de bancos, aventurero y héroe ocasional, que en esta ocasión
debe viajar en el tiempo porque la gente está desapareciendo porque alguien lo está
manipulando. Para una lectura liviana, sin pretensiones, está pasable.
11. Silverberg,
Robert, comp. Bestiario de ciencia-ficción (The science fiction
bestiary, 1971) 1975. 252 p. Traducido por Thamara Hormaechea. Contiene: El
hurkle es un animal feliz, Theodore Sturgeon. Abuelito, James H. Schmitz. La
jirafa azul, L. Sprague de Camp. La máquina preservadora, Philip K. Dick. Una
odisea marciana, Stanley G. Weinbaum. El sheriff de Canyon Gulch, Poul Anderson
y Gordon R. Dickson. Los cáiganse muertos, Clifford D. Simak. Los gnurrs
salieron del instrumento, Reginald Bretnor. Equipo de recolección, Robert
Silverberg.
Los
bestiarios eran eran obras que compilaban las descripciones de animales reales e
imaginarios, y fueron especialmente populares en el Medioevo. Silverberg
utiliza esto como excusa para presentar una serie de cuentos que tienen como
protagonistas animales o seres no terrestres, una antología “temática” del tipo
de las que fueron muy populares en Estados Unidos, en este caso con relatos
publicados entre 1934 y 1957. Y se siente el paso del tiempo: algunas historias
salen mejor paradas que otras, como “Una odisea marciana”, la más antigua del
libro, o “La máquina preservadora”. El resto con altibajos pronunciados.
Novela mucho más
interesante de lo que pintan la presentación y el título, el Hefesto del nombre
en inglés es el dios de la fragua y el fuego. Luego de un terremoto en Carolina
del Norte se abre la tierra y emergen unos insectos similares a cucarachas que
pueden iniciar fuegos. Tienen una biología muy particular, sólidamente
descripta en el libro por el entomólogo que se obsesiona con ellos. Fue filmada
como Bug (1975), alcanzando cierto
éxito. Page (1942) no es un escritor prolífico y ha publicado sólo un puñado de
libros.
13. Priest, Christopher. El mundo invertido (Inverted world, 1974) 1976. 294 p. Traducido por María Raquel Albornoz.
Una de las novelas más
originales del género y tal vez el punto más alto de la colección. En un mundo devastado,
la ciudad llamada Tierra, construida en madera, debe avanzar su recorrido
interminable sobre unos rieles que uno de los gremios de la sociedad monta a
medida que avanza para, luego de pasar, desmontar. El norte, hacia donde se
dirigen, es el futuro, el sur es el pasado. La ciudad huye de un campo
gravitacional que la destruirá si la alcanza. En este escenario impecablemente
montado se narra el rito de madurez de un muchacho. Priest (1943) ha mantenido
una producción literaria de calidad, continua pero no abundante.
14. Hoyle, Fred y Geoffrey. Siete pasos al sol (Seven
steps to the sun, 1970) 1976. 285 p. Traducido por Lita Mourglier.
Fred Hoyle (1915-2001)
fue uno de los astrónomos británicos más importantes del siglo pasado, al punto
de ser nombrado Caballero. Además de sus libros sobre temas de astronomía
publicó casi veinte libros, entre novelas y colecciones de cuentos, donde
aplicaba rigurosamente su conocimiento científico en un marco especulativo, la
mayor parte de ellos escritos en colaboración, varios con su hijo Geoffrey
(1942). Siete pasos al sol cuenta
sobre los imprevistos viajes en el tiempo de un periodista, sin demasiada
gracia ni originalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario